21/7/20

Dudas

Hace un par de días escribí algo sobre el renacer del amor para mí, de cómo en estos momento la esperanza comenzaba a crecer de nuevo con respecto a encontrar de nuevo sentimientos en alguien, y especialmente encontrar la compatibilidad y el entendimiento que tanto se busca en cierto momento de la vida de una persona.
Por cosas de la vida, cosas que quizás no son más que inventos mezquinos de mi mente, y además parte de mi constante inseguridad, que me ha acompañado de nacimiento, han hecho que de cierta manera me arrepienta de haber escrito dichas palabras, y ahora todo es más un mar de dudas que cualquier otra cosa. No quiero encarar la situación de frente porque si estoy equivocado es claro que voy a salir perdiendo, es claro que esas inseguridades y esas dudas si no son verdaderas van a generar un problema el cual si puede terminar con dicha utopía en un abrir y cerrar de ojos. Eso por otro lado también me pone en una posición vulnerable porque al hacerme el de la vista gorda, corro el riesgo de cierta manera pelear con mi mente y enloquecerme un poco, por no saber realmente que está pasando, y en ese caso particular puede que pasen dos cosas. La primera es que las dudas se disipen, puede que solo sea un momento y que todo vuelva a como era antes, o puede que las dudas se incrementen, o que se confirmen de alguna manera y todo se derrumbe. 

Creo que debo estar preparado para cualquiera de las dos, debo ser consciente que la situación actual hace las cosas todavía infinitamente más difíciles, y que hay que tener demasiada paciencia, algo que no me hace falta, pero que en circunstancias como estas es débil de todas maneras. Al final el problema no recae en sí en confirmar mis dudas, en darme cuenta que tengo razón en sospechar o dudar, el problema radica, como siempre, en el dolor que esto puede causar, y sobretodo el desmoronamiento de un sueño que apenas comenzaba, que me puede volver a poner en una situación vulnerable, quizás de una depresión o una decadencia de la cual me sea difícil recuperar. Al final me recuperaré, porque no sería la primera vez que algo de esto sucede, el asunto se complica más por la falta de tiempo, la carencia de eso que simplemente pasa y pasa y que no podemos controlar, ya no tengo el tiempo suficiente, el necesario si, pero no el suficiente para esperar un largo período de tiempo hasta que otra vez aparezca la que es, no me puedo dar ese lujo ya tan fácilmente.

La conjunción de esas dos cosas son las que al final hacen el proceso un poco más tedioso, y hacen que de cierta manera el esperar se vuelva un juego peligroso, para mi salud mental sobre todo y emocional. Ahora es claro que ya no soy un adolescente, aunque muchas veces todavía lo parezco, y debo y tengo que ser capaz de controlar dichas emociones, por negativas que sean, y simplemente hacer de tripas corazón y seguir adelante, como igual tendría que hacer de todas maneras ya que todo esto se sale de mis manos siempre. El proceso es el cual no quiero vivir, esa incertidumbre, ese constante dudar, ese pinchazo en mi mente que no me deja tranquilo, todo eso es con lo que no quiero lidiar, porque de todas maneras independientemente del resultado el proceso es el que duele. Al final saber una respuesta positiva o negativa simplemente hace que sigamos adelante, resignarnos, porque ya no queda de otra, y todo eso malo que vivimos en el proceso desaparece, si es positivo es como si nunca hubiera existido, si es negativo se acaba la tortura, queda el sinsabor, pero al estar ya un poco preparado para ese escenario se pasa automáticamente a la etapa del darse golpes de pecho y reprocharse, pero el dolor se reduce en cantidades considerables, por lo tanto se sigue adelante, a pesar de todo.

Es claro que todo esto es nuevo para mi, por miles de razones, una de ellas es que jamás había entablado una relación con alguien tan rápido, y mucho menos sin habernos visto, lo cual lo hace aún más increíble, más interesante y quizás podría considerarse más pura, pero no deja de ser algo extremadamente extraño, y esas cosas extrañas, positivas, a mí no me suceden mucho, por no decir que nunca. La otra razón es la facilidad con la que las cosas se han dado, la sencillez, y el entendimiento en cosas elementales, pero sustanciales para los dos, que simplemente han compaginado de manera extraordinaria. El sentimiento, aunque no es el más fuerte del mundo, se puede sentir, de mi parte, más allá de un querer por la persona como tal, porque es claro que no nos entendemos ni nos vamos a entender en todo, es el sentimiento por lo que encierra la personalidad y lo que representa esa persona. Las similitudes son demasiadas para pasarlas por alto, en el sentido estricto de la palabra, es muy difícil encontrar comunión con alguien en cosas tan puntuales que son fundamentales para crear algo sólido a largo plazo. Esas cosas me asustan porque aunque posibles, lo he visto en muchas otras personas a través de los años, jamás pensé que me pasaran a mí, simplemente por el tipo de persona que soy, no porque no lo merezca o porque dudara de su existencia, sino simplemente por mi y mi forma de ser y ver el mundo, además de la resignación que cargo conmigo de que esas cosas no iban a suceder.

Es por eso que todo esto me llena de dudas, porque si ya tuviera experiencia con algo similar y hubiera tenido buenos o malos resultados, podría evaluar la situación y más o menos saber lo que me espera, con conocimiento de causa. Desafortunadamente mis casos más cercanos han sido más de una naturaleza sexual, de pronto con algo de sentimiento, pero más que todo el deseo físico de estar con alguien, lo cual en algunos casos se dio, en otros no, pero siempre tenía claro que era muy posible que no pasara más allá de eso, por lo tanto la forma de evaluarlo era completamente diferente. En este caso ya hay un sentimiento, una intención, una meta de por medio, un compromiso de cierta manera que va mucho más allá de algo tan explícito como un encuentro sexual, que después puede tener consecuencias o no. Aquí no existe ese previo, aquí es un compromiso de todo o nada hacia el futuro, es una metida de cabeza total para lograr otro objetivo mucho más profundo, por eso no puedo evaluar la situación, se puede asemejar, se puede comparar, pero no es exactamente lo mismo. 

Es por ello que estoy en un laberinto, en una cueva en donde voy en la oscuridad a tientas dando pasos en falso, muy lentamente, tratando de asegurarme que voy por el camino que debe ser, y que a pesar de ir a ciegas al menos hay algo, o la persona que está en frente mío, que me genera la confianza suficiente para saber que voy a salir al otro lado. Es un juego peligroso, hay muchas cosas en juego, muchos sacrificios, muchas emociones que van a subir y bajar, ir y venir, nacer y desaparecer. Es peligroso para mí, como para la otra persona, es un arma de doble filo, porque no quiero esconder mis emociones, no quiero darle rienda suelta a mi mente para que dañe todo, pero al mismo tiempo no quiero expresarlas totalmente porque al estar equivocado puede generar inclusive algo real e irrecuperable.

Las dudas hacen parte de la psique humana, sea porque así somos genéticamente o porque estamos condicionados por la sociedad que nos rodea, no importa realmente lo que queramos creer, puede ser un poco de las dos, o puede ser ninguna, pero dentro de nosotros siempre está la duda, por cualquier cosa en nuestras vidas, quizás creo yo de esas que nos sentimos totalmente inseguros, así no queramos reconocerlo. Mi vida ha estado llena de muchas dudas, especialmente en esas áreas del corazón, realmente no sé por qué, no recuerdo haber tenido realmente ninguna experiencia traumática, o algo que me haya hecho de dudar de mi tanto como yo mismo. No recuerdo nada que realmente me haya generado todo esto, más que mi propia ineptitud social, y de ahí yo mismo generé una inseguridad por comparaciones y cosas sociales, que aunque reales en su momento, las agiganté yo mismo, sin realmente tener ninguna base real para hacerlo. A pesar de los años y de que ahora eso es comparativamente mínimo a cómo fue en su momento, sigue siendo una sombra que está merodeando en ciertos momentos, y ahora que estoy de nuevo ahí afuera, después de tantos años, la sombra vuelve a aparecer. Es claro que yo no soy muy hábil para estas cosas, no que me sienta realmente mal por ello, quizás en desventaja, mi potencial es mucho más de lo que yo realmente pude llegar a asimilar durante mi vida, pero eso nunca me ha detenido, y ahora no es tan relevante en sí, pero de todas maneras para las cosas que quiero ahora en mi vida es importante no tener esas dudas y de pronto de una vez por todas ser capaz de eliminarlas del todo, así en éste caso en particular tenga razón o no, para seguir adelante es necesario de todas maneras deshacerse de esa carga de toda la vida, y así siga dando pasos en la oscuridad, confiar en que pase lo que pase la salida está del otro lado, y que aunque lentamente, allí llegaré y alcanzaré la luz que he estado esperando alcanzar.

Utopía

-¿Sabes lo que se siente cuando has casi vivido la mitad de tu vida y tienes todo resuelto y puff, de repente aparece la mujer de tus sueños, esa que siempre fue esquiva, que era inexistente, esa que pensaste que no existía y que hacia parte de una utopía. Y así no más todo eso que era tu vida se va desmoronando lentamente, porque es ahí, justo en ese momento en que sabes que es real, la puedes tocar, la puedes ver a los ojos y comprobar que no estás loco ni muerto tu vida cambia para siempre, y ese momento que pensaste jamás llegaría, llegó?. ¿Sabes a lo que me refiero?. Dijo Andrés a su compañero anónimo, ese que escuchaba sin inmutarse, que no entendía y que solo sostenía una copa, de muchas ya, que había bebido y con tan solo un gesto le dio a entender que no, que no sabía a lo que se refería ni podía entender de qué estaba hablando.

-¿No lo sabes?, pues hombre, déjame que te cuento un poco de mi historia, trágica y al mismo tiempo una comedia, porque así ha sido mi vida, la historia de cómo cuando te habías conformado con todo aquello que podías obtener y cuando ya tenías todo resuelto de repente deja de ser todo eso que tenías y pensabas para convertirse en la búsqueda de esa utopía.

Andrés era un hombre como cualquier otro a primera vista, sencillo, con una vida estable, un trabajo decente y suficientes amigos para hacer la vida llevadera sin mayores pretensiones. Era una persona que gracias a la vida había podido conocer rincones del mundo que nunca se imaginó, que aprovechó ese don aventurero y decidió recorrer el mundo cuanto pudo, hasta que la vida le tomó ventaja y tuvo que comenzar a decidirse por un camino a recorrer. Aunque no era muy sociable nunca fallaba en una conversación, era lo suficientemente atractivo, sin serlo demasiado, pero poseía otros dones los cuales casi siempre eran efectivos con el sexo opuesto, aunque eso a él, a pesar de ser consciente de ello, nunca le importó y pocas veces lo usó como un arma para poder conseguir lo que quería. Aparentemente Andrés era una persona normal, con trabajo, amigos y una vida cotidiana como la de cualquier otro, pero en el fondo no era así, era tímido, introvertido, le costaba mucho relacionarse a menos que tuviera la suficiente confianza para hacerlo, nunca era el centro de atención, prefería los libros y el arte de la soledad antes que la vida nocturna y tener que mezclarse con otros mortales, la búsqueda interna era lo que siempre lo había movido y había pasado por diferentes caminos intentando aquí y allá saber que era lo que quería y como hacerlo, sobre todo para los demás. De pequeño fue algo rechazado por su poca habilidad social, por mudarse tanto con su madre tampoco pudo nunca establecer amistades de por vida, por eso la soledad era su compañera y muchas personas se volvieron solo pasajeras, hasta que en algún momento todas se convirtieron en una página más de un libro que sería olvidado al final, así como él había sido olvidado por muchos en algún momento.

Si, aparentemente Andrés tenía una vida normal y plena, y en el fondo si era así, no se quejaba nunca de cosas que pudieran o no hacerle falta, siempre pensaba que tenía más que suficiente y que otros tenían poco y que el mundo debería cambiar para favorecer a todos por igual sin importar el costo. Su vida era normal hacia fuera, pero adentro siempre era diferente, siempre pensaba diferente y para no desencajar a veces se quedaba callado y se guardaba sus pensamientos, evitar los conflictos era primordial y era así como después de sus veinte años había pasado su vida, andando de un lado a otro en busca de la perfección de la imperfección que lo hacía tan humano como todos pero mucho más consciente a pesar de que no podía comprobarlo, pero en el fondo sabía que alguien tenía que haber allí afuera que se pareciera a él, que por lo menos lograra comprender algunas cosas de la vida de la misma manera y poder compartir esos espacios en dónde no se necesita nada más que la compañía de esa otra persona sin importar el mundo externo, sin prejuicios, sin esperar nada.

La vida continuaba como siempre y ya se hacía rutinaria, el confort que tantos anhelan pero que para él no era más que una falsa comodidad, porque siempre se podía hacer algo por los demás y porque seguía en la búsqueda de aquellos seres utópicos. Ya había intentado encontrar a personas semejantes, por momentos pensó que no estaba solo en el mundo, ni que era loco, ni estaba condenado a delirar por aquello que el creía tan obvio que no entendía por qué los demás no lo veían así. Encontró algunos un poco similares pero se esfumaron por cosas del viento, de la vida, del instante preciso, o se convirtieron en amigos entrañables sin esperarlo. Con eso podía satisfacer por momentos esa angustia que lo invadía, pero siempre en el fondo sentía que debía haber algo más, hasta que un día por cosas de la vida, del universo o por una simple broma del destino, todo cambió, al haber perdido la esperanza la utopía lo encontró a él.

- No te imaginas lo que se siente, sin hacer nada y esperar nada, en la parte menos pensada, ahí estaba. Dijo.

-Hombre parece que hablas es de la mujer perfecta, respondió el tendero.

-No, no lo entiendes, mujeres perfectas he tenido muchas, pero lo que siempre sucede con ellas es que les hace falta o les sobra algo de aquí o de allá eventualmente, y te aburres, se convierten en un simple deseo, pero al final no es más que eso, ella va más allá de la mujer perfecta porque todo eso es insignificante en comparación con su esencia. No sé si me entiendas…

-Hombre, pues no, la verdad no

-Después de pasar gran parte de mi vida tratando de buscar esa esencia que creía era común, de caer en el bajo mundo buscando aquí y allá, pensando que estaba loco, que tal cosa no existía y que era una invención de mi mente perdida y distraída, después de darme por vencido pensando que estaba en el mundo equivocado y después de tratar de encajar en el mundo de todos los normales a la fuerza y de pensar que eso era todo lo que había para el resto de mi vida, aparece ella…

-Bueno pues suena genial, dónde está ella ahora, por qué no fuiste detrás de lo que siempre estuviste buscando

-No creas que no lo pensé y no lo hice, de cierta manera…pero como siempre el destino me jugó otra mala pasada, justo en el momento en que la encontré ella se iba a casar con lo que seguramente ha sido el amor de su vida, y yo, bueno…por huir de uno de esos tantos amores en vano me escapé a otro lugar a comenzar de nuevo a buscar otros horizontes y a enfocarme en otras cosas de la vida común. Es así como la perdí, quizás desde el mismo momento en que la encontré. Siempre he estado en el momento equivocado, o antes o después, pero jamás en el momento que debe ser. Luego inclusive al volverla a encontrar, una de esas tantas bromas de la tragicomedia que es la vida, estaba pasando por un momento para el cual seguramente yo no tenía cabida, y yo, bueno, había vuelto a perder la fe y simplemente dejé que nada pasara, y justo, justo en el momento en que podía haber hecho algo… nos esfumamos de nuevo, y ese día me pesará por el resto de lo que me quede de vida.

-Debe ser de verdad algo especial esta mujer de la que hablas, dijo finalmente aquel borrachín que sujetaba la misma copa sin haber bebido un sorbo.

-Supongo que lo puedes poner de esa manera, depende de lo que hayas estado buscando en tu vida…supongo que tu has encontrado al amor de tu vida, y él también y quizás todos aquí, o de pronto no y sin saberlo aún está allá afuera, llámalo mujer perfecta, la chica de tus sueños o como quieras, es igual…lo importante es lo que te inspira, lo que te mueve por dentro, lo que siempre has querido compartir y hacer con alguien y desear que no sea imposible de conseguir.

La verdad es que Andrés no sabía mucho de ella, a pesar de haberla tenido cara a cara y brevemente en momentos en que se confesaron algunas cosas, él no podía decir que conocía exactamente a aquella utopía, pero después de tantos juegos, de intentos, de creer haberla encontrado antes y haberse decepcionado y de buscar incansablemente esta vez sabía que no importaba no saber nada, sabía lo suficiente, y el pasado no importaba, ni lo que fue, ni lo que era, sino lo que podía ser, y el presente para construir un futuro. Todo lo demás era irrelevante ya que simplemente hacen parte del camino de cada quién y todos cargamos con un pasado que no se puede olvidar ni obviar pero que no tiene pie en los objetivos para el futuro y hay que dejarlo atrás.

-Ahora mi ida se ha convertido en la lucha entre perderla para siempre o aferrarme a la esperanza..

-Yo de ti quizás me iba y olvidaba todo, después de todo ya encajas perfectamente en el mundo de nosotros los demás mortales como nos dices, dijo el tendero.

-Lo pienso todo el tiempo, no creas, vivo con la constante tristeza de no tenerla cerca y con la esperanza de volverla a ver algún día, vivo en la dualidad de olvidar todo y en la alegría de saber que no estaba loco, y que no estaba delirando y que si, si existen tales personas y que por primera vez realmente pude comprobar que son de carne y hueso y no corresponsales a distancia o falsedades…Hay días que quiero olvidarlo todo y asumir que ya es demasiado tarde, es posible que lo sea, pero me cuesta mucho, es como cuando encuentras el tesoro más preciado y no puedes dejarlo ir a pesar de que a veces sientas que es algo que te está matando por dentro.

-Bueno seguro si no haces nada, alguien más verá la misma utopía y será más hábil que tú y perdiste esta oportunidad y quizás no haya otras…con nadie más, porque de seguro puede haber más, pero si tanto te costó encontrar ésta, no creo que tengas tanta suerte la próxima vez, dijo el compañero de copas que parecía haberse repuesto de un momento a otro de sus consumo constante de cognac.

Hubo un momento de silencio, durante todo este tiempo Andrés no había tocado su trago, es más jamás había entrado a dicho sitio, simplemente sintió la necesidad de salir a caminar en una calurosa noche de verano y después de andar y andar decidió entrar al primer sitio que encontró para sentarse un poco. Jamás había visto a sus interlocutores y no tenía razón alguna por la cual debía contarles la tragicomedia de su vida, sabiendo que es de pocas palabras en ambientes desconocidos. Pero ahí estaba, sentando en la barra, con su vaso en frente, la mirada perdida, preguntándose que hacer ahora, nadie sabía nada de esto, el mismo aún no lo podía creer y la dualidad entre la alegría y el dolor era a veces insoportable.

-Es posible que tengas razón, dijo finalmente. De seguro ya estará pasando o pasará o pasó sin darme cuenta, no lo puedo saber ni lo puedo decir, es el riesgo que se corre siempre y las malas bromas que me juega el destino, no hay nada que pueda hacer para impedirlo.

Hizo una breve pausa, se llevó el vaso a la boca pero se detuvo sin haber tomado un solo sorbo, se levantó de la mesa, sacó unos billetes de su bolsillo y los dejó encima de la barra, agradeció al tendero y a su interlocutor por el tiempo, que había sido quizás más de lo que el mismo había imaginado y ya el sol se ponía en el horizonte dándole al cielo un color anaranjado precioso, de esos que nunca se repiten, que es único para cada día, como ella, su utopía. Antes de salir se detuvo en el umbral de la puerta y sin voltear dijo:

-Solo anhelo que la otra mitad que me queda de vida pueda pasarla junto a ella, así se la cuarta parte de ésta, o en mi lecho de muerte y sostenerle la mano firmemente, perderme en su sonrisa y mirarla a los ojos y que ella quizás por tan solo un breve segundo, sepa que quizás yo también, sin quererlo ni esperarlo, soy su utopía…

 

16/7/20

Amor

La búsqueda constante de todo ser humano, así muchos quieran o no aceptarlo, así muchos no sean conscientes de ello, o simplemente finjan que no es algo importante para ellos. La verdad es que todos en algún momento de nuestras vidas estamos buscando eso que llaman amor, y digo eso que llaman amor, porque realmente nadie sabe cómo funciona, todos lo interpretamos de diferente manera y todos lo queremos, pero para cada quién significa algo diferente que quiere encontrar en otra persona.

Sin embargo nos pasamos las etapas de la vida en búsqueda de eso, porque de cierta manera el ser humano ha sido creado para no estar solo, sea por conveniencia social, por cosas de la psique, o simplemente porque es así, y no lo cuestionamos. El amor es tan importante para todos como el respirar, como dije anteriormente igual puede significar algo para cada persona diferente y sus manifestaciones son tan diversas como personas existen en el universo. Es claro también que no para todos es una prioridad, pero siempre está ahí así no queramos reconocerlo.

Yo siempre he buscado el amor, no sé por qué, después de tantos años a veces me pongo a analizar qué hay en mí que haga que siempre haya querido buscar esa aceptación o ese amor. Creo que he encontrado algunas respuestas, cosas que siempre han sido parte de mi y ese ser querido por otra persona ha tenido diferentes tintes dependiendo de las etapas de mi vida. No viene al caso ser autobiográfico aquí, porque creo que aunque muchos encuentren similitudes con mi caso, es claro que para cada quién es diferente y no tengo porque exponer mis razones personales en algo que al final es muy individual. Sin embargo, y a pesar de haber encontrado algunas respuestas, la más profunda de todas o el real por qué lo he perseguido, casi que sin descanso siempre, es algo que no logro comprender, no sé si es simplemente porque yo soy yo y es así, o si hay algún motivo superior que no lograré comprender nunca que simplemente me impulsa siempre a estar en búsqueda de ello.

Ahora después de muchos cambios en mi vida, la esperanza de haber encontrado dicho amor ha renacido. Y digo dicho amor, porque es claro que a través de los diferentes momentos de la vida ese amor se transforma, a veces se quieren ciertas cosas, luego cambiamos de intereses y buscamos otras, creo que es parte de la naturaleza humana, y esas parejas que se encuentran desde muy jóvenes y duran para toda la vida son realmente excepcionales, creo que no son muchas, pero las que lo logran es porque hay una conexión realmente profunda que hace que a pesar de los cambios de la vida, las tormentas y los ires y venires de cada quién, la coordinación es tan fuerte que ambos se mantienen equilibrados todo el tiempo y por eso pueden lograr salir adelante a pesar de todo. Esos son casos envidiables, pero es claro que no todos podemos estar en ese selecto grupo, y ha algunos nos cuesta más que a otros, o simplemente tenemos cierto tipo de personalidades que hacen que fluctuemos más seguido y nuestra estabilidad se ve amenazada más seguido y por eso los cambios de pareja frecuentes. En otros casos hay cierta estabilidad pero a medida que pasa el tiempo los cambios, aunque no frecuentes, son bruscos, y cuando llegan cambian todo el paisaje, y a pesar de una estabilidad lograda por un tiempo, esos cambios son tan profundos que cambian la dirección de las cosas y todo se termina.

Sea cual sea el caso, siempre hay un constante movimiento, mi madre suele decir que en la vida nada es estático, siempre está en constante movimiento, y por ende de cierta manera las cosas pueden cambiar así de esa manera, y es normal y hace parte del flujo del universo. Otras cosas cambian más para otras personas, más frecuentemente o con la misma intensidad, mientras las relaciones prevalecen, pero todo está en cambio constante, solo que no para todos los cambios son iguales. 

Tengo que confesar que aunque todas mis relaciones, aunque pocas y muy fructíferas, nunca han tenido esa pasión y ese fuego interno que siempre he estado buscando, que pensé que no existía en algún momento, o que era inalcanzable, ahora sé que si existe, en las historias de aquellos que tienen vidas amorosas envidiables para algunos, a otros nos cuesta más, pero ahí está, en algún lugar y está esperando, si realmente queremos encontrarlo.

En estos momentos estoy en una situación compleja, porque mi instinto dice que por fin, después de tantos años de búsqueda he encontrado ese amor que será el todo, el alfa y el omega. Pero claro como todo en mi vida, las cosas no son tan sencillas y no es simplemente disfrutarlo y vivirlo y ya. No voy a negar que esta conexión se dio de una manera muy rápida y sencilla, y por eso agradezco al universo ya que eso era lo que estaba buscando y se dio. Todo fluye como sin querer queriendo, todo simplemente esta ahí, y a pesar de que es muy diferente a otras relaciones y los métodos tradicionales de conocer a alguien y de entablar una relación, se siente más real que muchas otras que he tenido. 

Es la primera vez en mi vida que estoy tan seguro de algo y que estoy dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias para que podamos reunirnos y estar juntos. No voy a dar detalles del por qué no puede suceder ahora ni los por menores de las cosas que tienen que pasar, pero la fe que tengo en esto me hace ir hacia adelante, de la mano con ella claro, para poder realizar ese sueño, que creo ambos compartimos. Es claro que esto no es simplemente un rayo de amor que inunda mi vida, hay dudas, hay incertidumbres, hay cosas en el camino que no dejan que las cosas simplemente sean, especialmente de mi lado, sin embargo, y a pesar de todo lo difícil que todo parece ser, en mi no hay ninguna duda de que finalmente esto es lo que he estado buscando, teniendo presente que nada es perfecto, que no lo seremos, que no lo es, que no lo soy, y que nunca lo será, y teniendo en cuenta que todo tendrá obstáculos, pero cuando es, es, y eso es lo que importa, porque todo lo demás hace parte de ese todo, y habrá que enfrentarlo y sobrepasarlo, pero esto es, y solamente porque es, ya todo lo demás será solucionado.

Estoy siendo muy precavido con mis emociones, no sé si por miedo, porque he madurado, o un poco de las dos, no estoy siendo un adolescente loco que se está dejando llenar de emoción y la irradia por donde quiera que vaya, no, pero creo que hay cierta seguridad que me permite simplemente dejarme sentir todo esto de una manera más consciente, por ende más profunda, y estar totalmente conectado en cuerpo y en alma con ella y con lo que se está construyendo. 

Creo haber encontrado ese "Amor", ese que todos buscan, ese eterno, inamovible, invencible, ese de las comedias románticas, ese que todos envidiamos, ese que es esquivo, o ese que a veces hasta nos da miedo sentir y buscar. Creo que finalmente he encontrado ese amor, eso que era lo único que me hacía falta en la vida, todo lo demás ya lo tengo, ya he logrado tantas otras cosas, que eso es lo que era esquivo, hasta ahora. Estoy más que comprometido, me estoy llenando de paciencia, de calma, de esperanza, de fe, de sabiduría, de todo lo que pueda llenarme para lograr el último objetivo, la felicidad total. 

Hacía mucho tiempo que no sentía todas estas cosas que están pasando por mi corazón y mi mente, y así mismo tengo que de todas maneras llevar las cosas con cautela, para no quizás sobrecargar las cosas y luego terminar de nuevo con las manos vacías. Ésta vez tengo que hacerlo todo diferente, tengo que haber aprendido, tengo que entender las cosas en su dimensión actual y trabajar para que todo al final se de como esperamos. Nunca me había sentido tan seguro de algo, y así al final de pronto esté equivocado, estoy dispuesto a ir hasta el infinito y más allá por finalmente lograr tener eso que siempre he estado buscando.