26/5/20

El precio a pagar

El mundo es un lugar complicado, no porque por esencia lo sea, sino porque nosotros mismos, la gente con la cual interactuamos lo hace así. Es difícil saber la forma de comportarse cuando se está entablando una relación con alguien, lo lógico sería pensar que el ser directo y honesto en su totalidad, pero me he dado cuenta, a las malas, que no es así.

Hay un precio muy alto a pagar por ser honesto, y es que desafortunadamente los interlocutores no perciben el mensaje de buena manera, ya sea por la sorpresa de darse cuenta de que alguien está siendo totalmente honesto, y no lo esperaban, ya sea porque ellos no lo han sido o porque simplemente están acostumbrados a la deshonestidad. O no lo pueden soportar porque la verdad, a veces no es tan placentera, y aunque no haga un daño directo a dicha persona, de todas maneras es un shock del cual a veces no se recuperan.

Uno creería que ser totalmente honesto debería ser recompensado, debería ser admirado, y quizás cuando hablamos de cosas públicas o de personajes que esperamos sean así, lo aplaudimos, no nos toca realmente, no nos afecta, pero admiramos y apoyamos esa honestidad en otros, pero lejos de nosotros mismos. Pero cuando esa realidad y honestidad nos toca, es cuando no somos tan receptivos, la honestidad de las personas nos sorprende, de no muy buena manera aparentemente, y no sé por qué. Quizás porque todas nuestras vidas hemos sido decepcionados por mentiras, o por falsedades, por gente hipócrita y falsa que nos ha hecho daño. Crecemos con la desconfianza a flor de piel, y esperamos que en medio de nuestra interacción una que otra mentira, o no toda la verdad sea dicha, porque quizás nosotros mismos en algún momento lo hemos hecho, nos hemos acostumbrado a manejar el mundo así, de pronto a cuenta gotas, diciendo cosas por aquí y por allá, pero con tacto, con recelo, con mucha desconfianza.

Yo solía ser uno de esos, la verdad siempre era mejor no ser directo, que irá a decir la gente me decía, no porque fuera nada malo, sino porque hay cosas que a veces uno no sabe como van a ser recibidas, y por eso anda uno con tacto, no diciendo todo, para no herir a nadie, para no ir a confundir las cosas, y sobretodo para protegerse uno mismo. Pero he cambiado, por muchas cosas, y en el nuevo proceso si me he dado cuenta que es importante ser claro con lo que se piensa y se siente, guardarse las emociones, tragarse las cosas no es bueno, hay que liberarlas, sino no son directamente con alguien igual hay que expresarlas, con palabras por ejemplo, hay que dejar salir todo eso. Pero si hay alguien de por medio lo mejor es ser directo, ir de frente y decir las cosas tal cual son, claro de la mejor manera posible para que no de pie a malas interpretaciones. 

Desafortunadamente esto tampoco funciona, recientemente abrí mi corazón y mi vida a una persona, y aunque no fue algo terrible, ni fui rechazado, siento que mi verdad y mi honestidad no fue bien recibida, no sé por qué, que es lo que más me inquieta. Para mi era una manera de realmente ser sincero y totalmente honesto, sin mentiras, sin esconder nada, no esperaba una fiesta ni nada por el estilo, pero esperaba al menos la apreciación de ser totalmente honesto, que fuera valorado por ello. No puedo decir del todo que no lo haya sido, pero siento que algo se perdió, que algo cambió, que ya no me ve con los mismos ojos, ya no soy algo realmente que valga la pena quizás o que el camino que estábamos recorriendo era el correcto. No puedo negar que me siento triste, porque tomé un riesgo, sabiendo que podía tener ciertas consecuencias, pero nunca pensé que éstas, y me decidí por primera vez en mucho tiempo en ser totalmente sincero, esperando que a diferencia del pasado fuera algo bien recibido, además porque se siente muy bien decir las cosas sin tapujos y sin tener que ocultar cosas parciales por el motivo que sea, pero desafortunadamente el recibimiento no fue el esperado. Si, debo admitir que el tema tratado no es algo trivial, es algo que tiene importancia, parte de mi vida que hace parte de mi historia, que está igual ahí y nunca se va a ir, pero es algo que ya no está presente, algo que pasó y que es cuestión de tiempo para que oficialmente se de por terminada. Es claro que no es lo que todo el mundo quiere escuchar o lo que se pueden esperar en una situación así, pero así es la vida, y tomé el riesgo de ser totalmente directo y honesto, no quería ocultar algo de lo cual no me siento mal, no me arrepiento y que no puedo ni quiero ocultar. 

Me arriesgué, no debí hacerlo, no ahora, creo que el ser neófito después de tanto tiempo en estas labores de las relaciones interpersonales me han vuelto torpe, y quizás debo aprender a medirme mejor la próxima vez. No significa que vaya a volver a cambiar mi pensamiento, no, pero quizás dosificarlo, o esperar el momento adecuado sería lo más sabio. Sigo aprendiendo, y no puedo negar que me entristece terriblemente que no haya sido recibido como esperaba, porque siento que todo cambió, pero no me arrepiento, me siento bien de haber sido directo y honesto, no lo cambiaría, no puedo cambiar tampoco a la otra persona, pero lo volvería hacer porque lo valoro tanto que es lo que igual esperaría que hicieran conmigo, y sino lo hago yo entonces no puedo esperar lo mismo. 

De pronto, ojalá no, voy a pagar el precio por mi honestidad, de pronto voy a sufrir una pérdida que me va a doler, que me va a pesar, pero lo hice con total convicción de que era lo correcto, y lo sigo pensando. No me arrepiento, y espero, de pronto con el paso de los días, que sea algo que se vea de la manera que es, y ojalá apreciado como debe ser. Sino, pues pago el precio por la honestidad, no me queda nada más que seguir adelante.

Un trato

Después de todo a veces la sinceridad es la peor de las armas, no porque duela, sino porque a veces es cruda, dura, y es difícil de asimilar. Por los dos lados de la moneda es algo complicado, sabía que eso podía causar problemas, porque entiendo que en el inconsciente colectivo existe el tabú de tener que pasar un tiempo de duelo, de soledad o de dolor, después de un rompimiento para estar "listo" para seguir adelante. Si, no voy a negar que eso hace parte de la realidad, y que de cierta manera estoy de acuerdo con ello. Ahora en lo que no estoy de acuerdo es en que se generalice un tiempo específico para ello, que tienen que pasar no sé cuantos meses o años, no , no creo que todo el mundo sea igual, ni deba regirse por generalizaciones. Yo he sufrido mucho antes, he pasado más períodos de más de seis años sin pareja, por llevar el duelo, por sanar, y si, ese era el antiguo yo. Pero he cambiado, soy más consciente de mis emociones y de que las cosas pasan por algo y si se acaban pues no es motivo de tristeza, es motivo de recordar las buenas cosas, tomar lo positivo, aprender de lo negativo y seguir adelante.

No te niego que me sentí juzgado, porque dijiste que fue una relación muy larga y que ha pasado poco tiempo, eso de plano me da a entender que me juzgas por querer seguir adelante "tan pronto" y de pronto pensarás que nunca quise a mi pareja y que no soy una persona con sentimientos fuertes o puros. No puedo pelear contra esas cosas, no soy nadie para decirle a la gente lo que debe o no creer, ni hacer, pero he sido honesto y sincero. ¿Soy un mal hombre porque mis heridas sanaron más rápido?. ¿Soy de pocos o vanos o inexistentes sentimientos porque ya he superado la relación y quiero dar el siguiente paso en encontrar mi felicidad?. ¿Me hace una mala persona estar tratando de buscar mi felicidad a pesar del poco tiempo que haya estado solo?.Si eso es un crimen o está mal, pues soy culpable, si, no niego, hace mucho tiempo que mi relación no andaba bien, y no la terminé por costumbre, por "esperar a ver que pasa" y eso, es cosa mía, debí haberlo hecho quizás antes, pero también tenía miedo de enfrentarme a una vida solitaria por completo, y a veces uno se queda en su zona de comfort para no sufrir. De eso también soy culpable, y es por eso que tuve mi duelo, lloré lo que tenía que llorar, me reproché por las malas cosas que hice, por todo el daño que le pude haber hecho, pero la vida sigue, y no puedo vivir en el pasado por más cercano que sea. No voy a volver a esa relación porque no hace parte de quién soy, nuestros caminos cambiaron demasiado y nuestras prioridades también, no es culpa sino de nosotros por no habernos comunicado bien, por no ser honestos, sinceros con nuestras emociones, con nuestros anhelos, dejamos que pasara el tiempo y nos acomodamos a lo que había pero no supimos constantemente expresarnos ni mirar si estábamos en el mismo tren. Así pasa y me culpo en parte por ello, pero tengo que seguir adelante, tengo que aprender y dar el siguiente paso, no quiero disculparme por haber superado la relación rápido, no quiero disculparme por querer eso que ha sido esquivo, y aunque entiendo que está mal visto socialmente, no me siento mal por querer seguir adelante.

Ahora, te propongo un trato. Yo no sé que va a pasar mañana, nunca esperaba que esto fuera a suceder hoy, pero de una cosa estoy seguro, y es que no quiero perder la oportunidad de conocerte, y de quizás, si, sigo pensando eso, de tener algo hermoso contigo. Ahora si es un problema que siga "casado" lo entiendo, te propongo que esperemos, me refiero a que quiero seguir conociéndote, quiero seguir hablando contigo, pero si quieres esperar a que todo esté finalizado, está bien, yo espero, puedo esperar lo que sea necesario. Me pediste paciencia, puedo tener toda la paciencia que quieras, además no sabemos que va a pasar con esto de la pandemia, no sabemos que pueda suceder, aún falta tiempo, y es más ni sé si vayas a tomar la decisión de querer estar conmigo y venir. Es posible que antes que pasen los 6 meses me detestes y no quieras estar conmigo, es posible que pasen muchas cosas, lo único que te propongo es que sigamos conociéndonos, de a poco, y vamos mirando, como digo tampoco sé si yo esté en tus planes, puede que no, y mucho menos ahora. Pero yo soy paciente, quiero hacer las cosas bien y no quiero perder la oportunidad de estar con una persona maravillosa como tu, a menos que tú decidas que sea así.

Hagamos un trato, sigamos adelante, de a poco y esperemos que sucede, si hay que esperar a que firme los papeles definitivos de mi divorcio, esperamos, no tengo problema, solo quiero que no me juzgues ni pienses menos de mi por querer seguir mi vida. Yo entré a esa página en el fondo queriendo encontrar a alguien, como tú, pero sabía que era casi que imposible y era solo por pasar el tiempo, no esperaba nada de esto, de verdad que no, nunca jamás en mil años lo imaginé, pero ahora que te tengo al menos en mi vida no quiero perder la oportunidad, si las cosas no crecen, está bien, pero lo intenté, y no me voy a sentir mal por querer ser feliz. Todo puede pasar, en el fondo de mi quiero que estemos juntos, así tenga que esperar un tiempo, pero vales la pena, y quiero darlo todo por que así sea, sino, pues lo intenté y también valió la pena.

Espero que de verdad no me juzgues, puede que parezca pronto, si lo sé, pero no conoces los por menores de la relación, no sabes otras tantas cosas que fueron sucediendo que hicieron que todo de a poco se fuera acabando, por eso, aunque entiendo perfectamente tu posición y la respeto y me acomodo a ella si es necesario. Pero no quiero que esto sea un problema más allá de lo técnico que es simplemente firmar un papel para ser "libre", si eso es lo que quieres, pues es cuestión de esperar, mientras tanto te propongo construir algo de a poco, lidiar con el proceso, lidiar con todo esta incertidumbre de la pandemia, y al final igual tu decides que quieres hacer. Yo por mi parte solamente quiero seguir conociéndote y que me conozcas, si, es pronto para meterse en una relación, no por qué esté recién separado, no, sino porque todavía tenemos que conocernos, hablar de otro montón de cosas, de entendernos en muchos aspectos, y teniendo en cuenta que en otros tantos no nos vamos a entender, pero ver si podemos soportarlo.

Es pronto, porque no me conoces bien ni yo tampoco, pero no por nada más, si créeme que yo sabía que al contarte mi historia iba a pasar esto, porque dentro de nuestros parámetros nos han dicho que no está bien superar a una persona tan rápido, que no está bien sentirse bien, la sociedad nos enseña a que nos tenemos que sentir mal,  a reflejar tristeza y pasar por algo muy doloroso. Bueno, como ya sabes, yo no soy como todo el mundo, sufrí mucho tiempo atrás por relaciones, por mujeres, por el rechazo, por tantas cosas que inclusive eran menos importantes. Pero no me siento mal por no seguir los parámetros sociales, no tengo por qué sentirme triste, ni extender mi tristeza años para que sea socialmente aceptado querer seguir adelante.

Soy diferente, y sigo cambiando, sigo aprendiendo, y quiero cambiar muchas cosas de mi, pero no me quiero disculpar por haber sobrellevado algo mejor que otros, no quiero ser juzgado, ni señalado, no soy una mala persona, ni soy una persona que no tenga sentimientos. Me entregué a la relación igual que siempre lo había hecho, di lo que pude, hasta donde pude, me faltó más, si, claro, yo tengo mucha culpa en que las cosas no hayan seguido, pero no me voy a dar golpes de pecho por ello eternamente ni buscando aprobación de la sociedad.

No espero que compartas mi posición, solo que la entiendas y que podamos llegar a un punto medio en que podamos seguir adelante y vamos mirando que pasa, créeme que si me hubiera podido divorciar cuando ella se fue lo hubiera hecho, pero no puedo y en ese caso es algo que me ata de manos. Espero aceptes mi propuesta, porque de lo único que estoy seguro ahora es que no quiero perder la oportunidad de conocerte más, porque jamás esperé que esto pasara, nunca me imaginé que pudiera encontrar a alguien en esas circunstancias y mucho menos alguien que valiera la pena.

21/5/20

Volver atrás

Hacía mucho tiempo que no me encontraba en una situación como ésta. Han pasado muchos años y todo parece otra vez nuevo e incierto. La verdad si hay cosas que han cambiado, pero también me he dado cuenta que a pesar de los años, la experiencia, quizás algo de sabiduría, algunas cosas permanecen igual.

Estoy siendo cauteloso, pero al mismo tiempo creo que eso era lo que siempre hacía, paso a paso para lograr quizás un objetivo, muchas veces no dio frutos, otras si. A pesar de que tengo ya más sabiduría encima, no puedo evitar seguir los mismos patrones de antaño, de cierta manera debería ser más arriesgado, no tengo nada que peder, pero siento que en parte no sería yo realmente. Debo admitir abiertamente que me he metido en una vaca loca, quizás por miedo, los mismo miedos que me han acompañado durante muchos años, que aunque minimizados siguen latentes y en cualquier oportunidad se manifiestan y se hacen sentir. 

Esos miedos me han llevado quizás a tomar un camino más difícil para conseguir lo que anhelo sé que pude, y puedo aún, tomar otros caminos más sencillos, más cercanos, pero algo me ha llevado a no hacerlo, y heme aquí. Esos miedos son los que quizás me han llevado de nuevo a ese mundo un poco oscuro del no saber realmente qué se quiere, o de tener cierta prevención, un seguro de vida quizás, para en cualquier momento salir corriendo y huir sin necesidad de comprometerse demasiado y además de una manera muy sencilla. Es quizás la protección que busco, al sentirme vulnerable y dadas las circunstancias es más fácil simplemente desaparecer.

Es claro que puede ser un acto de cobardía, nunca he sido muy valiente en estas circunstancias, y como ya he pasado por episodios no tan buenos en el pasado, estos quizás se han tornado reales de nuevo y juegan en mi subconsciente. No sé muy bien lo que estoy haciendo, sé que he pedido al universo ciertas cosas y que de igual manera para que ello se de tengo que poner de mi parte. Tengo que de cierta manera ser vulnerable y abrirme a cualquier posibilidad que exista, ya que esa será la única manera realmente de encontrar lo que estoy buscando, si claro el universo me lo dará, pero tengo que estar presente para verlo y aceptarlo. Es un riesgo emocional, pero es la única manera de lograrlo, y en ese sentido ya he hecho la paz con ello, para conseguir algo hay que arriesgarse y estar dispuesto. 

Lo que no sé es que tan dispuesto realmente estoy si estoy, quizás inconscientemente, de alejarme del objetivo, o al menos que éste no esté tan cerca de mi como usualmente sucede. Sé que estoy dando los pasos que debo, dadas las circunstancias también, y así como puedo creer que puede suceder de esta manera, es claro que con el universo todo puede pasar, y puede que se presente de otra manera totalmente diferente. Estoy ahí, estoy expuesto y estoy sintiendo cosas que no sentía hace mucho tiempo, al menos ahora las puedo manejar, no hay desespero ni hay tampoco una razón particular por la cual tengo que aferrarme a un resultado desde ya. Eso al menos ha cambiado y me llena de tranquilidad, quizás en el fondo ese anhelo que siempre ha estado presente sigue ahí y ahora que tiene una pequeña ventana puede volver a hacerse fuerte, y el tiempo ya no es mi aliado, y esa combinación puede que se preste para algo que se pueda convertir en algo no deseado.

Sin embargo, debo estar firme, debo seguir adelante, esperar, hacer lo posible, quizás de a poco arriesgarme a algo menos lejano, y estar atento a las señales que da el universo, si es que me da alguna, o simplemente esperar a que las cosas se manifiesten, porque de alguna manera así uno esté distraído en algún momento tiene uno que caer en cuenta de las cosas que están sucediendo alrededor.

Es volver atrás un poco, con muchas sensaciones similares, otras exactamente iguales, pero con más parsimonia, sabiduría y apertura. Sin embargo no deja de ser un poco amenazante y hay que andar con cautela para no deshacer todos estos años en tan solo unas semanas.

18/5/20

Relevancia

Creo que uno de los grandes problemas, o quizás el único y más grande problema de la raza humana, es el ego. Y hablo del ego en general como un concepto positivo y negativo, porque no todo en el mundo usa el ego para cosas negativas. Sin embargo el darle demasiada importancia, a nosotros mismos, hemos creado todo este ideal de que somos demasiado importantes como para salvar el planeta y demás cosas por el estilo.

Pero aquí voy a hablar de algo un poco menos global y algo más personal, y es la manera como nuestra percepción de nuestros propios sentimientos y pensamientos acerca de temas que son muy importantes para nosotros, son recibidos por aquellos, que por la circunstancia que sea están como receptores. 

Ahora esto lo hace más complejo aún, ya que muchas de estas ideas o sentimientos simplemente pueden salir a la luz durante momentos caudales en los cuales se debaten ideas al aire. En este caso poco importa la manera como sea percibido ya que es un público general y realmente no se espera ser recibido personalmente. Pero en situaciones más íntimas es cuando, nuestro ego, peca por querer recibir esa atención, casi que centrada y enfocada solamente en el mensaje que queremos transmitir. Y no solamente eso, esperamos que la otra persona esté lo suficientemente conectada, o tenga ese mismo nivel de empatía para darle la misma importancia y sentirlo de la misma manera como nosotros la sentimos.

La realidad es que nunca, por experiencia, alguien puede estar si quiera cerca de ese mismo nivel de comprensión, o intención que queremos. Nadie podría vibrar, o eso creo hasta ahora, en esa misma frecuencia, darle el mismo valor a las palabras y a las sensaciones que se quieren transmitir. Es ahí donde el ego sufre, porque es claro que muchas veces pensamos que todos deberían comprender o darle la misma importancia a lo que nosotros transmitimos. Cuando le damos mucha importancia a nuestras emociones evidentemente sufrimos por no poder hacer sentir o vibrar a las personas de la misma manera.

No sé tienen todas las respuestas ni la verdad de lo que es el universo, pero suelo pensar que no estoy tan lejos de algunas verdades que son claras y universales y me gustaría poder vivir en ellas, y que otros pudieran, dentro de su propio universo, vibrar y sentir a la misma frecuencia. Pero no, desafortunadamente no hay nadie que pueda nunca vibrar a esa frecuencia y que realmente esté conectado al mismo nivel. Evidentemente es algo extremadamente personal, y esa conexión, que solamente se encuentra en novelas de ficción o películas, realmente no existe, y es quizás por eso que se escriben esas historias, porque al final todos seguimos buscando lo mismo, y puede ser que somos conscientes de que es imposible encontrarlo, y por eso escribimos y lo representamos de manera que sea un reflejo de nuestros deseos. 

17/5/20

Las emociones contra atacan

Y heme aquí, como si hubiera retrocedido unos quince años. De nuevo batallando mis emociones, de la manera que nunca pensé que volverían y de una manera que pensé jamás me iba a volver a enfrentar. No todo es igual, claro, he cambiado, podría decir, y espero que sea así, que soy más sabio, que he aprendido control, que entiendo más cosas de la vida, de las emociones, y que puedo más fácilmente controlarlas. 

Todo lo anterior es cierto, en todas sus dimensiones, sin embargo me encuentro de nuevo batallando sentimientos que solamente yo podría idear, que solamente yo, dentro de toda mi historia podría hacer crecer, sin motivo alguno, para que me trajeran de nuevo a este punto. Hay algo que es diferente, eso si, sé y estoy mucho más asentado en la realidad y soy consciente, quizás por primera vez en toda mi vida, que todo eso que pasa por mi cabeza son solamente ideales, sentimientos, lo que el corazón desea, lo que quiere, pero que no deja de ser una fantasía que es muy poco probable que se vuelva realidad. He aprendido a vivir con eso, lo he aceptado y lo sé, sin embargo no puedo evitar meterme en el ojo del huracán, porque tampoco quiero dejar de sentir, y a sabiendas de que todo puede ser una fantasía, seguiré dando pasos en la oscuridad, sin razón alguna.

Pero apareciste tu, realmente sin esperarlo, sin quererlo en el fondo quizás, te encontré porque simplemente el aislamiento en tiempos de pandemia y en parte mi soledad me llevaron por ese camino, de nuevo, y ahí estabas. Primero fui escéptico, a todo, a ti, a quien eras, y a todo lo que podías llegar a ser. No pensé que fuera a ser más que un encuentro casual y de ires y venires sin sentido en períodos de tiempo prolongados, y ya está, pero desafortunadamente, para mi, no fue así. Descubrí que realmente eres maravillosa, y eso que aún no te conozco, que me siento extremadamente bien hablando contigo, que me siento libre, me siento yo, me reconforta poder ser totalmente abierto, y percibí de tu lado que quizás podía ser igual. Ahora, hasta ahí creo que llegan las coincidencias, de ahí adelante todo lo demás es mío, no tuyo y no puedo asumir, al menos he aprendido que no debo hacerlo, todavía lo hago, pero ya no me molesta de la manera que solía hacerlo antes. Y si, asumo cosas contigo,  de las buenas, pero no me martirizan, porque también soy consciente de la realidad en la que vivimos y estamos, y pues estoy seguro de que todo es una fantasía, de esas que me encanta crear, pero que hace tiempo no lo hacía y que nunca pensé que volviera a crear.

Ya me he imaginado todo un año a tu lado, ya he pasado por todas las etapas de cómo esto podría ser posible, como podríamos estar juntos, como sería todo, paso a paso, y todo eso no son más que la parte técnica del asunto, lo fácil, lo burocrático que se puede solucionar, tarde o temprano y con paciencia, son cosas de la vida cotidiana, simplemente de tiempo. Esa es la parte fácil, ya lo solucioné todo, lo tengo todo en la cabeza y sé paso a paso que hacer. Pero insisto, esa es la parte fácil, eso es lo de menos, eso, simplemente con voluntad e intención se lograría.

Pero la otra parte, la que tiene que realmente suceder para que lo práctico se vuelva realidad, esa es otra historia, eso es lo que idealmente se convertiría en una utopía, en un sueño hecho realidad, en todo aquello que siempre he querido encontrar. Pero para que eso suceda se necesitan mucho más que cosas prácticas, se necesitan sentimientos y emociones, en conjunto, que sean lo suficientemente fuertes para que lo demás se sostenga a pesar de todas las viscicitudes que se presenten. Eso que tiene que suceder tiene que ser lo suficientemente fuerte para soportar el tiempo, la distancia, y la pelea Kafkiana que seguramente habría que librar en algún momento, eso tiene que ser lo suficientemente fuerte para que todo sea realidad. Y la verdad es que, aunque no imposible, porque nada lo es, me estoy adelantando a acontecimientos, es más, diría yo que me estoy inventando acontecimientos que si los universos paralelos existen, sería posible que sucediera en uno de miles de millones de ellos, y quizás no en este.

El problema con este tipo de emociones no es sentirlas, esa no es la peor parte, porque he aprendido que igual pasan, que se van con el tiempo y que así es la vida, antes de pronto era lo suficientemente torpe y débil para dejarme envolver por ellas, ahora se que puedo vivirlas y sentirlas, pero que también puedo soltarlas. El problema es que generalmente en estos casos de euforia y deseo, la parte negativa de esas emociones es la a veces gana la batalla, ya que por mecanismo de defensa quizás, es mejor pensar en el peor resultado posible. Es una cuestión de idiosincracia de mi existencia, algo que he aprendido a controlar y manejar de cierta forma, pero hace parte de mi y aunque pensé que estaba ya superado me doy cuenta que, aunque leve, sigue ahí. 

Nada de eso es realmente importante, todo pasará como tiene que pasar, y si la ilusión se termina, tarde o temprano, pues todo volverá a estar igual, y la próxima ilusión vendrá y de pronto esa si será, y si no es así pues tendré que seguir de un lado a otro hasta encontrarla, si es que eso es posible. Lo que quiero que sepas es que hacía mucho tiempo esto no me sucedía, y no esperaba que sucediera, ni mucho menos así y tan pronto. Me estoy controlando, me estoy debatiendo entre mis sentimientos y mi cabeza y estoy tratando de arriesgar poco, sabiendo los posibles resultados, y estoy lidiando con todo este torbellino.

Pero quería que supieras que ya lo tengo todo planeado, y es hermoso, y es maravilloso y es fantástico, si es posible, y mi razón me dice que existe una remota, muy remota posibilidad de que así sea, y le estoy haciendo caso, pero mis emociones dicen que todo es posible, y que de pronto ésta es esa historia de amor que tanto había buscado, por fin, me dice el corazón, y que todo saldrá de maravilla. Pero esta vez no lo sigo tanto, más bien lo estoy manteniendo alejado de mí, sigo con la cabeza, y sigo a la expectativa, solo quería que supieras que lo tengo ya todo resuelto, y es hermoso, maravilloso y fantástico...

15/5/20

La maldita sociedad y el ser juzgado

Hoy no fue un buen día al final, todo iba bien, transcurría sin mayor novedad como cualquier otro de estos ya más de 50 días de una nueva etapa en mi vida. Sin embargo algo sucedió, algo inesperado pero que de alguna manera me intuía iba a suceder, y eso lo cambió todo. 

No vale la pena entrar en detalles de que fue lo que me sucedió, es algo personal, algo que en realidad no cambia nada, pero que me hizo cambiar mi estado de ánimo, que había estado muy bien desde hace mucho tiempo. Tengo un conflicto, parte de mí dice que está bien sentirse mal por lo que sucedió porque es lo que "normalmente" se debe hacer en estos casos, si uno siente algo,  y tiene algo de emoción y no es un psicópata, pues está bien sentirse mal por algo que no es directamente culpa de uno, pero que afecta a otra persona, y que de alguna manera es inexplicable e irrefutable. Esa parte de mí es quizás la que se siente mal en este momento, mi parte racional me dice que no tengo por qué sentirme mal, porque realmente no he hecho nada malo, estoy siguiendo con mi vida, y mis acciones no tienen por qué hacerme sentir mal sino no son mal intencionadas. 

No quiero sentirme así, no quiero sentirme culpable por algo que ni ha pasado, ni se si pasará y que realmente no encaja en nada en este momento. Desafortunadamente para la otra parte involucrada es un golpe fuerte, y tiene toda mi empatía en ese sentido, yo me estaría sintiendo quizás de la misma manera si estuviera en esa situación, aunque realmente no hubiera llegado a averiguar o descubrir las cosas que descubrió, hubiera preferido no hacerlo de todas maneras. Pero si, simpatizo con esa persona, lo entiendo y no puedo decir que no debería sentirse de esa manera, lo que no me gusta es que me haga sentir culpable, por algo que realmente no ha sucedido, que se imagina que ha pasado y por ende me hace quedar como el malo de la película.

El problema con todo esto es que no siento que deba sentirme mal, porque realmente no he hecho nada malo, pero al mismo tiempo no puedo quitarme la idea de la cabeza que lo socialmente aceptable es sentirme culpable por el daño, indirecto, que le estoy causando a alguien. La maldita sociedad me juzgaría de mala manera si escuchan esa versión de la historia, yo sería el insensible medio psicópata que mintió durante años, y que en el transcurso de unos pocos meses se olvidó de todo eso y siguió adelante. Y yo digo,  ¿por qué tiene que haber un tiempo establecido, predeterminado para seguir uno adelante?, ¿por qué si puedo manejar mis emociones, por fin, mejor que muchos ahora, y no sentirme mal y que eso me haga seguir adelante, tratando, porque es solo es, de seguir con mi vida, tengo que sentirme mal?. ¿Por qué está mal superar las cosas en un tiempo menor a la norma, por qué eso me hará insensible, o falto de amor, o de empatía o de respeto.? No soy un psicópata, es más tengo mucha más empatía que la norma, entonces por qué siento que si, evidentemente, yo sería el juzgado, el señalado, por ser un bastardo sin sentimientos, que no siente nada y que sigue adelante con su vida. 

No quiero sentirme mal, porque siendo sensato, con la mano en el corazón, no tengo por qué hacerlo. Ninguna de mis acciones fue con intención de hacerle daño a nadie, solo pensaba en seguir adelante, y esa otra persona tampoco tenía por qué enterarse, porque no hace parte ya de mi vida y no tiene por qué juzgarme por lo que yo haga o deje de hacer con ella, así socialmente y hasta legalmente sigamos atados, no he hecho nada para sentirme mal. Esa persona lo intenta, lo logra, me conoce muy bien, y me ha cambiado el humor, me ha dañado el día y hace tiempo que no sucedía. No logro sacarme de la cabeza la idea de que no tengo por qué explicarme o sentir lo que siento, pero al mismo tiempo mi empatía hace que entienda ese sentimiento que esa persona siente, y debo empatizar con ella. 

Y lo hago, lo hago de verdad que sí, esto no tiene nada que ver con olvidar las cosas, con echar muchos años a la basura, como ella me quiere hacer ver, nada de eso es esto para mí, es mi manera de salir adelante, igual estoy solo, aislado, conmigo mismo y mis demonios, y tengo que buscar la manera de sanarme, así no logre nada, así sea solo por distracción, pero no me puedo sacar de la cabeza la idea de que yo voy a ser el señalado por insensible y por falto de afecto y de querer. Esa es la injusticia que una sociedad sin sentido nos ha llevado a creer, culpar al que puede superar las cosas mejor, el que sigue adelante, castigarlo con señalamientos, porque hay un tiempo, siempre hay que darse un tiempo, y aunque nunca se especifica, en teoría debe ser largo, debe durar mucho para que realmente se sane. Bueno pues no todos sanan igual, y lo lamento por los que se demoran mucho, yo era uno de ellos, pero estoy cansado de sentirme mal por tener incrustadas en mi mente esas ideas, con las que igual crecí, que es lo que seguramente me está haciendo sentir así en este momento, y me da rabia de saber que sin haber hecho nada, absolutamente nada, ya he sido condenado.

14/5/20

Amigos

Nunca he sido una persona de amigos, motivos, muchos, uno quizás mi juventud introvertida al extremo que no me permitió relacionarme normalmente dentro de los parámetros sociales establecidos, por lo tanto no conservo vínculos fuertes de aquellos años. Luego quizás una serie de malas decisiones, quizás un poco también una personalidad un poco implacable, y el hecho de mezclarme con personas que no eran similares a mí, no porque sea algo malo o porque tenga algo en contra de ellos, no, simplemente porque en lugar donde crecí se maneja mucha envidia, ficticia, de donde proviene cada uno, y se juzga, y se señala, y se trata dependiendo del estatus al que uno pertenezca.

Nunca he tenido muchos amigos, ahora todos están en distintos lugares del mundo, lejos, pero ahí están. Generalmente nadie me busca, soy yo el que tengo que ofrecer mis servicios, pero muchas veces ni siquiera así los quieren. En este caso creo que es envidia, no voy a negar que he tenido una vida privilegiada, pero no, no porque todo me lo dieron, o porque nací con un título nobiliario que me permite abrir puertas con tan solo mencionar un nombre. No, jamás se ha tratado de eso, pero sí, he logrado cosas que muchos envidian, y lo hecho de una manera sencilla, me ha costado, pero menos que a otros, siempre he tenido, o me he rebuscado, los recursos para lograr lo que quiero, y en la mayoría de los casos lo he logrado. Y aunque soy humilde y no creo que sea nada realmente que debería causar discordia, no lo oculto y me siento orgulloso de decirlo, y creo que es ahí en dónde radica el hecho de que esa actitud quizás choca con aquellos que han luchado por lo mismo y nunca lo consiguieron, o no lo han logrado aún. Es quizás ese pensamiento humano de merecimiento, todos creemos que merecemos mejor suerte, tan solo porque hemos hecho lo necesario, nos hemos sacrificado y aún así no se nos da, pero a otros con menos esfuerzo y sacrificio, y a veces hasta con desdén, se les dan las cosas fácilmente.

Yo no voy a negar que me siento bien de lo que he logrado, no me han ayudado, nadie me ha dado una mano más allá de cosas elementales de la vida cotidiana, y no voy a sentirme mal por sentirme bien de haber logrado lo que tengo a pulso. No tengo porque ocultar la alegría del esfuerzo que me ha tocado hacer para llegar a donde estoy, así eso genere enemistades y malas miradas, porque me ha tocado fácil, para los ojos de los demás, y a ellos no.

Es por eso que creo que no tengo compañeros como otros tantos, la evolución de muchos que están a mi lado es muy diferente quizás a la mía y me ven quizás como una amenaza por la tranquilidad y facilidad con que se me han dado las cosas. La envidia es quizás lo que más lleva a esa situación, hay cortesía, hay normas sociales de cordialidad que siguen conmigo, porque de cierta manera hay respeto, pero más allá de eso creo que no puedo entrar sus círculos, simplemente porque no pertenezco a ellos.

A veces no niego que quisiera poder quitarme todo eso de encima y estar igual que todos, con algo que conseguir que me cueste, o algo que requiera un inmenso sacrificio, pero no voy a sentirme mal por algo que realmente no depende de mí, las cosas se me han dado así porque así tiene que ser, no debo disculparme por nada, no tengo por qué sentirme mal por aquellas cosas que a otros les incomoda. Prefiero la soledad y el puñado de aquellos que lo han logrado entender, aceptar y asimilar, que la hipocresía de tantos que siguen ahí, pretendiendo a veces, y que al final no sienten sino algo que los corroe por dentro. No, no me voy a disculpar, a sentirme mal, ni a decir que no me siento bien así, tal cual como todo se ha dado, así tenga que pagar el precio de tener a pocos a mi lado, por los propios demonios que los afectan y persiguen a ellos.

Soledad


Son tiempos extraños para todo el mundo, o al menos para mucha gente alrededor del planeta. Para muchos el aislamiento obligatorio, muchas veces en soledad, ha sido quizás de las cosas más duras que han tenido que enfrentar. No quiero entrar a discutir las posibles razones por las cuales muchas personas pueden sustentar el hecho de que al estar aislados se generan muchas emociones, generalmente negativas, y las consecuencias que eso puede traer para la salud de mental de las personas.

No quiero especular el por qué mucha gente está desesperada sin salir a la calle, porque no lo comprendo, en mi caso ésta quizás ha sido uno de los mejores momentos de mi vida, un momento para re inventarse, para analizarse, para encontrarse a sí mismo, para entender la esencia quizás de ser humano y, como muchos esperan y creen que van a salir, ser mejor ser humano, no por el bien del planeta, o de la humanidad en si, aunque el colectivo puede contribuir a ello. No, simplemente por el hecho de que es el mejor momento para que cada uno revalúe lo que es, encuentre su esencia y pueda evolucionar en su consciencia.

Para mí ésta soledad ha sido de lo mejor, se de esos pocos que se la lleva bien con la soledad, jamás he estado solo, soy solitario que es diferente, pero jamás he estado solo, me tengo a mi mismo, que es la mejor compañía que puede haber, y por eso jamás me he sentido solo, ni siento que este aislamiento sea un castigo, es más, es una bendición. Pero en muchos casos estos se convierte en un suplicio, arriesgándome a ser impopular yo quisiera que esto durara un poco más, y sí, es un poco egoísta porque no solo se trata de algo personal, es claro que la gente necesita recursos, trabajar, "producir" para poder vivir en el mundo post moderno de consumismo irracional en el que se vive. Si, claro hay que hacerlo y no todos pueden tener una posición en la que pueden parar por muchos meses, quizás ni siquiera por unos pocos días. Pero no quiero hablar de política, porque es claro que el hecho de estar en esta cuarentena ha expuesto, en muchos países, la poca gobernabilidad, corrupción y evidentemente la falla del modelo económico, no por el modelo en sí, sino como ha sido manipulado por aquellos que tienen el poder para su propio beneficio. Es claro, y espero que pueda la gente comprender esto, los modelos económicos funcionan, todos, son perfectos porque están basados en matemáticas, en asumir que el ser humano es íntegro, y claro ese es el gran error, el ser humano no lo es, y es por eso que ni este modelo ni ningún otro realmente va a funcionar nunca, mientras exista el factor humano corruptible que pueda sacar provecho por el bien personal, encima del bien común.

Pero no quiero hablar de todo lo que podría ser, de lo que se puede o no cambiar, o deberíamos. Solo quiero hablar de la importancia de la soledad, realmente nada de lo externo es cambiable, al menos no como se quisiera, es algo que seguirá ahí, mal, regular o bien, cuando todo termine. Pero la soledad nos da la oportunidad perfecta para que cuando todo vuelva a su curso, cada uno pueda aportar algo que eventualmente mejore todo. Pero para ello hay que realmente entender el estar solo, mucha gente no lo entiende, o simplemente que es un estado al que hay que huirle, hoy en día con la tecnología es muy fácil evitar la soledad, y la gente lo hace por miedo a lo que pueden encontrar. La soledad es lo mejor que cada uno puede tener, es la única manera de realmente encontrarse con uno mismo, entender tantas cosas del por qué, cuestionarse que es lo que realmente vale la pena en la vida para buscar las respuestas a las preguntas milenarias de la humanidad.

Hay que abrazar la soledad, yo estoy extasiado completamente de poder por fin dedicarme tiempo a mi sin necesidad de preocuparme por el mundo exterior, no hay nada que pueda hacer para cambiar lo que sucede y con preocuparme no soluciono nada. Pero puedo utilizar todo este tiempo para trabajar en mi y poder transformar algo que luego pueda ser beneficioso para los que me rodean, y los que vendrán.

Hay que entregarse a la soledad como herramienta de progreso, no hay que temerle, hay que acogerla y trabajar de la mano de ella para finalmente superar todo aquello que nos acongoja, de lo cual nos quejamos a diario y dejar el mundo material, superficial e insignificante que nos rodea a diario, es la mejor manera de poder superarlo todo y poder vivir en paz y tranquilidad. El auto conocimiento es el camino, y es el momento de aprovecharlo, si no lo han hecho ya.

2/5/20

Otras razones

Cómo estoy seguro que nunca volverás a pasar por aquí, se presta fácilmente para decir las cosas más abiertamente, sin ser juzgado, y quizás, cobardemente, sin tener que pasar por una conversación algo incómoda, en la cuál seguramente no podría llegar al punto, así que es la mejor manera de evitar esa bala y seguir adelante, sabiendo que jamás leerás esto.

A parte de las razones que ya conoce acerca del por qué hace tantos años no fui capaz de quizás decirle muchas cosas a la cara, y más allá de eso realmente verla a la cara, hay una principal, entre tantas, que me da hasta pena reconocerla. No me siento muy feliz de tener que confesar esto abiertamente. Pero quizás me sentí tan obnubilado y increíblemente incrédulo de las cosas que me decía, que me cerré totalmente, y no porque no le creyera, o por alguna otra razón, simplemente porque siempre he tenido un problema de auto estima, muy complejo de explicar aquí, pero eso me ha perseguido toda la vida, aún no lo he superado, pero me siento mejor después de muchos años conmigo mismo. 

Todo radica en que nunca creí que mereciera su amor, su cariño, su deseo, ni todas esas cosas que me decía que quería de mi, conmigo, con los dos. Mi autoestima no daba, y a veces todavía, no da para tanto. Nunca lo creí, no por usted, sino por mí, porque no creía que merecía amor de esa manera, porque no podía creer que una persona tan maravillosa como usted pudiera de verdad sentir todas esas cosas por mí, nunca pasó por mi cabeza estar convencido totalmente de lo que decía. Es otra razón más por la cuál me acobardé, como quizás pocas veces lo he hecho, pero lo hice, porque me ganó la parte de mi mente que me decía que todo era mentira y que solo quería sacar provecho de mí, o que todo era un engaño y que nada de lo que decía era cierto e iba a salir lastimado como otras tantas veces.

Esa es quizás una razón muy poderosa, que todavía me persigue, que no he podido superar del todo, nunca he sido hábil en esto de las relaciones con el sexo opuesto, ni mucho menos en cualquier tipo de relación social con el resto de la humanidad. Que usted me dijera eso fue un shock totalmente inesperado, debido a las circunstancias además de dicho encuentro, y no estaba preparado mentalmente para aceptar que era cierto, aún todavía me parece increíble.

Y ahí lo tiene, es otra pieza más en todo esta locura de la vida, en toda esta historia que no sé si tenga un final, y si lo tiene no sé si será un final feliz o un drama digno de una telenovela. Pero somos seres complejos, somos multidimensionales, o al menos yo soy así, y todo es muy confuso a veces. He podido manejar y controlar muchas cosas, pero mucho de todo esto hace parte de mi esencia, y es por eso que sigue presente, a pesar de los años y del aprendizaje, y es algo que jamás he confesado, se siente bien, pero al mismo tiempo me siento vulnerable ahora a todos y todo, pero por usted, no importa.