29/4/10

Something extraordinary

I know the do's and dont's
I know I'm weak, and you're strong
None of us ever left home
we're stuck in the middle of the road.

There is nothing bad with the sun,
is just a star dying like us.
There is nothing wrong with us,
I just can't break the tie.

I need something extraordinary to happen,
I need something extraordinary...
I wish I could let you go,
I wish I could let go
I wish I could go...

It isn't a matter of time,
were bonded for life.
How long before you let me go?
No one ever knows....

Obscured by clouds,
things im not supposed to do...
Blinded by you,
Or was it me that ran through.

I need something extraordinary to happen,
I need something extraordinary...
I wish I could let you go,
I wish I could let go
Please, please, let me go......

24/4/10

A ninguna parte

Eso de perderle el gusto a ciertas cosas puede ser un problema, a mi parece que ya nada me sorprende. Es un problema sentir que no hay nada nuevo bajo el sol, aunque si lo hay, pero hay ceirtas cosas que realmente han perdido su capacidad de sorprenderme, o más bien he perdido la capacidad de dejarme sorprender. Son tiempo fríos, son tiempos en dónde todo parece pasar excitadamente y yo contemplo estático como sobre un podio tratando de descifrar algo, solamente porque tengo que invertir el tiempo en algo, pero no porque realmente quiera encontrar alguna respuesta a una pregunta que ni siquiera me he formulado, pero existe.

Son momentos infértiles, quizás hay ciertas cosas que después de cierto tiempo comienzan a pesar, y aunque uno pensaría que son las cosas malas las que pesan, realmente las cosas buenas también, y ese es el mayor problema de todos. Creo que hay muchas cosas que han perdido la intensidad de antes, la pasión por el mundo se ha desvanecido, no siento nada, soy una persona completamente incapaz de sentir. Una marea grisácea se posa sobre mí, y no hay nada que esté haciendo concientemente para detenerla, sigue ahí, quizás ha estado ahí por mucho tiempo, pero ahora me nubla los sentidos. Todo parece estar tan inmóvil, todo es tan parecido a cualquier cosa que aunque lo intente no vivo nada nuevo, creo que he drenado mis venas de vida y quedan solamente aquellas gotas que me mantienen en pie, que me hacen aún humano.

No hay nada nuevo bajo el sol así este persista en permanecer frente a mí, con su mirada viciosa tratando de poseerme nuevamente, tentándome a sus dominios ofreciéndome esas banalidades obsesivas sin sentido que recorren los caminos andados. Nada parece haber por ahí, no hay nada más allá de la punta de mi nariz y todo lo que se acerca es rechazado con una displicencia sorpresiva para el más compasivo de los seres. Nada parece tan cierto y aquella esperanza de esas cosas que uno nunca sabe pero en las cuáles tiene fe simplemente se esfumó. Ya ningún pensamiento despierta el más mínimo sentido de totalidad que antes me vitalizaba.

Lo más extraño es que sin embargo algo ha cambiado, y sigo andando desaforadamente como si no hubiera retorno ni destino, pero con la poca fe que me queda de que algo se cruzará en mi camino, como aquellos zorros nocturnos en medio de la basura escarbando su futuro en medio de la luna tímida que cobija aquellos pensamientos impuros de los pobres mortales que están atados a la promesa de una liberación extra terrenal que jamás llegará. Preguntas casi no quedan y no porque tenga las respuestas a todas aquellas nunca dichas o porque haya perdido la curiosidad, la curiosidad me perdió a mí y si lucha quizás pierda la batalla ante tal montaña.

Son tiempos fríos, secos, roídos por el tiempo que ha pasado, por la confianza permitida y estrellada contra la pared de los lamentos eternos de aquellos que aún tienen corazón. Nada me sorprende, estoy inamovible en medio de la inmensa jungla que quiere llevarme con ella, yo sólo quiero permanecer y seguir adelante sin dar un sólo paso. Son tiempos gélidos, pálidos inmersos en un cuadro impresionista y abstracto de el mundo multicolor se niega a retirarse, y sigo yo cazando el aire en el vacío, esperando que el vacío me agarre en el aire, antes de caer.

18/4/10

Miranda

Alguna vez le dije a Miranda que todo aquello no eran más que palabras que irían a parar a ninguna parte, que no se esforzara demasiado que al final éste mundo es tan impersonal que todo iría a parar en el culo del mundo y que si no nos toca ser el de turno en el momento, entonces todo estaría bien. Siempre me discutía por lo mismo, siempre era las mismas frases estructuradas con ligeras improvisaciones cuando veía que hacía esa cara de saber lo que iba a decir en seguida, entonces cambiaba el libreto, o eso creía, y me trataba de sorprender con la misma idea pero en orden diferente.

Casi nunca se callaba, aunque para ser sinceros era muy tímida, nunca hablaba con nadie, se sentía incómoda inclusive cuando yo saludaba a alguien en la calle, nunca alzaba la mirada, siempre se quedaba como extasiada dentro de sus propias manos jugando seguramente a hacer figuras mentales y perdiéndose en océanos de nimiedades. Aún así siempre que andaba conmigo era imposible no escucharla, no sólo porque su voz era dulce, armoniosa y era imposible no decir que lo envolvía a uno en una especia de aura mágica que era imposible ignorar. Yo podía quedarme horas ahí inmóvil escuchando lo mismo una y otra vez, eso sí ella nunca paraba, no me dejaba si quiera decir que quiera pararme e irme de ahí, todo tenía que ser a punta de gestos, si pronunciaba una palabra se sentía atacada y ahí si que realmente dejaba de hablar por largos períodos de tiempo.

Solía buscarme a veces en las tardes, sobretodo para ver los atardeceres casi imposibles de la ciudad, le gustaban sobretodo esas tardes en las cuales había llovido y cierto olor permanecía en la atmósfera, era quizás cúando más feliz era y se le notaba, sus ojos, su sonrisa y lo más importante solamente quería quedarse ahí sentada tratando de llevarse un poco de sol mientras se hundía en el ardor de una jungla de cemento. Luego simplemente se paraba y se iba, por lo general me dejaba sólo y volvía a aparecer días después, a veces me tomaba de la mano y silenciosamente caminábamos de vuelta a casa. Siempre me preguntaba que tendrían esas tardes que la hacían no mucitar palabra, que sería tan especial que aunque siendo la misma era la Miranda que casi nunca se dejaba ver.

El tiempo pasó entre atardeceres, algunas noches de monólogos mientras yo cataba vino y fumaba algunos cigarros, otras veces simplemente sin razón alguna me abrazaba y se quedaba a mi lado sin si quiera mirarme o pedir nada, podía estarse horas enteras inmóvil, una cualidad que siempre le admiré pero jamás pude copiarle. De a poco aunque había más lluvias, las llamadas eran menos frecuentes, a veces iba yo sólo a buscarla en los usuales sitios dónde podría estar y nunca tuve suerte. Luego simplemente no volví a escuchar su voz. Traté de buscarla en su casa pero nunca nadie respondió, me encontré con las pocas personas que podrían saber algo de ella, y casi ni la recordaban. Había pasado un tiempo, todo se volvió silencioso y trataba de atrapar atardeceres por mi cuenta, siempre después de una tarde de lluvia. Lo último que le dije a Miranda era que no se preocupara, que esas palabras en un mundo tan impersonal no irían a parar a ninguna parte a menos que fuéramos el culo del mundo de turno y entonces ahí si tendríamos que preocuparnos.

No sé si me escuchó, tal vez lo hizo y por eso quizás quiso atrapar el atardecer por sí sola y andará perdida en medio del gris y el naranja del horizonte. Quizás algún día no tuvo nada más que decir y simplemente decidió partir, seguramente de este mundo, y andará posiblemente endulzándole el oído a los ángeles o martirizando a los demonios. De pronto se ha transformado en lo que siempre quiso ser, cosa que nunca supe pero sospechaba que quería ser alguién u otra cosa más excepto ella, y merodea por los mismos lugares, de pronto está conmigo cuando miro el atardecer y trata de comunicarse pero no domina aquello de la traducción de su idioma al humano corriente.

Nunca hablé con Miranda, porque mis palabras nunca fueron necesarias, porque nunca quise quizás hablar más de la cuenta o nunca quise responderle, pero la extraño más de lo que extraño mi propia vida, porque mi vida era ella y ahora en el inmenso silencio de los atardeceres y ese olor a lluvia me siento abandonado y sin rumbo, porque ella era el rumbo, era lo que me mantenía vivo matándome de a poco y consumiendo todo lo que tenía mi ser. Lo último que recuerdo es haberle dicho que esas palabras irían a parar a ninguna parte, ya que en un mundo tan impersonal a nadie le importaría e irían a parar en el culo del mundo y mientras ese no fuera el nuestro todo estaría bien. Quizás se fue a buscar alguien que la escuchara en el culo del mundo, quizás nunca debí decirle nada, quizás fue un error decirle eso, lo único que pude decirle después de tanto tiempo, y seguramente no era lo que ella esperaba y por eso me abandonó. La extraño más de lo que me extraño a mismo, porque quizás siento que yo me fui con ella y quedó solamente esa sombra que divaga de un lado a otro tratando de encontrarla, para encontrarse a sí mismo.



12/4/10

Eiti Leda

Bueno no sé si mis usuales lectores, que creo han ido disminuyendo últimamente, se han dado cuenta del nombre de mi blog, fermata eitileda. No sé si muchos saben, porque saben, o investigaron o qué el significado del nombre. Pues bueno no es nada importante pero la entrada de hoy da para una explicación. Fermata significa parada o pausa en italiano, La fermata del'autobus, la parada del bus, para los que no me conocen si hablo italiano aunque no tan bien como quisiera, me falta práctica. Eiti leda, pues no significa nada, es una canción de una de mis bandas favoritas Serú Girán, si la de Charly por allá con Pedro Aznar y otros tantos monstruos que fueron considerados los Beatles de sur américa en su momento. Pues la relación entre una y otra palabra no tiene nada que ver, se me ocurrió porque es de mis canciones favoritas y el Fermata por ser una pausa para la lectura, o por lo menos esa es la idea.

Ahora por qué el cuento ahora del nombre, bueno hoy estoy Eiti leda, para los que les da pereza buscar la canción no se preocupen les pongo la letra abajo, eso sí el audio búsquenselo tampoco. Me siento Eiti leda porque estoy perdido, porque he tratado de encontrar salidas y no veo, porque se viene el mundo encima y creo que me dí cuenta demasiado tarde, porque ando angustiado, nervioso, solitario, y volviendome más loco aún de lo que ya estaba. Porque creí que estaba buscando soluciones y creo que creé más problemas, porque por querer ayudarme y ayudar a alguien terminé cortando definitivamente lazos. Porque quiero eliminar fantasmas pero son demasiado invisibles y jodidos de aniquilar, aunque debo decir que me siento orgulloso de la meta que he alcanzado hasta ahora, pero igual elimino unos y aparece otro.

Estoy Eiti leda porque no sé que carajos significa, así como no tengo ni idea de que es lo que tengo, si es un síndrome post contemporáneo absurdo, o es la crisis de la edad semi adulta, o es todo y nada, o si solo es un mal sueño que estoy viviendo y todo esto no es más que una gran mentira. Sea lo que sea quiero que pase y rápido, quiero parar, quiero decir por primera vez en mucho tiempo, hay algo, tengo algo que cultivar, algún camino que seguir, y recuerdos que recordar. Estoy Eiti leda porque todo es tan surreal que parece mentira, pero al parecer la vida de real no tiene nada y es una comedia de esas increíbles que son hasta ridículas con finales más ridículos aún. Espero que esto sea cualquier cosa menos lo que creo que es, que no sé que es, pero que se siente mal, erróneo y sin dirección.

Mañana será otro día, pero el viento seguirá soplando en contra mía y el sol tímidamente me acompañará tratando de proveer algo que me llegue, no sé si lo hará o no, pero espero que de pronto lo haga. Todo seguirá igual. nada ha cambiado, solamente un pedazo de mi vida que ha quedado olvidado en medio de calles grises, parques, bares, y memorias de algo que nunca se supo qué fue. Todo seguirá igual solamente que mi alma estará inhabilitada temporalmente por haberse mutilado y sacrificado sin saber por qué, como usualmente pasa con el alma de los hombres. Algo de mí me ha abandonado, algo de mí ha quedado innerte en el aire, algo de mí se ha quedado. Algo de mí que nunca olvidaré no contará más esa historia, algo de mí esta arrepentido, pero algo de mí sabe que mañana será otro día y las cicatrices quedan, pero sigo vivo, sigo atento y sigo con el tiempo.

Estoy Eiti leda porque así es la vida, porque todo cambia cuando no se está en ninguna parte, porque el no ser parte de nada hace que todo se vuelque hacia uno y el mundo se viene encima y no hay como detenerlo. Estoy Eiti leda porque tiene que ver con todo pero no tiene relación con nada, porque es quizás de esas cosas de la vida que dicen mucho pero al mismo tiempo es incoherente, he aquí el final, que no debería ser, pero que puede cerrar perfectamente eso que no sé que quise decir hoy..........

Este invierno fue malo
y creo que olvidé mi sombra en un subterráneo.
Y tus piernas cada vez más largas
saben que no puedo volver atrás
La ciudad se nos mea de risa, nena.


Eiti Leda
(C. García)

Quiero verte la cara
brillando como una esclava negra
sonriendo con ganas, nena.

Lejos, lejos de casa
no tengo nadie que me acompañe a ver la mañana.
Y que me de la inyección a tiempo,
antes que se me pudra el corazón.
Ni calienten estos huesos fríos, nena.

Quiero verte desnuda
el día que desfilen los cuervos
que han sido salvados, nena.

Sobre alguna autopista,
que tenga infinitos carteles
que no digan nada.

Y realmente quiero que te rías
y que digas que es un juego no más.
O me mates este mediodía, nena.

Entrando al cuarto, volando bajo
la alondra ya está cerca de tu cama, nena.
Quiero quedarme, no digas nada
espera que las sombras se hayan ido nena.

No veas mi capa azul
mi pelo hasta los hombros.
La luz fatal
La espada vengadora.
¿No ves que blanco soy, no ves?
¿No ves que blanco soy, no ves?

Quiero quemar de a poco
las velas de los barcos anclados
en mares helados, nena.

Este invierno fue malo
y creo que olvidé mi sombra en un subterráneo.
Y tus piernas cada vez más largas
saben que no puedo volver atrás
La ciudad se nos mea de risa, nena.

1/4/10

Soledad y Yo

Amando la soledad, por que toca, por costumbre, porque no quiero enrollarme la cabeza con detalles inoficiosos (que palabra más inoficiosa pero certera), para luego tener que recoger lágrimas, o dejar de tener taquicardías nocturnas por razones que solamente el corazón entiende, lo cuál nunca es bueno.

Quiero evitar, no sé si a toda costa, aquellos roces que se pueden evitar, pero que uno nunca quiere, para ver si por fin simplemente el camino que haya adelante, si es que hay alguno, se revele y sepa a dónde iré a parar. Por ahora creo que soledad está más acostumbrada a mí que yo a ella, a veces no la soporto lo suficiente, a veces quiero que se vaya del todo, pero casi siempre, y ahí está el lío, quiero que este conmigo, porque es tan sola que es perfecta. Sin embargo soledad no es tan fácil como uno creería, siempre hay esas cosas que están en el aire que molestan esas inconformidades, de parte de ella quizás, porque no le presto demasiada atención, porque estoy tan acostumbrado que ya sé que está ahí y no me interesa en lo más mínimo tener que recordármelo, sin embargo ella con su femeneidad de vez en cuando hace alguna pataleta para hacerse notar, nada extraño, solamente molesto.

Creo que como todo terminaré luego buscándola, porque así es uno a veces de idiota, porque cuando uno lo tiene no lo quiere y cúando no es lo peor que le puede a uno suceder en la vida. Trato de llevar todo diplomáticamente, quizás sea uno de mis atributos, y por eso todo anda estable, a pesar de que no es así, pero ella no lo sabe, quizás lo intuye y me clava esos puñales helados en algún momento que me hacen divagar en medio de espacios completamente llenos en busca de alguien que realmente la necesite.

Amando la soledad porque no hay de otra, tampoco es tan malo al final puedo quejarme, decir lo que quiera y siempre seré yo el que tenga la razón, lo bueno de todo es que nunca se entera de nada, y le puedo ser infiel, no porque lo sea por naturaleza, solamente porque como todo cúando uno lo tiene ya no lo quiere y luego le hace falta, por ahora mantengamos la distancia y la cercanía, cuando sea necesario.