30/10/08

El público Colombiano

Ayer tuve la grata oportunidad de ver a The Mars Volta, quizás uno de los pocos, sino el único grupo, con una propuesta novedosa, contemporánea e interesante en cuanto al rock se refiere. Los conocía hace ya unos años, les había seguido la huella en sus discos y así mismo en trabajos independientes, alguna vez tuve la oportunidad de observar algunos videos en concierto, pero jamás los había visto en un concierto completo.

Bueno ayer fue el gran día, un poco surrealista ya que jamás me imaginé que trajeran a Mars Volta antes de traer a Radiohead u otro tipo de agrupaciones con más trascendencia en el mercado colombiano, y más aún al lado de R.E.M. una banda ya de los ochentas que no tienen absolutamente nada que ver con Mars Volta. Pero bueno así se dieron las cosas, pasó el concierto y me quedan algunas impresiones sobre el comportamiento y el estado del escucha colombiano frente a este tipo de nuevas propuestas y tendencias musicales.

Esto no se trata de un review del concierto, acerca de lo bueno o malo que fue o que faltó y demás, esto se trata es de hablar de público, de nosotros los que escuchamos música y cómo la percibimos. Desafortunadamente me di cuenta ayer que realmente al público colombiano le falta mucha cultura de escucha y es bastante tradicionalista y retro. Digo esto porque a pesar de que yo sabía y sé que muy poca gente conoce a Mars Volta y de los pocos que lo puedan conocer igualmente puede que no les guste, pensaba que el público tendría un tipo de reacción diferente frente a lo que se está haciendo ahora en el rock. Pero desafortunadamente me equivoqué y realmente el público aunque no chifló ni se mandó en madrazos, como suele suceder dentro de nuestra idiosincracia baja en cultura, sin embargo no se comportó como se comporta alguien que si no conoce, escucha, si no le gusta, se queda callado, si no le interesa igualmente se queda callado.

Desafortunadamente somos un pueblo en su mayoría conservadores y vivimos del pasado, una vez acabó el concierto de Volta la gente aplaudió muy educadamente, cosa extraña dentro del público bogotano pero sorprendente porque al menos se está mejorando en ese campo. Luego vino el show central R.E.M., y fue troya. R.E.M. es una banda mundialmente conocida, con muchos éxitos radiales y que indudablemente tienen una experiencia escénica notable y un recorrido evidentemente notorio. No está mal, a mí nunca me gustó R.E.M. me sé un par de sus éxitos que sonaban en radio y he escuchado una que otra canción extra por ahí, y esta bien, no es de mi gusto pero esta bien igual es una buena banda. Independientemente de esto la gente, que esperaba ver a R.E.M que creo yo eran más del 85% de los asistentes, se enloquecieron, comenzaron a tocar unos éxitos, unas canciones desconocidas y así sucesivamente. El show es bastante bueno, se les nota la cancha, la inversión y la experiencia, trajeron unas cámaras especiales que me parecieron geniales y unas de visión nocturna para mostrar al público, interesante pero es exactamente la misma parafernalia de siempre, para un grupo como éste no está mal y no es criticable, ellos hacen lo que tienen que hacer porque saben que con ese tipo de nimiedades capturan la atención de un público como el de aquí.

Hasta ahí todo bien el concierto de R.E.M, estuvo dentro de los términos de lo normal, pensé que sonarían mejor, pero creo que era más culpa del escenario que del sonido mismo, el coliseo no es apto para este tipo de eventos por más que le pongan telas y traten de arreglarlo, creo que pocos ingenieros pueden lograr sacarle un sonido decente a este escenario. Como decía, el concierto normal, nada del otro mundo, bueno, buen show, buenas pantallas y buena parafernalia. Ahora el público que tanto esperaba a R.E.M que tuvo que aguantar la descarga y el voltaje total de Volta comenzó a cantar tímidamente las canciones conocidas, unas más fuertes que otras. Cuando tocaban alguna canción quizás que no conocían muy bien, todo entraba en silencio. Llegó el momento cumbre cuando tocaron su gran éxito Losing my religion y ahí si propios y extraños y hasta yo mismo canté el coro de la canción y es ahí dónde me di cuenta que definitvamente el público colombiano de cultura musical poco y son demasiado exigentes sin entender todo lo que involucra el negocio de la música.

Lo digo porque R.E.M. siendo la banda central, que uno espera que todos se sepan las canciones y las canten a grito herido, pues no, la cosa no fue así, la gente vive de los número 1, de lo que es éxito en las listas, esas las cantan, y eso a medias, lo demás ni lo conocen. La gente va a los conciertos a que les canten las canciones que quieren lo demás poco o nada les importa. Del 100% del público que iba a R.E.M creo que el 10% por mucho realmente se sabía todas las canciones, los demás van a decir que el concierto fue lo mejor porque tocaron las 4 canciones que querían que tocaran. Por dios es triste ver que critican cuando no conocen una banda como Volta, pero al mismo tiempo ni siquiera saben la mitad del repertorio del otro artista que va a tocar y al que supuestamente van a ver. La verdad yo fui a ver a Mars Volta, nada más, no me interesaba R.E.M, si interesante verlos, mi trabajo como músico es también asistir a conciertos y ver muchas cosas, pero yo de R.E.M. poco, ayer escuché unas canciones por primera vez y casi no me gustaron, me pareció interesante el show hasta donde lo vi, porque realmente me aburri y me fuí a mitad de concierto, y no por hacerles el feo a los fans ni a la banda, no me gusta y punto, pero puedo decir que no me gusta porque la escucho desde que tengo quizás 15 años y he escuchado bastante música de ellos y nunca me ha gustado más allá de una o dos canciones, pero tengo conocimiento de causa. Mientras que ese 85% de gente que fue a ver R.E.M seguramente no se tomaron el trabajo de escuchar Volta o quizás un 5% por lo menos lo hizo por curiosidad y vienen a criticar y a decir cosas que no tienen sentido y lo peor cuando sale la banda que quieren escuchar realmente tampoco conocen sino lo que los medios venden y promocionan, no se toman el trabajo de escuchar al artista y conocerlo de verdad en todos sus aspectos.

Hay mucha gente que va a conciertos por decir que fue a ver a este o el otro, me parece que eso es un poco patético simplemente por decir que ha estado o no en x o y toque. Realmente uno debe ir a un concierto cuando realmente conoce el artista, cuando quiere realmente vero, ponerle atención cantar las canciones o al menos cantarlas en la cabeza mientras observa. Uno debe ir a conciertos cuando realmente conoce lo que el artista es y canta, no debe uno esperar que le canten las canciones que uno quiere porque si no el concierto fue malo. Yo he ido a muchos conciertos dónde espero que me toquen canciones que me gustan y casi nunca las han tocado y no por eso el concierto es malo, si uno realmente conoce al artista toque lo que toque es bueno y el concierto es bueno.

Ahora independientemente del gusto o de que se sepan o no las canciones y esperen o no que canten los éxitos, creo que el público colombiano está en la época del paleolítico en cuanto a intereses musicales. Nadie dice que R.E.M, Calamaro, Duran Duran y demás bandas que estan viniendo no sean importantes, no sean íconos de la historia del rock y que no tengan una importancia y una trascendencia, yo no le quito a R.E.M el hecho de ser realmente una de las primeras bandas de rock alternativo mucho antes que Nirvana y que tienen una influencia y una carrera excelente. Pero los tiempos cambian, las cosas evolucionan y uno tiene que tomarse el trabajo de escuchar cosas nuevas, solo por tomarse el trabajo, nadie dice que tenga o no que gustarle a uno, a mi hay muchas cosas modernas que no me gustan, como hay otras que sí, como hay cosas vieja guardia que me siguen gustando y otras que no. Es normal a uno no tiene que gustarle todo, es verdad, y esa no es la idea, pero al menos hay que tomarse el trabajo de escuchar, de abrir la mente, los oídos, de ver qué esta pasando en el mundo real y no solo lo que pone radioactiva, la x, vibra e inclusive la misma radiónica. Eso es radio eso no sirve y no nos dice nada eso es comercio que sirve de difusión pero todo esto va mucho más allá de un simple hit de radio.

Me entristece saber que aunque el comportamiento del público colombiano ha mejorado, se ha vuelto más educado y respetuoso, el oído sigue anclado en años lejanos como los ochenta o noventa inclusive. No está mal en el sentido de tener que siempre estar escuchando musca actual y olvidarse de las cosas con las que uno creció, no, yo sigo escuchando cosas de los cincuenta inclusive pero no me quedo ahí, avanzo, trato de estar a la corriente de lo que están haciendo en el mundo, de lo que está sonando, de lo nuevo y todo lo que sucede en los tiempos modernos. Es bueno tener recuerdos de infancia y amar la música que nos hizo crecer y demás, pero no podemos quedarnos ahí, el mundo sigue moviéndose y hay muchas nuevas propuestas como Volta, que lastimosamente aquí no pegan no porque la gente no la entienda, sino porque les da demasiada pereza mental escucharlos y realmente formarse una opinión al respecto. Ojalá así como nos hemos ido educando en la cultura de este tipo de eventos lo hagamos en cuanto a la música misma y escuchemos, conozcamos, y luego podemos decir me gusta o no e inclusive si no nos gusta respetar que existen tantos géneros musicales como personas en el mundo y que sin uno saber realmente de lo que se mueve en el interior de la música no puede criticar y decir que algo es malo. A mí no me gusta mucha música, pero esa música que no me gusta no es mala, simplemente no me gusta. No hay que confundir gusto con calidad, una cosa es que a uno no le guste algo y otra cosa es que la banda o artista sea malo de verdad. Creo que ese es un paso gigante que nos falta por hacer como público y entender las diferencias de muchas cosas y darse a la tarea de escuchar y estar pendientes de lo que sucede. Para que no suceda lo de ayer, dónde 15% del público se emocionó y quedó pasmado con el show de Mars Volta, mientras que para el porcentaje restante debió haber sido ruido y una mano de drogadictos tocando en un escenario sin sentido. Pero ese 15% que se moría por Volta respeta una banda como R.E.M. que aunque no sea del gusto personal es una banda legendaria, que toca muy bien y tiene muy buenas canciones, eso no lo niega nadie, simplemente que para mí no es algo interesante, pero no significa que sea malo, una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Así que espero que los escuchas melómanos se tomen el trabajo de investigar y de realmente escuchar las cosas antes de salir a decir x o y cosa al respecto de una banda o algo y que nunca digan más la palabra que grupo tan malo, porque una cosa es que a uno no le guste algo y otra cosa es que sea malo. Espero en poco tiempo el público madure y que a la próxima que hagan un evento tan sui generis como R.E.M con Mars Volta realmente se puedan dsifrutar de los dos, así como yo lo hice hasta dónde me aguantó el oído y el sueño.

27/10/08

No tengo

Yo ya no tengo años, los he dejado todos en los pétalos de las flores que arranqué por andar pensando no sé qué cosas de alguna otra vida, pero no la mía, ni siquiera la tuya, ni siquiera la de aquél pobre mendigo que día a día pide un poco de cualquier cosa. No, abandoné mis años en tantos paisajes, en tantos lugares, en tantas flores, rosas, jazmines, margaritas, girasoles, quitando uno a uno cada pétalo, para olvidarme de mí principalmente, aunque también tú tienes un poco de culpa en esa empresa y me hiciste olvidarme de los dos, y de todos, y de todo lo demás también.

No necesito ya canales de comunicación, el viento es el único que ahora me arrulla. Él lleva consigo todos mis mensajes, lleva lo que queda de mí envuelto en un dulce manto de lágrimas, esas lágrimas que también recogí de tantos ojos, los tuyos seguramente estaban por ahí, en algún lugar oculto esperando ser exprimidos y liberados, y tal vez ese día pase y posé mis manos en tu rostro para secarte las lágrimas, esas que llevo ahora, con un poco de las mías también. Aunque esas las reservo para los momentos por venir, no sé muy bien dónde he dejado todo lo demás, pero sé que las lágrimas de todos y de nadie me serán de utilidad el día que necesite derramarlas por el mundo entero.

No me llevo nada más, todo ha quedado enterrado o en su defecto pisoteado por aquellas personas que han atrevasado mi mundo, esas que se han llevado puestas consigo un poco de la ironía, de la rabia, del dolor, de las sonrisas, de las alegrías y tristezas que compartimos, o que simplemente les regalé. Sí, creo que he dejado todos mis años escondidos en cada una de las flores, esas que solía admirar cuando el sol se ponía en esos atardeceres imposibles de ver cuando el sol quiere escaparse y deja su huella languida en medio de mis ojos. No tengo nada más que suspiros, unas notas y melodías que llevo en mi corazón que retumban cada segundo que pienso en tantas flores y que me hacen recordar a cada momento que he dejado atrás los suspiros de la noche oscura y fría en que la luna me cantaba con su coro de estrellas.

Me he quedado sin nada, no llevo realmente nada conmigo mas que vagos recuerdos de una existencia como cualquier otra, esa que se dejó llevar por los placeres mundanos y toco el cielo con las manos tantas veces. Dejo atrás las flores y cada pétalo que arranqué recordando la ira y el amor que sentía en medio de mi pecho, por todos ellos, por mí, por tí, por ella, por él, hasta por el rocío de lluvia que de vez en cuando caía en mi cara y me recordaba estar vivo.

He dejado mis años postrados en los ojos de nadie, y me espera al otro lado el suave aroma y murmullo de tus palabras, esas que nunca pronunciaste, esas que mis oídos inventaban para acompañarme paso a paso en la búsqueda de nada, en dar y dar vueltas al mismo lugar a ver si podía encontrar mi propia sombra y así poder hablarle a alguien que fuera yo mismo de tantas cosas inútiles como mis palabras mismas. Dejo mis años hacía atrás para volver, pero no a nacer sino volver a seguir olvidando y recordando día a día el por qué de las miradas, de las caricias, de las manos, de mis ojos, de mis pies, de mis llantos y gritos a los cuatro vientos excusándome y pidiendo encontrarme de nuevo en el camino. Ese que hice con aquellas flores buscando un paraíso, ese que construí de la nada y al que le entregué todo. Sigo extrañando de alguna manera tener que recolectar lágrimas, suspiros, amores y dolores, para poder llevarlos lejos, para recordar otra vida, no la mía, ni la tuya, ni la de aquél mendigo que día a día pide un poco de cualquier cosa.

Ando pensando en dónde abandoné esos años que arranqué pensando en no se qué vida que se esfumó entre mis dedos y desesperadamente trato de encontrar, sin saber realmente qué estoy buscando. Ando pensando mientras me poso sobre las nubes para ver un atardecer más imposible todavía, ya que mis ojos se han quedado al lado de los tuyos y de tantos otros que ahora observan como el sol dulcemente se quiere ir a dormir. Para darle paso a esa noche en la que ahora soy yo el que susurrará en medio de los árboles y el coro de estrellas a la luna, para que ésta te encuentre, lo encuentre y encuentre esa vida que tanto pienso y que dejé escapar entre mis frágiles dedos, llenos de lágrimas recopiladas y de espinas clavadas de tantas flores que no puedo quitarme de encima.

25/10/08

Extraño

Todo podría ser un sueño, podrías no ser real y todo esto no sería más que otra patraña de Dios que echa de menos ser humano. Todo podría ser una broma de mal gusto, para encontrarte y luego perderte otra vez, o podría ser la línea fina del destino que no me deja avanzar sino retroceder y volver una vez más a ti, al mismo punto. Todo podría ser la mentira más grande de la humanidad, ¿seré yo esa mentira?, o serás tu la que es una ilusión vana de mis deseos, o me has creado dentro de tus sueños o pesadillas y soy no más el carnicero que acabará con los suspiros de tu pecho.

Ya no extraño nada, solamente las pequeñas cosas que solía sentir en medio de tanta gente, el olor de un café, el canto de un pájaro perdido en busca de su madre o de su destino. Las hojas que suavemente caían y acariciaban mis manos como saludándome y dándome la bienvenida. Extraño esos cigarrillos extraños de media noche con luna llena en dónde dibujaba tu figura con el humo que expulsaba, y el viento, ese viento que golpeaba mi rostor y me hacía olvidar aquellas penas del futuro y dejaba los dolores del pasado, que me hacían fuerte para seguir mirando al frente.

Extraño la piel, extraño los besos, extraño los labios, extraño suspirarte, extraño olvidarte, extraño extrañarte y olvidarte siempre a cada momento en que mi corazón late como si naciera de nuevo y muriera otra vez. Olvido todo aquello que dejé para simplemente soñarte en medio de los suburbios de mi mente y entre los buses y las calles atestados de gente que van y vienen sin saber si vienen o van para alguna parte. Y respiro tu aroma en medio del asfalto caliente y frío de las noches, en el rocío de la lluvia y en el rastro que dejas a cada silbido del viento que acaricia mis oídos.

Y todo podría ser un sueño, y podrías ser solo la ilusión de tus pesadillas y las mías. Ahora ando solo en medio de los pasos de otra gente que me llevan y me traen, me alzan y me estrujan sin darse cuenta, mientras te hablo en silencio y te escucho en medio del bullicio inmenso de mis pensamientos. Quizás solamente sea el producto de mi imaginación y tu al final no seas más que el producto de la imaginación de mi imaginación, lo cual nos pondría en una posición difícil, porque no existimos sino para lo etéreo del mundo, y no somos sino aquellos empedernidos viajantes que van en busca del otro, jugando a olvidarse, extrañarse y soñarse, hasta que al fin abramos los ojos y podamos sonreirnos frente a frente.

24/10/08

¿Y luego a quién le van a echar la culpa?

Desafortunadamente los medios no funcionan como deberían, no sé si eso ocurra en todos los países del mundo, creo que en la gran mayoría la desinformación es alta y lo que se publica es realmente solo parte de la verdad, la verdad que quieren que uno conozca o simplemente una mentira pasada por verdad.

En mi país desafortunadamente estamos viviendo tiempos de polaridad política, dos bandos, los que están a favor de un presidente, y los que estamos en contra, que en muchos casos terminamos siendo, guerrilleros, comunistas, socialistas o cualquier otro adejtivo que se pueda dar a los que estamos en contra del neo-liberalismo extremo, por no decirlo de otra forma. Debido a esto y la escasez de puntos de vista y de opinión que ofrecen los medios de comunicación como la TV, la prensa y la radio, es poca la verdadera información que nos llega de muchas cosas que acontecen en los pueblos y demás zonas del país. Quizás no toda la información es falsa, pero lo que si es cierto es que es tergiversada y no solamente porque no cuentan toda la historia como es, sino porque solamente muestran lo que les conviene mostrar para darle apoyo al presidente de la república.

Hay muchos ejemplos de esto, el más reciente y quizás más triste y patético de todos es el problema de la marcha de los trabajadores de la caña en una región del país. Están protestando por obtener lo que cualquier trabajador espera, mejores condiciones salariales, de vida y demás cosas que implican laborar en cualquier trabajo. Resulta y pasa que desde que se ha implementado la bandera de la seguridad democrática, todo lo que esté por fuera de la ley es FARC, o cosa parecida. Es una verdadera lástima que hallamos llegado al punto de señalar a todo el mundo como guerrillero, como persona fuera de la "ley" de estado y demás formalismos ridículos que se han vuelto importantes, como palabras no más, en los últimos años. Ahora resulta que todos estos trabajadores, indígenas, emboladores, empleados cualquiera de cualquier cosa, cuando protestan son guerrilleros o tienen vínculos con organismos fuera de la ley. Nadie está a salvo todos los que de alguna manera queremos protestar por no estar de acuerdo con las políticas de nuestro presidente, hacemos parte del grupo que tiene vínculos con las FARC, aquellos que no queremos paz para el país, aquellos que solo queremos hacer daño y todas las demás estigmatizaciones posibles que nos puedan ser asignadas.

Hacía muchos años que por aquellos problemas internos de violencia se podía catalogar solamente a las entidades guerrilleras como culpables, debido a que de alguna manera en la mayoría de los casos ellas mismas se atribuían dichas acciones y cuando no era así era algo menor que quizás se podía dejar pasar por delincuentes comúnes. Después de tantos años y con la aparición de las CONVIVIR y los grupos paramilitares en Colombia se comenzó a atribuir todo o a las FARC o a dichos grupos paramilitares. En el momento en que el circo de nuestro amado presidente comenzó a funcionar y se comenzaron a "desmovilizar" las autodefensas, supuestamente por voluntad propia para lograr la paz en el país, todo es atribuido a las FARC. Dos minutos después, sin confirmación alguna o investigación de nada, de que ocurre un atentado o acto que perturbe el orden público aparece un comunicado señalando a las FARC como autores del mismo. Así señoras y señores es como se maneja la información en este país, dos minutos o quizás en menos tiempo, se señala a las FARC como responsable de todo lo que pasa en este país.

Ahora es posible que en la mayoría de los casos quizás pueda suceder que sí hayan sido las FARC, solamente por sospechar por aquello de la historia, que pueden ser ellos los autores de este tipo de acciones, pero como reza la ley, todo el mundo es inocente hasta que se le demuestre lo contrario. Hasta este punto digamos que es ridículo que sucedan estas cosas, pero todavía falta la mejor parte, y es que ahora todo lo que sucede, alguna protesta, marcha, crítica que involucre algún tipo de movimiento de entes estatales o no, como sindicatos, movimientos indígenas y demás tiene las manos de las FARC por todo lado. Si, así como lo están leyendo aquí todo acto que vaya en contra del gobierno es catalogado de anti democrático y para peor tiene el nombre de FARC escrito por todo lado.

Es así como ahora los últimos acontecimientos de protestas y paros que han sucedido en mi país tienen infiltrados de la guerrilla, cualquier negro, cualquier trabajador, cualquier pobre empleado que pelea solamente por conseguir mejores posibilidades de vida es un potencial guerrillero y quiere desestabilizar la "seguridad democrática" de nuestro país. Mientras que en las altas esferas del estado se pasean sin ninguna verguenza todos los corruptos y personajes que tienen reales y comprobables vínculos con narcotraficantes o con la misma guerrilla o paramilitares. Pero a ellos no se les dice nada, a ellos solo se les acusa, se les hace algún tipo de escándalo, mojan pantalla unos cuantos días y después o no se vuelve a hablar de ellos o salen radiantes dando entrevistas de como todo fue un montaje y cómo la justicia triunfó sobre aquellos que quieren hacerle el mal al país.

Ojalá el presidente actual que tenemos logre acabar con la guerrilla, acabe con Cano, con Jojoy y demás personajes de ese organismo fuera de la ley que lleva 50 años en armas y haciéndole daño al país, porque si es verdad la guerrilla le ha hecho y le sigue haciendo daño al país, pero es el problema menor que tenemos y acabarlos no va a solucionar nada realmente. Por eso hago fuerza para que los acaben, sean que los metan presos o mueran en combate, la verdad digamos que el final no me interesa, me interesa es que los acaben y que nuestro presidente salga victorioso de su lema de seguridad y demás cosas que promociona a los cuatro vientos. Y no lo digo porque de alguna manera le tengo un rencor especial a la guerrilla o por alguna otra razón personal, solamente lo digo porque quiero ver en el momento en que acaben con el cáncer, como lo llaman, de nuestro pueblo a quién le van a echar la culpa de las marchas, de las protestas indígenas, de la gente desempleada que no tiene más remedio que protestar, de los asalariados de los grandes emporios financieros que después de años siguen en las mismas condiciones laborales. Me gustaría saber a quién le van a echar la culpa entonces, cuando no existan FARC ni ningún otro organismo parecido.

A quién le van a echar la culpa de todo lo que pasa en este país, a quién irán a señalar en ese entonces cuando realmente tengan que ver que el estado como tal tiene culpa en la mayoría de estos levantamientos de protesta del pueblo, que realmente la culpa no es que todos los que no apoyamos a un presidente seamos guerrilleros o comunistas, que realmente las FARC aunque hacen daño no son el chivo expiatorio para todos los problemas de este país. Que realmente la culpa de casi todo no la tienen los organismos fuera de la ley o los opositores que pensamos diferente a las políticas del gobierno. Que realmente el estado tiene gran parte de la culpa por sus crímenes, por su corrupción, por sus entidades y por aquellos que tienen las riendas de este país en todas sus formas. Por eso ruego que acaben con la guerrilla o que ella misma se desintegre a ver con qué nos irán a salir los políticos, los medios, y demás personas que mantienen a este país a punta de información que solamente muestra una cara de lo que ellos quieren mostrar, mientras que la verdad es mucho más profunda.


Grace is gone

And the light brought you to me, so tender, so soft, so sweet and unexpected. Then a ray of light took you away, while I was asleep dreaming about that one and only forest where I find you. Then I woke up and felt empty, like part of me was mutilated by dawn, like part of me dissapeared in the middle of the night, and I couldn't rescue you and I couldn't catch you.

As a bad nightmare I started walking in the middle of the breeze and the obscure black tress that closed my way. I couldn't go any further, my soul was empty and my eyes couldn't see but your face in every whisper of the trees, in every whisper of my heart that couldn't beat anymore. And so I just dropped dead over my knees to ask heaven or hell for one more chance, one little instance, to see you and touch again, to have you in my arms again, holding you tight within my chest, and to be one with you once and for all.

Suddenly trees began to open up, the sky look brigther than ever and a ray of light passed thru the dark and the fog, and opened the road ahead of me. Some strange breeze lifted me up and make me run as fast as I could. I couldn't see where I was going, the road was long and it seemed it will never end, all I did was run and run, and everything just looked the same, but I was never tired, I had time to view all the perfect landscape on both my sides and I continued to run and run without reaching anything at all. Suddenly I stopped for no reason, my feet just stopped moving and I stayed there watching in front of me, breathing heavily besides the clouds and the tall trees. I was amazed, I was astonished and I started to cry, deep inside I felt the need to cry and just let it all out, I layed down for a moment, my face covered with tears, my heart pounding so fast I thought it had life of his own.

Then the wind brought news to me, whispered to my ear the most beatiful words ever pronounced, and it was your voice, although ive never heard it before I knew it was your voice, your sweet voice caressing my ears. I closed my eyes, my hands were open to the sky as I danced to the sound of your words, I let myself carry on into your beauty, and let my mind just fly away. When the wind stopped and I opened my eyes I couldn't see nothing but a big white light in front of me, warm, soft light that embraced me and filled me with joy. I couldn't feel my breath, nor my hands or legs, I just knew I was walking on air without doing a thing and then your voice came again, lifting me up more and more, until I saw your face sketched in the clouds and you smiled and winked. And it was then, at that precise moment where I felt I could just let go of everything and let the wind take me to your arms, so you could embrace me forever and then I could never lose you.

As I closed my eyes everything started to fall apart and I felt my life escaping fast thru my fingers, I couldn't catch it and I didn't want to stop it from flowing away, until I was empty, until I was just the essence of all, of the wind and of the sun, of you and me of everyone around. And my eyes where always opened, but not the ones that try to see, but the real ones inside of me, when you opened your arms and caressed my face and welcomed me to be forever in your grace.


Perversiones

Hay algo intrínseco en el ser humano, algo extremadamente natural y que por más que queramos olvidarlo o tratar de ocultarlo es imposible porque hace parte de nosotros como nuestras manos, nuestro cuerpo y demás. Y todo eso se resume en nuestro lado oscuro, nuestro lado malo, nuestras perversiones. En estos últimos días que he tenido la oportunidad de ser observador de muchas actitudes, conversaciones y otras tantas cosas, me he dado cuenta que realmente todos y cada uno de nosotros tenemos perversiones y lados oscuros que solamente salen a la luz en el momento indicado, y más con la persona adecuada.

Es curioso pensar que siempre estamos tratando de no mostrar eso, de ir por ahí ocultando todo ese lado oscuro que tenemos, nunca lo nombramos de primero, siempre lo mantenemos oculto, algo que nos averguenza y por lo tanto no queremos mostrar. Eso de dientes para adentro como se dice popularmente, pero en realidad tenemos ese lado oscuro latente todo el tiempo dentro de nosotros, ya hace parte de nosotros y no lo aceptamos como tal, pero nos averguenza pensar que otros se den cuenta de ello. Y es así como todos ocultamos nuestras perversiones y lados oscuros a los demás, cuando es necesario, lo que significa casi todo el tiempo, y sólo los dejamos salir cuando estamos en compañía de alguien que nos produzca esa sensación de confianza a la cual podamos contarle nuestros más íntimos secretos.

Digamos que todo esto no es nada nuevo, todos sabemos que tenemos nuestras perversiones así no lo aceptemos abiertamente. El punto realmente es que siempre es un peso para nosotros admitirlo inclusive para nosotros mismos, nos sentimos avergonzados y nos da pena pensar que somos así o de otra manera diferente que no está bien, que es un tabú, que es una herejía para los parámetros de comportamiento social. Y nos sentimos mal, queremos ocultarlo a toda costa y cuando salen a flote por alguna circunstancia nos sentimos de alguna manera mal y que esa no es la forma de actuar. Creo que eso es lo que nos pasa a la mayoría, a mi al menos me sucede y a menudo cuando esos malos sentimientos y ese lado oscuro sale a flote en circunstancias extremas.

Ahora que he tenido la oportunidad de observar desde afuera las cosas me doy cuenta que tengo igual, menos o más perversiones que todos, que tengo un lado oscuro inclusive menos oscuro que el de otros tantos. Que tengo cosas en mi cabeza que me martirizan porque no deberían ser así, porque no quiero actuar así, pero que de alguna manera tengo una mente más sana que la de otros tantos por ahí y que puedo mostrar y sentir mi lado oscuro sin ningún tipo de prevenciones.

Todo esto no significa o justifica las acciones que puedan generar estas malas emociones o pensamientos, digamos que de alguna manera solamente nos da la tranquilidad de saber que esa dualidad hace parte de nuestra naturaleza humana y que no tenemos que sentir verguenza por esos secretos, esas actitudes y esas perversiones que tenemos en nuestra cabeza. Realmente he sentido un alivio de alguna manera en saber de primera mano que realmente todos estamos al mismo nivel y que todos de alguna manera tenemos un poco de locura extrema en nuestras cabezas y pensamientos que nos hacen muchas veces cometer errores o actuar de cierta manera. Lo digo porque he creído siempre que quizás si estoy un poco loco o que se me ha ido la mano en muchas cosas, pero a la hora de la verdad me doy cuenta que aunque muchos de mis actos no han sido correctos o pueden ser vistos de esa manera, tampoco se puede decir que estoy cometiendo algún crímen mayor por hacer algunas veces cuando me domina el lado oscuro, lo que hago. Me parece importante saber y asumir que tenemos dos caras y que ambas son igual de importantes en nuestras vidas, quizás nuestros defectos sean mucho más importantes que nuestras cualidades, ya que con eso podemos determinar muchas cosas más que cuando aparentamos ser todo lo mejor que existe.

Me siento de alguna manera más ligero al ver que de alguna manera todos y cada uno de nosotros guarda algo de lo que se siente avergonzado, y descubriendo algunas de esas cosas, mis perversiones y alucinaciones son solamente otras más de tantas otras de todo el mundo y que a la final no debo darme tan duro por aquello que hago o pienso y que a la final todos tenemos secretos, perversiones y malos pensamientos acerca de infinidad de cosas. Hemos cometido errores y nos hemos arrepentido quizás de haber hecho ciertas cosas que no deberían haber sucedido. No digo que me sienta orgulloso por algunas cosas que he hecho, por tener quizás algunas malas ideas o pensamientos con respecto a muchas cosas, pero tampoco puedo decir que me averguenzo o no pongo la cara al afrontarlo y decir abiertamente que sí, soy un ser humano y tengo miles de perversiones, he cometido muchos malos actos quizás, sigo cometiendo idioteces y sigo haciendo cosas que quizás no estén bien. No me justifico, ni puedo decir que es algo por lo cual sentirse especial u orgulloso, pero a la final ¿no hemos todos hecho eso alguna vez?. Estoy seguro que sí, cada uno de nosotros tiene algo guardado al respecto, se siente avergonzado y jura nunca más volverlo a hacer, a veces se logra, a veces no. Deberiamos antes que nada siempre reforzar todas esas cosas malas que tenemos, no al punto de que todos se enteren, pero si dejar de un lado esa imagen de la cara perfecta y poner la mala cara también de vez en cuando, pues al fin y al cabo es en parte lo que en verdad somos, nuestros miedos y cómo los reflejamos y cómo respondemos ante esas cosas que nos hacen mal.

Todos somos perversos de alguna manera y no deberíamos sentirnos mal por ello, de hecho deberíamos saber que cada vez que miramos a alguien a los ojos, ese alguien guarda dentro de si algún secreto o alguna perversión quizás más allá de lo que podamos imaginar. Así que a sentirse bien por ser perversos, mal pensados y de haber cometido actos que quizás no sepan muchos y que solo pocos conoceran en su momento, pero no ocultemos realmente que todos y cada uno de nosotros tiene un demonio dentro, que cuando sale puede ser peligroso, pero al fin y al cabo somos nosotros mismo y aunque lo podemos diezmar y lo podemos apaciguar de cierta manera, no podemos eliminarlo, porque sería acabar con una parte de nosotros y así no es la vida. Somos ying y yang y tenemos secretos, yo guardo algunos que no sé si algún día verán la luz de alguna persona, quizás si, quizás no, no pienso en eso si llega será bueno si no también será por alguna razón perversa de la vida. Pero soy perverso, soy malo, hago cosas que no son bien vistas, y lo sé, lo asumo y pongo la cara frente al mundo, esperando que simplemente me miren y me digan que está bien, ya que todos y cada uno tiene algo que esconder, por más insignificante que sea.


20/10/08

Inventa

Inventa algo que contemple la necesidad,
inventa un dios que te escriba un libro.
Inventa un barco que nunca zarpe
y que haga descansar al mar.

Inventa un árbol de estrellas
que oren cuando el verano apuñale el invierno.
Inventa hojas que no caigan nunca
que lleven mensajes a lo eterno.

Inventa una lágrima que no se seque nunca
un arco iris blanco y negro,
que descubra el secreto.
Inventa la maquinaria del viento,
las nubes solo buscan la brisa.

Inventa besos que no se recuerden,
ojos de papel, lunas de miel.
Inventa un libro que no se pueda leer,
inventa olvidos para recordar después.

Inventa algo que contemple la necesidad,
algo que mate la oscuridad,
pero no las tinieblas,
pero no las tinieblas,
pero no las tinieblas.

Inventa cementerios para los inmortales,
para los ausentes y los labios,
inventa máscaras de hielo para las mentes,
para los recuerdos.

Invéntame con un poco de tus labios,
con un poco de olvido,
con un poco de vestigios,
con un poco de terciopelo.

Invéntame con un poco de negro
y un poco de blanco.
Invéntame con un poco de naufragios,
invéntame con un poco de soledades.

Invéntame que yo contemplaré la necesidad,
contemplaré el olvido
y olvidaré que me inventaste,
para perderme en mares de hastío.

Dos Mares

Te escribo sin que conozcas mis palabras.
Hoy lo hago porque pierdes algo,
pero mañana ganas lo mismo.
Porque pierdes dos mares turbios
y te ganas otros dos igual de cristalinos
más hermosos,
igual tuyos.

Escribo sin saber que escribo,
no pensaba llegar a escribirte
aunque lo sepas o no,
da igual,
al final esos mares aunque sean míos,
siempre serán tuyos,
pero me gustaría ahogarme en ellos,
ojalá para siempre.

Escribo sin que sepas que te escribo,
aunque ahora mismo podría decirtelo.
No sé si me escuches en susurros
que dicto a la noche,
en medio de sueños turbios,
incesantes,
constantes.

No sé si alguna vez pueda susurrarte sin escalas
ni intermediarios,
sin peticiones,
sin dudas,
sin reparos.

Escribo sabiendo que no leerás estas palabras
y si las lees dudarás que son tuyas,
tanto como son mías,
pero con más de tí, que de mí.

Porque no son sólo los dos mares,
viejos o nuevos.
Sino también los brillantes que te iluminan,
el canto que me apacigua,
la fuerza que nos domina,
la soledad automedicada,
la barrera que me impones,
la ausencia que me llena.

Y no es sólo la fuerza,
y la soledad
y la barrera
y la ausencia
ni los brillantes
ni los mares,
ni que leas
o que no leas,
ni que sepas
o no sepas.

No es solamente todo y nada
ni los susurros via aérea,
ni los intermediarios,
ni las directas,
ni las indirectas
ni las esquivas
ni ahogarme en tus mares
o resignarme a quedarme en la orilla.

Es que no sé como ahogarme,
ni cómo susurrarte,
ni como quebrar barreras,
ni como ser más indirecto
y menos recto
ni si contarte ahora que estas palabras
son más tuyas que mías.

Y que mañana tendrás los mismos dos mares,
igual de hermosos y cristalinos,
igual de tentadores para ahogarme,
y que seguramente todo será de otro color,
para mí siempre será del mismo,
aunque siga en la orilla
y no sepas
que quiero ahogarme
ahora mismo en esas aguas turbias

Poema II

There’s a bird on the window
and my tears are running away,
the cold night kills the day
and tomorrow won’t find the way.

That's my blood down there,
mocking my eyes ,
that's my heart flying away
that's my blood flowing down there

There will be no more light my way
or little dreams each night and day
It’s like I wrecked with a heart of stone,
do you even have a heart at all?

Neither the colors or the sky,
can find the words now,
gone with the wind and indifference
of lost time.

Now not even heaven or hell
can pull me back,
the road has gone dark,
there’s no more light, no more dreams to be found.

There will be no more light my way
or little dreams each night and day
It’s like I wrecked with a heart of stone,
do you even have a heart at all?

Now the faded colors form a stream
in which eyes and words go deep,
the river flows without me
how I wish I would not be

And if I knew what I could do
I would,
And if I knew how to go back again
I would.

But time passes by,
and I’ve lost myself
along the way.
I wish I could go back,
maybe start on a new track.

Painting new words in the sky,
sending some smiles by hand,
I wish time did not exist
so I could find bliss,
and change the scene

Cause without you
there's no will,
to continue with no light
on this dark road
where every time is night

There will be no more light my way
or little dreams each night and day
It’s like I wrecked with a heart of stone,
do you even have a heart at all?

There will be no more light my way
or little dreams each night and day
It’s like I wrecked with a heart of stone,
do you even have a heart at all?

Wish I could get back,
to find the dreams
to paint the sky
to find the bliss,
to send the words to angels,
to send the wind with tunes,
and to find myself once more
seeking little dreams
and walking
as you light my way back home.
There will be no more light my way
or little dreams each night and day
It’s like I wrecked with a heart of stone,
do you even have a heart at all?

Poema

Las últimas palabras
antes de decirte adiós,
antes de borrar las huellas,
antes de no existir.

Las notas de un piano
al amanecer frío y pálido,
me recordarán siempre
las cosas que imaginé,
las cosas que no te dí
y las que te regalé.

Como antes
no soy más que un extraño,
un ajeno de la acera,
una mirada cualquiera,
perdida entre las calles.

Jamás me volverás a encontrar,
jamás volveré a soñar,
soy una anécdota extraña en tu vida,
soy un domingo más.

Recordaré por siempre este día,
aquél en que te liberé de mí,
aquél en el cual sin decir palabras
solté las riendas,
sin mirar adelante,
sin mirar atrás.

Sintiendo en mi alma
el arrepentimiento inclusive antes
del suceso,
pero por mi memoria
era lo mejor que pude haber hecho.

No somos culpables
de nuestra idiotez,
quizás solamente la mía
al quererte alguna vez,
no culpo el olvido en el
que he caído,
por la distancia,
por el olvido,
son solo cosas del sol
y de la luna,
de días de lluvia.

Sin decir nada digo todo,
con el corazón en la mano,
digo adiós entre sueños,
esperando no ser juzgado,
esperando quizás ser recordado.

Todo aquello que dejé en el camino
sigue siendo tuyo,
siempre tuyo,
y quedará como el cuento
en tus libros,
de aquél que como llegó
se fue.

No reprocho nada,
ni arrepentimientos quedan,
solamente un suspiro
de esos que nunca llegan.

Aunque nunca me veas partir,
ni yo a ti,
recordaré siempre las fotos
que quedan en mi cabeza,
de esos colores que quise encontrar,
de esas canciones que quise entonar,
de esas palabras que te regalé,
de los versos que te robé,
de las miradas que me perdí,
de lo estúpido que fui.....
y de lo poco, pero tan poco
que seguramente recordarás de mí

Coctel

Estoy en frente a uno de esos cocteles que contienen casi todos los géneros de bebidas alcohólicas que pueden exsitir, esa mezcla, ese mix demoníaco que contiene absolutamente todo lo imaginable mezclado en un inmenso vaso, que al comienzo parece ser diminuto y fácilmente dominado por mí. Pero en realidad es enorme y sobrepasa mis capacidades. Más allá de ser un coctel realmente es un reflejo de todo aquello que tenemos dentro, es un coctel de emociones, de sensaciones, de todo lo que tenemos dentro y que nos hace lo que somos y lo que mostramos al exterior.

Ahora que me siento frente a él y lo analizo detenidamente, me doy cuenta que todo eso no es más que todo lo que llevo dentro, o llevamos, y que así tal cual como se ve en ese vaso inmenso, lo tenemos todo dentro así uno sobre otro, un poco de rabia, un poco de dolor, una pizca de amor, una pizca de llanto, una onza de ira, una onza de pasión, un vaso de euforia, y así uno tras otro, todos los ingredientes que componen el coctel humano que somos y todo lo que expresamos y somos por dentro y por fuera. Así tal cual como recién servidos se encuentran los tragos de cada una de nuestras sensaciones y emociones, en una copa llena servida enfrente, inmóvil y quieta, esperando a ser sacudidad y mezclada por nosotros.

Todas esas emociones se mantienen de alguna manera indiferentes a las demás, unas sobre otras, pero sin ir a interrumpir las funciones de las demás, cada una en su espacio, en su momento. Cuando las tomamos por aparte quizás el efecto alcoholizante pueda ser controlado y tan solo gritemos un poco de euforia o de ira o quizás de rabia o dolor. Pero todo eso pasa, se va, la marea se calma y al bebernos la emoción y pasar el efecto, solamente queda la resaca de aquello que fue, que en su momento no vamos a entender. Pero sucede muchas veces en la vida de cada uno de nosotros que formamos un coctel, una pizca de aquí y de allá, un trago de esta y de esta otra, para mezclarlos todos indiscriminadamente en un coctel bomba que aunque de antemano sabemos nos va a aniquilar, igualmente lo preparamos con toda la entrega del caso para luego tomarlo, de a poco, de a sorbos, mezclando entre tanto con el pitillo. Aquel poco de rabia, con ese otro poco de dolor y esa pizca de alegría, y tomamos el sorbo, profundo, dejando que todo se revuelva dentro y se mezcle, que entre ellas mismas se maten a trompadas por querer salir primero o dar el primer paso, mientras nosotros seguimos ingiriendo de a poco nuestro coctel infestado de todo aquello que nos hará estallar.

Poco a poco todo esto se acumula, va bajando y va llegando a cada rincón de nosotros, acumulándose, apiñándose hasta no tener más espacio, haciendo presión interna hasta llegar al punto de explosión. Ese, el momento justo cuando sin ninguna razón gritamos, se nos ponen los ojos como dos grandes bolas, tenemos la fuerza sobre humana que nada nos puede detener. El momento en el cual perdemos la razón, nada existe, no hay obstáculos, somos como animales envueltos en medio de nuestra piel, ese momento cuando puede haber desespero, odio, rabia, amor, dolor profundo y las lágrimas no se detienen, solamente fluyen, todo fluye y el coctel explota, la mezcla perfecta que hace que todo surja, que estalle, que entremos en ese éxtasis que de alguna manera natural no deseamos, pero que sin embargo una y otra vez nos encontramos en el camino y como si tuvieramos todo el coraje del mundo nos enfrentamos como valientes ante este coctel, lo tomamos completamente, cada gota una a una hasta saciarnos, hasta llegar al punto de explotar y dar rienda suelta a todo eso que llevamos dentro. Hasta terminar agotados y rendidos, sudando y a veces hasta maldiciendo aquello que acaba de suceder, pero es naturaleza humana de alguna manera, o quizás un poco de egoísmo, de narcisismo, de auto indulgencia que nos hace ser lo que somos y poder expresarnos ante los demás como nos venga en gana.

Al final solo observo el largo vaso, lleno de colores, de aromas, de una mezcla interesante de todo es, sin tocarse, esperando a ser agitadas, esperando ese detonador que las haga excitarse y mezclarse para comenzar a activar todo aquello que tienen dentro. Así impacible y sin parpadear observo aquello que tengo ante mi, esa bomba de tiempo, todo eso perfectamente preparado, sincronizado para hacer los fuegos artificiales para los que fueron creados. Aún así temiendo lo peor con valor y coraje tomo el vaso con fuerza e ingiero cada una de sus gotas, esperando que estalle lo más pronto posible, aún sabiendo todo aquello que me espera, una y otra vez digiero y preparo cada vez ese coctel, monstruoso quizás, pero que cuando explota de alguna manera me hace sentir completamente humano.

16/10/08

Amores que matan nunca mueren.

Inmerso en un universo inmenso de sensaciones cojuntas, mezcladas, todas envueltas en el mismo papel y puestas en mi mano. Parece que las aprieto con todas las fuerzas, para no dejarlas ir, o por lo menos para contemplarlas por un buen tiempo y disolverlas con la mirada, volverlas polvo para dejarlas ir.

Es extraño que en momentos así realmente no tengo las suficientes palabras para contarle al viento lo que pasa en este momento por mi cabeza, por mi cuerpo, y como todo se revuelve una y otra vez y no sé en que dirección van, ni dónde van a terminar. Ahora siento la necesidad de expulsar muchas cosas de mí, pero al mismo tiempo siento que a mi cuerpo le cuesta trabajo dejar todo eso y se lo quiere comer, como lo ha hecho todo este tiempo y quedarse con todo, está aferrado a un montón de diversas emociones que ya no son muchas sino una sola. Una inmensa bola de nieve que se ha quedado estática.

Tengo miles y miles de pensamientos que pasan ahora por mí, muchos de ellos escaparán al olvido del universo, mientras otros dan y dan vueltas sobre mí esperando quizás una respuesta de sí mismos o esperan que yo los detenga y les de el secreto universal del no pensar. Me faltan palabras para transmitir, pero siento que tengo todo el léxico del mundo en mis manos en este momento y que podría escribir la prosa más extensa que se haya escrito, quizás epopeyas, poemas enormes que narren toda una vida, que puedan cubrir el océano entero y secarlo con la tinta impuesta en sus líneas y dibujar en todos los mares la historia que ira de playa en playa dejando huella y marcando la vida de aquellos que puedan leer sus líneas.

Habría tanta vida para escribir y poco tiempo para contar que quizás simplemente las palabras se agoten antes de ser escritas o habladas y no quede sino el inmenso silencio de una nada llena, intensa, extasiada de todo que implosionará para sí y dejará todo inundado de sin sentidos. Las cosas van y vienen, quedan las heridas y algunas cicatrices en medio. Quedan los vestigios de los suspiros entrecortados que se carga el viento y los descuartiza para repartirlos por aquí y por allá, dejandome desnudo, sin el más mínimo reparo de abandonarme y dejarme morir. Los amores que matan nunca mueren y aunque salgan de mí y los eche a volar con mis propias manos y los expulse, siempre quedarán tatuados en mi alma y en algunos rincones de mi piel, como aquello de lo que pudo haber sido, de aquello que fue, de aquello que nunca quise que fuera y de todo lo demás que me perdí.

Aquellos colores oscuros, densos, pastel. Aquellas heridas profundas, las gotas de sangre que quedan plasmadas en medio de mis ojos invisibles para todos aquellos que me han olvidado, y para todo aquello que olvido. Todo queda marcado en la línea de las manos, quedan los pasos y las huellas profundas de todo aquello que me revolcó. Ahora no hay más que aferrarse a lo que no queda y dejar ir lo que siempre ha estado, igual los amores que matan nunca mueren y podemos morir una y mil veces, como quizás ya lo he hecho, pero sin embargo todo eso nunca muere y regresa como las olas van y vienen de la playa y mis pies, son mis manos, mi cuerpo, mis pensamientos, mi mirada profunda a tus ojos, y los suspiros mutilados por el aire que se dispersan entre tantos oídos sordos que simplemente soplan para que a la final ninguno de ellos llegue a ningún lugar. Y mueren, pero no matan, mientras uno mata, pero ellos no quieren morir, y en cambio muero casi siempre, aunque no para siempre, y lo que me ha matado, nunca muere.

13/10/08

Dos horas

Dentro de cinco minutos estaré de nuevo dos horas antes. Desapareceré y volveré a comenzar, dos horas atrás, lo mismo que estoy terminando ahora. Tengo la gracia para devolverme, dos horas solamente y hacer cualquier cosa que quiera. Dentro de cinco minutos no estaré más aquí, aunque realmente si lo estaré, pero de una manera diferente, siempre siendo el mismo pero un poco diferente, con dos horas más de experiencia de vida, con dos horas más de sensaciones, dos horas más de vida sin sentido, dos horas más que no servirán de nada y para nada.

Dentro de cuatro minutos desapareceré para estar en el mismo sitio que hace dos horas, o sea en cualquier parte irrelevante, del mismo lugar donde siempre me he encontrado. Seré diferente pero casi igual que siempre, tendré la misma ropa y andaré quizás por la misma calle que crucé en ese momento, o tengo el poder de decidir andar por el otro carril y cruzar la mirada con alguna persona extraña, saludarla quizás con un ademán de mis manos o una mirada tipo saludo de esas modernas. O me quedaré quieto en el mismo lugar, encenderé un cigarrillo que al final de las dos horas será un cigarrillo menos que me he fumado, ya que volveré luego de otras dos horas a desaparecer y comenzar de nuevo en el mismo sitio, con un saludo menos, con un cigarrillo menos, con algunos pasos otra vez para re utilizar y con la misma decisión de cruzar o quedarme en el mismo lugar y coger la misma u otra dirección.

Dentro de tres minutos desapareceré para quitarme de encima la experiencia adquirida en estas dos horas para aprender dos horas atrás que no debo tener experiencia ya que en dos horas no quedará nada de ella, y así habré aprendido algo útil para después. Luego pensaré en si es necesario gastarme el mismo dinero en comprar un cigarrillo que no hará daño porque lo perderé dos horas después, o si más bien compro demasiados sabiendo que eventualmente todo se evaporará en el tiempo futuro que me retornará al mismo punto ya vivido y que seguiré con la misma cantidad de dinero en mis bolsillos. Podré hacer cualquier cosa que me plazca, al final nada tendrá la relevancia, ni ninguna consecuencia terrible para nada ni nadie. Así que tampoco valdría la pena desgastar tiempo pensando en qué podría hacer si al final será desecho todo por volver a comenzar. Y pienso que me voy a cansar, aunque en realidad siempre comenzaría como si nada hubiera pasado, pero el sólo pensarlo me cansa, me cansa demasiado como para desgastar mis energías en actividades inútiles.

En menos de un minuto desapareceré y estas palabras no tendrán sentido, porque serán escritas una y otra vez, a la final no existen y no son más que un legado de uno de esos tantos rayones de tiempo en los cuales por aburrición quizás escribí esto y luego lo volví a escribir, o quizás no y simplemente quedó por ahí y si tiene alguna consecuencia inútil, como tantas otras. O simplemente no recuerdo que hice en las dos horas pasadas y estoy repitiendo exactamente lo mismo que he hecho durante todo este tiempo, porque siempre me da pereza pensar en otra cosa, porque pienso que igual nada va a importar y no tendrá trascendencia y me siento a escribir una y otra vez lo que pienso, que siempre ha sido lo mismo y nunca ha cambiado aunque yo crea que sí.

Ahora sé cómo terminar unas palabras que quizás ya han sido escritas una y otra vez, lo cuál significa que no debo preocuparme por cómo terminar, ya que de alguna manera está terminado, y no tendrá ningún sentido, pero eso es mejor a tener que pensar en cómo terminar antes que se me acabe el tiempo. Suena irónico pero realmente el tiempo no se me acaba, es solamente la necesidad de sentir que tengo que acabar para volver al comienzo y tener esa misma angustia cada dos horas de comenzar y terminar, siempre con lo mismo o posiblemente doblando aquella esquina y perdiéndome por una hora y algunos minutos, para luego volver a estar en el mismo sitio y decidir si perderme por la esquina o seguir haciendo lo mismo de siempre, que puede ser siempre eso o simplemente esto, y este preciso instante de no tener certeza de si he repetido esto una y otra vez o no, y ahora que desaparezco todo será diferente.

10/10/08

Volver

La lluvia golpea la ventana rítmicamente, se inunda el cristal de alucinaciones acuáticas, de formas distorsionadas de un paisaje perfecto. El cielo gris se cierra cada vez más alcanzando dimensiones surrealistas y acapara los cuerpos indefensos de aquellos que transitan afuera. El viento deja de soplar y se vuelve pentrante, el frío entre por los huesos, consume los nervios e inunda de escalofríos el frágil cuerpo que no tiene defensa alguna ante tal ataque.

Se despejan las dudas, el agua viene y limpia las heridas, se lleva los desechos y la inmundicia dejada y estancada en las canales de la vida. Corre y corre sin parar, así como el tiempo, pasa sin detenerse, nada puede pararla, ella sigue si camino decidida y fuerte y se lleva consigo todo aquello que encuentra en el camino. Hace frío y el paisaje se vuelve la fotografía de aquellos lugares que en sueños hemos visitado, un pantano, un mundanal incierto de pasos inseguros y de peligros debajo de nuestros pies. Se distorsiona el panorama a través de las gotas que se han alojado en la ventana, parece que se van a quedar ahí por siempre, como garrapatas aferradas a una vida dolorosa y placentera, se niegan a morir, se niegan a soltarse y dejarse caer libremente y chocar en el pavimento rudo, fuerte y frio que las espera para hacerlas volar en miles de fragmentos que irán a parar al infinito mundo del más allá, dónde se reunirán de nuevo con sí mismas y volverán a caer, una y otra vez frente a miles de cristales. Quizás para no morir en cuestión de segundos, quizás lo que quieren es echar un vistazo adentro, aferrarse a eso que no pueden ser, dejar su huella ínfima plasmada en la mirada de aquellos que se sientan a mirar a través del cristal, y suspiran, y se alegran, y encienden un cigarrillo y piensan lo bueno que es no estar afuera.

Se distorsiona la realidad por ese ejército de partículas que se aferran con poca fuerza a ese huésped que las acoje sin miedo, a ese huésped que realmente no tiene interés alguno en mantenerlas por mucho tiempo o que se queden eternamente. Así observando el ruido de la lluvia golpear el vidrio, a veces con más fuerza, a veces menos intenso, la vida se pasa, y nos aferramos a lo que fue o pudo haber sido, esa historia que quisimos escribir pero que jamás pudo ser contada. Esa carta que quisimos enviar pero que nunca fue escrita, o nunca enviada. Volvemos como vuelven las gotas a esos viejos cristales, tratando de no caer con tanta facilidad, tratando de aferrarnos a lo innecesario y lo insignificante. Somos gotas de lluvia que de a poco nos vamos deslizando por inercia de esos ventanales inmensos a los que hemos golpeado con intención o por accidente, y miramos al interior y queremos ver y husmear y saber todo lo que sucede, mientras nos mantengamos firmes antes de caer.

La realidad casi siempre se equivoca, porque nosotros vivimos en nuestra propia habitación, mirando a través del vidrio lo que pasa afuera, o lo que pasa adentro, pero desechamos todo aquello que no nos gusta, podemos cerrar y abrir las cortinas a disposición y crear la realidad que no es cruel, que no duele, que no se distorsiona por las gotas de lluvia que caen y caen y nos golpean y nos entran hasta los huesos. La realidad casi siempre se equivoca porque no la creemos nuestra, porque es ajena, es vil, es malvada, es dolorosa, es cruel y mal intencionada y esa no puede ser la realidad. Se distorsiona el mundo cada vez que miramos a través de la visión ficticia de las gotas de lluvia que quedan aplastadas frente al cristal, cambia la perspectiva del andar, los pasos se vuelven moderados y tenemos más cuidado al pensar que camino seguir.

El mundo se oscurece por la nube que nos abriga, el viento deja de soplar pero ataca con más furia por dentro y algunos solo ven llover desde su habitación, sin mirar afuera, sin mirar atrás, solamente se dejan mecer por el estallido dulce de las gotas que atacan como un ejército enfurecido, que viene a removernos a nosotros de esos ventanales a los cuales estamos aferrados. Vienen a limpiar la inmundicia y aquellas esquirlas y heridas que van dejando las huellas del tiempo, esas que nos hacemos cada vez que caemos y golpeamos fuertemente un vidrio para nunca dejarnos caer y aferrarnos a esa distorsión surrealista de la realidad, que a la final quedará solamente plasmada en fotografías como recuerdos que pasarán de vez en vez ante nuestros ojos, mientras caemos lenta o velozmente al feroz pavimento, duro, frío y seco que nos hará elevarnos otra vez, para preparamos para la siguiente caída.