7/7/23

Indiferencia

 Creo que he cometido un gran error, creo que he invertido mucho tiempo, recursos, energía, sentimientos, pasión y vida en algo, o más bien alguien, que realmente no valor ni tiene ningún tipo de real interés en mi bienestar, y en general en mi persona.

El problema, en parte está en la otra persona, pero al mismo tiempo se encuentra en mi, ya que yo todavía soy como esos de antaño, los que realmente creen en un amor profundo, de dar todo por el todo. Claro, nada es perfecto, siempre hay altibajos y siempre hay retos que superar, pero siempre he creído que tiene que ser algo recíproco, algo en los cuales ambos den y reciban de la misma manera, no todo el tiempo en igual cantidad, pero siempre en equilibrio. Me he dado cuenta que aunque la culpa es mía, por idealizar, por dar tanto, por entregar tanto, he creado una idea de lo que la otra persona, de cierta manera, debería darme, no pido lo mismo, ni en la misma medida ni cantidad, pero si el reconocimiento, o al menos el respeto que merezco, si es que soy una persona importante para ella, de al menos tomarse el trabajo de dedicarme un poco de tiempo a las cosas que hago, los detalles que me toman tiempo, solo pido valoración del esfuerzo, del trabajo que pongo en la relación.

Pero nada de eso recibo, todo me toca sacarlo a las malas, todo me toca pedirlo, al final hay algún tipo de reconocimiento, algo hay que por lo menos logro encontrar en medio de tanta indiferencia. Puedo decir que ella no es como yo, claro está, y que no espero que sea así, pero creo que hay ciertas cosas elementales de base que no son negociables, que en este caso no existen, y creo que ahora me estoy dando cuenta que cometí el gran error de entregar tanto, a alguien que me hizo creer, y yo lo maximicé mucho más, que me iba a dar al menos lo mismo a cambio, y no me refiero a exactamente lo mismo ni mucho menos, pero al menos el nivel básico de respuesta que creo es fundamental en cualquier relación.

Es claro que ella es muy diferente, que aunque me lo dijo alguna vez, es una persona a la cual puede que no le interese en absoluto demostrar algún tipo de afecto. Todo eso está bien, digamos que eso hace parte de la personalidad y que uno acepta a la gente como debe ser, no puedo renegar ni pelear contra eso, a pesar de que haya muchas cosas que no me gusten ni un poquito, pero eso no significa que no haya al menos un interés, normal, genuino, que se espera de una pareja. No lo siento, no lo veo, no está, nunca ha estado, pero hasta ahora creo que me doy cuenta que realmente nunca ha estado, no sé si realmente esta persona me quiere, no sé si está conmigo por convivencia, por interés, no sé por qué la verdad, no parece ser por amor, por cariño siquiera. De pronto hay un tipo de cariño, amistad, de hermandad, aunque nuestra relación evidentemente ha pasado mucho más allá de eso, pero parece haberse transformado a otra cosa, a algo completamente diferente.

Lo peor de todo es que yo me creí el cuento, le metí la energía, le metí el amor, el compromiso, todo lo que siempre hago, mi error, y al final quedo como en muchos casos, enamorado pero sin nada más, con las manos vacías. No es culpa de nadie, solamente mía evidentemente, la otra persona es como es y quizás me lo hizo saber de muchas maneras y no puse atención a las señales, o me hice el de la vista gorda, consciente o subconscientemente, pero igual no le puse la suficiente atención.

Ahora me encuentro en una encrucijada, más allá de las cosas que estoy sintiendo o pensando, está la situación de la distancia, de la incertidumbre, del tiempo de espera, que hace que las cosas sean todavía más complejas. Eso no ayuda, no se puede ver a la persona a la cara, no se puede hablar, no se puede hacer absolutamente nada para poder solucionar las cosas, para ver si todo es simplemente un problema de comunicación, de la distancia, de las circunstancias, que se pueda arreglar, pero no estoy tan seguro de que eso quizás solucione las cosas. No sé si son formas de pensar, cambios radicales, de ella, cosas que simplemente son y toca dejarlas ser, pero nunca había estado en esta situación, nunca había tenido dudas de que la otra persona sintiera algo por mí, siempre había alguna demostración de afecto, algo que me hiciera saber que era querido, amado, cada una con su manera de hacerlo, pero lo había, en este caso, no encuentro nada, no veo nada, algunos destellos muy esquivos de vez en cuando, pero nada realmente, no veo nada, todo lo que veo son destellos de amistad, de algo de cariño, pero no de pasión, de interés real, no material ni físico, sino profundo.

Estoy en una encrucijada y no sé qué hacer, el tiempo es lo que más me inquieta, es una espera larga, dura, ya se está volviendo incomprensible, pero no se puede hacer anda. Aún tengo la esperanza de que sea simplemente que ella sea así, fría y distante, pero que no signifique sino que su personalidad es así y que igual sus sentimientos son fuertes, puros y sinceros. Aún queda esperanza, es lo último que se pierde....

6/7/23

Diferencias

 Después de más de un año de pasar por aquí, nunca pensé que fuera a regresar. La verdad solo estoy aquí porque me encuentro desconcertado, sorprendido, quizás algo decepcionado, de mi mismo, con un poco de miedo de lo que todo esto que estoy pensando pueda significar. 

Dicen que la distancia puede acabar una relación, en algún momento pensé que era cierto, quizás a una temprana edad solo pensaba que lo importante era estar al lado de la pareja todo el tiempo. Con el tiempo me he dado cuenta que esto no es así, que si se puede llevar una relación a distancia, que eventualmente esto la acabe, si, también, ahora, soy consciente de esto. Pero es posible llevar una relación "sana" a distancia, honesta, madura, por lo menos de mi parte, en su gran mayoría ha sido así, es claro que jamás sabré lo que pasa en la otra orilla, porque el saberlo puede terminar las cosas.

Yo que pensaba que todo seguía dentro de lo normal, dentro de los parámetros usuales de una evolución, tanto personal, como de pareja, pero hoy me di cuenta que quizás esa evolución personal no ha sido por el lado que yo pensaba, esperaba, y creía. Es verdad que la gente cambia, es muy difícil juzgarlo uno mismo ya que no se puede ser objetivo, no se puede uno ver realmente con ciertos ojos y decir que tanto ha cambiad. Es cierto que puedo admitir que lo he hecho, para bien en muchas cosas, y que en los últimos diez años, al menos he visto cambios en algunas cosas. No puedo decir con certeza qué tanto he cambiado y si eso ha sido algo significativo para que gente que me conozca vea realmente una evolución, o un cambio. 

En el fondo era consciente de que mi pareja podría cambiar, han pasado algunos años, no tantos pienso yo como para ver cambios muy grandes, pero algunos que evidentemente hacen que una persona cambie. El estar alejados hace obviamente que estos cambios no se noten tanto, o no se discutan tanto, ya que no podemos vivir el día a día y así mismo nuestras conversaciones, aunque muchas veces profundas, no habían tratado temas acerca de cómo pensábamos en ciertos temas, sobretodo cosas que ya habíamos discutido, que pensaba yo eran fundamentales y no iban a cambiar. 

Pero hoy me he dado cuenta de que si han cambiado, bastante, no es solamente una opinión la que cambia, sino toda la perspectiva que existía detrás de ello. Yo he cambiado de opinión acerca de muchas cosas, varias veces, pero desde una perspectiva más de observador, no tanto de participante, pero hoy me di cuenta que mi pareja si ha cambiado su punto de vista totalmente, y el involucrarse de lleno en esas cosas no está del todo descartado. 

Más allá de que la gente puede cambiar, lo cual entiendo y acepto, y que hay cosas en las que de todas maneras puede que nunca se esté de acuerdo con alguien en todo, en este caso creo que viene de circunstancias y diferencias sociales muy profundas que no se pueden reparar. Yo jamás he sido clasista, aunque si considero que ciertas cosas deben ser parte de una sociedad formal y que ciertos niveles de comportamiento o conocimiento llevan a una mejor convivencia y por ende a un mejor mundo, nunca he pensado ser mejor o peor que nadie por haber tenido una vida medianamente privilegiada. Pero mi madre alguna vez me dijo que estar con alguien que no es del mismo nivel económico de uno puede traer problemas, y en esto estamos hablando de otro montón de cosas en el fondo culturales, de tiempo, de espacio, de familia que también influyen en la manera como una persona crece y ve el mundo. 

Es algo realmente complejo en cuanto a la cantidad de cosas que afectan a diferentes personas en diferentes culturas que pueden llegar a las mismas diferencias, quizás más o menos marcadas, pero al final cismas que crean división. Debo decir, admitir con profundo dolor, que en este caso veo más que nunca esa diferencia de status social entre mi pareja y yo, no se trata de juzgar las razones de ella, ni decir que yo tengo la razón y ella no, no se trata de eso, porque no se puede juzgar la vida o circunstancias de una persona simplemente por no estar de acuerdo con su manera de pensar. Pero si noté claramente que la percepción de la vida, las metas y logros son muy diferentes en este momento, o al menos la percepción que yo tenía de lo que ella pensaba no es lo mismo que yo creo y pienso.

Ahora, sin entrar en detalles que no vienen al caso, lo que esto me trae no es una cuestión de clasismo, ni de señalamientos, me trae es una cuestión de pensar bien si estoy en el lugar que debo estar, si realmente ahora estar con esta persona me va a aportar, o al menos apoyar y seguir mi camino. Tengo muchos cuestionamientos, hay muchas cosas que no logro entender a qué pueda llevar, está claro que del dicho al hecho hay mucho trecho, y que uno puede pensar y opinar muchas cosas, pero eso no significa que vaya a aplicarlas a su vida. Sin embargo en este caso, si me preocupa que esa delgada línea está a punto de cruzarse, y de nuevo no se trata de juzgar la contraparte por hacerlo, pero si debo pensar en qué haré yo si eso llega a suceder, ¿continuaría con ésta relación?, ¿seré capaz de ser muy moderno y mente abierta y apoyar esa decisión?. Como digo no se trata de juzgar a nadie, no puedo negar que mis circunstancias son muy diferentes a las de ella y por ende no tengo la necesidad de hacer o tomar decisiones que van en contra de lo que considero no es algo útil, sino algo vano, superficial y facilista.

Mi duda no va en torno al cambio de opiniones o pensamientos, sino a lo que yo voy a hacer al respecto si esto se llega a tomar otro rumbo. Me siento algo obnubilado y estupefacto de verme en esta posición, no pensé que fuera una posibilidad, y me encuentro realmente en una encrucijada, porque realmente no sé hasta qué punto ella está pensando seriamente en tomar ese camino. Otra cosa que me queda clara es que nadie vela por nadie, estoy solo, dependo de mi, a nadie le importa mi bienestar solamente a mi, y no esperaba esa posición tan egoísta de su parte, pero tampoco puedo culparla, la culpa al final es mía por no ser aún más egoísta, por volver a ser lo que fui, que no quería, y olvidarme de mi, de pensar realmente solo en mi. No puedo decir que pensar en los demás y ser un poco más altruista se siente bien, pero creo que definitivamente no paga serlo, y con una persona que pensé que lo iba a valorar, me he dado otro golpe duro, y creo que debo comenzar a cambiar de nuevo. De nuevo, no es culpa de ella, es mía por creer que había encontrado alguien a la par, y no, no crean que me han engañado, simplemente idealicé lo que podía ser esa persona, y eso recae sobre mi.

Las diferencias se comienzan a ver, en cuanto a perspectiva, forma de ver la vida, de las cosas que tenemos, que queremos, como vemos muchas cosas. Diferencias siempre hay, y se superan, se manejan, se sigue adelante, pero me asusta pensar que quizás mi madre tenía razón y hay ciertas diferencias que por más que uno quiera obviar se notan tarde o temprano, no es la primera vez que me sucede, aunque de diferente manera, pero quizás no he aprendido, y me asusta que esto sea un punto de quiebre para terminar todo, y el terminar al final es lo de menos, estoy preparado, lo que me asusta es el después, lo que viene, porque no me siento con ánimos para continuar, ya me he dado por vencido, y no sé eso que pueda traer para mi si llega a suceder.