27/12/19

Deberes

No debería, sé que no debería y sin embargo estoy pensando en hacerlo, en cierta medida, no comprometido cien por ciento, pero voy a hacerlo.

No debería acercarme, no debería quizás ni siquiera hablarte, ni buscarte, ni decirte nada más allá de los encuentros casuales que puedan suceder en el transcurso normal, como antes, de nuestras vidas. Sin embargo todo ha cambiado, a pesar de que objetivamente nada ha cambiado realmente, y es por eso que no debería, no tendría por qué y debería de cierta manera respetarme, respetarte y repedtsr la situación. A pesar de esto voy a hacerlo, aunque no debo, solo porque quiero, porque me nace, porque así lo deseo. No quiero involucrarme más allá de lo necesario porque es ahí cuando uno espera algo a cambio, y no quiero llegar a eso. Quiero mantener el perfecto equilibrio entre necesitarte pero no hacerlo, entre quererte pero poder olvidarte fácilmente, entre saber de ti y desaparecer por completo sin emoción alguna. 

No debería pero voy a acercarme, lo suficiente, para encontrar el balance, pero es un riesgo y no debería, pero voy a hacerlo. Es un riesgo porque mucho hacia un lado de la balanza y estaré perdido y seguramente de ahí en adelante todo iría cuesta abajo. No debería porque no quiero eso, no quiero cuestas abajo ni dramas ni finales tristes, no debería por todo ello, pero sin embargo voy a hacerlo, correré el riesgo, trataré de llegar a ese punto medio, en donde pueda ser feliz sin serlo, pueda quererte sin hacerlo y pueda estar contigo estando ausente. 

No debería, porque sería atentar contra todo lo que te podría ofrecer, todo lo que exigirías, sin duda alguna y todo lo que se debería cumplir. Si, lo sé no debería, pero sin embargo voy a hacerlo, voy a acercarme al medio, trataré de encontrar ese balance entre tenerte y no, entre no quererte y hacerlo, entre quizás confirmar lo que intuyo pero mantenerte lo suficientemente lejos para no hacerte ni hacerme daño. Y todo esto suena peligroso y que no debería pasar y no debería hacerlo ni buscarlo, pero creo que lo haré, aunque no debo. 

26/12/19

Conversaciones

A estas alturas ya puedo decir que puedes saber el tipo de persona que soy, sin necesidad de que realmente me conozcas del todo. Lo más curioso de todo es que no tomaron muchos encuentros para que realmente pudiera desnudar mi alma y entregarte mis miedos y mis alegrías, con un poco de mi esencia.

Es una lástima que durante dichas conversaciones no hayas dicho nunca nada, asumo que estarías de acuerdo conmigo, que de alguna manera me entenderías, estarías de mi lado y seguramente me asegurarías que todo está bien, y que nada de todo eso que no es tan bueno es realmente importante. Escucho tu voz en mi mente, algunas pocas palabras y preguntas que me lanzas, y veo tu rostro, con algo de sorpresa pero enfocado en acuerdo con lo que digo, dándome un soporte para seguir adelante y reafirmarme que voy por el camino correcto.

Una calma me llena de después de nuestras conversaciones, nunca hemos llegada a una conclusión acerca del siguiente paso, de qué va a suceder. Más bien parece que cada vez que hablamos de nuevo volvemos a comenzar, como tratando de reafirmar una y otra vez que todo está bien, y sobretodo que todo va a estar bien, a su debido tiempo, sin calma pero sin prisa. 

Son charlas cortas, más que todo yo hablo más, pero más que todo porque tu solo quieres escuchar, a veces quieres tratar de decir algo, pero te detienes y yo continuo reafirmándote que a pesar de que no es una bonita historia, tu eres el final feliz, que debes confiar en mi y creerme. Usualmente todo queda ahí, no hay verificación ni negación a mi propuesta, no hay nada implícito, ni dicho, ni sugerido, pero ambos estamos de acuerdo.

Es bonito tener estas conversaciones contigo, así no hables mucho, así solamente pocas palabras salgan de ti, muchas veces en dirección contraria a dónde me dirijo. Sin embargo me alivian, me hacen sentir bien, me calman y me hacen soñar con la posibilidad de un futuro, quizás lejano, pero posible.

Es una lástima que jamás realmente vayamos a tener estas conversaciones, que tu voz está en mi cabeza y tu rostro y tus afirmaciones no son más que fantasías delirantes de escenarios ficticios que muy posiblemente nunca se van a construir. Todo es un libreto en mi mente de ti, de tu ser y de la necesidad de que puedas escuchar mi historia, y que me digas que todo va a estar bien y que estás de acuerdo conmigo, y que una nueva vida acaba de comenzar a partir de ese instante en el que dices, yo también.

23/12/19

Destino

No logro salir de una cuando ya viene otra. Otro de esos reveses inesperados del destino. No sé cómo reaccionar a tan inesperado golpe, como todos generalmente, lo he tomado de una manera muy calmada, ya que son cosas de la vida que se salen de mi control y realmente ya estoy algo cansado de pelear contra lo que tiene que ser, porque todo pasa por alguna razón.

El problema no yace en la noticia en sí, digamos que yo ya tenía planeado dedicarme a hacer mi búsqueda independientemente de lo que pueda suceder, o de lo que se sale de mis manos. Sin embargo esta noticia trae consigo una circunstancia que parte de mi la ve como algo del destino, la parte quizás soñadora, irreal y optimista, exageradamente a veces, de mi, que generalmente no es tan precisa pero que me hace soñar e ilusionarme con cosas que muchas veces no son más que películas de la era dorada de Hollywood. Sin embargo la otra parte de mi lo ve como algo doloroso, que tengo que afrontar, que puede terminar mal, para mí y que no era algo que realmente quería en este momento.

Todo está entrelazado, los errores, la búsqueda y este destino todo tiene que ver con lo mismo, desde diferentes ángulos y perspectivas pero todo va a lo mismo. Y eso podría verse como un paso positivo a dónde quiero llegar, y la parte optimista lo ve así, de cierta manera, pero al mismo tiempo es algo que mueve muchas fibras y torna todo más peligroso porque si todo sale mal, en mi experiencia, no va a ser agradable. 

Ya me había hecho a la idea de estar un poco alejado de ciertas circunstancias, al menos por un tiempo, algo que podía controlar, que por el mismo destino me había puesto en una condición algo más cómoda, no eliminando del todo el error, pero al menos lo había puesto a cierta distancia que me permitiera resolver otras cosas, previas, para no tener que preocuparme por todo a la vez.

Ahora ese mismo destino con el cual estábamos en una partida de ajedrez cómoda y pareja me ha puesto en jaque. Pensé que tenía controlado el juego, al menos era una partida pareja así estuviera destinado a perder, pero ahora estoy en jaque y debo pensar mis próximas jugadas muy bien para volver a emparejarla, así al final conceda y termine perdiendo de todas maneras , al menos lo haría bajo mis términos. 

Cómo siempre estoy en un mundo de fantasía más allá de la realidad y de lo potencialmente buena o mala de la situación, y es el incesante barullo en mi mente el que no me da calma mental. Si, es claro, yo mismo me armo el rollo, eso siempre lo he sabido, lo que nunca he podido descifrar es cómo demonios salir de él así tan fácil como entré. Todas estas palabras quizás lleguen a alguien, que ni entenderá nada, si llegara a alguien más cercano, quizás tampoco podría descifrar este enredo, y así me encuentro yo hace varios meses tratando de resolver un enredo, que si existe, pero que ahora de ha transformado en algo que no logro reconocer, tal vez porque he querido volverlo así, algo irreconocible que de cierta manera puedo mantener alejado, evitarlo por así decirlo, para no enfrentarlo. A veces pienso que el problema original ha desaparecido y que realmente lo que tengo son sub problemas inventados sobre un original pero que al final no tienen nada que ver ni van a llevarme a ningún lugar.

Quizás es una tendencia que tengo, que hasta ahora reconozco, agrandar, mutar y retorcer cosas para que parezcan más o menos complejas, dependiendo del caso, para hacerlas más llevadera día a día sin tener que solucionarlas de frente realmente. Es por eso que de pronto hace tiempo he estado en piloto automático, y me he resignado a muchas cosas, porque no he afrontado realmente el problema, o la realidad del mismo, y lo he evitado con la cotidianidad de lo mundano y de siempre esperar que todo pase porque tiene que pasar. 

Creo en el destino, quizás no inefable o certero, algo de albedrío debemos tener para al menos escoger A o B, pero ese camino que escojamos inevitablemente nos lleva a un punto predeterminado. Hace muchos años, durante mis años de búsqueda por aquellas cosas que nunca enseñan en el colegio, quizás cuando comencé a conocer un poco más sobre la precariedad, fragilidad y a veces inutilidad de la vida, me topé con lo que el común llamaría "brujos", de esos que leen el tarot, el cigarrillo, la mano o solamente entran en trance, como se dice vulgarmente y dicen cosas de uno.

No discutiré si creo ciegamente en ello, ni voy a defenderlo o atacarlo porque no es una discusión que valga la pena tener ahora, solo quiero hablar desde mi experiencia. Entre muchos diferentes videntes o personas con ciertas habilidades especiales, que todos tenemos al fin y al cabo pero menos desarrolladas, siempre me encontré con una constante, esto a través de diferentes años y etapas de mi vida y con diferentes sujetos, siempre estaba destinado a vivir lejos de mi tierra natal. Nunca ninguno fue específico en el cual, por lo tanto uno podía interpretarlo de cualquier manera, resultó ser cierto y terminé viviendo lo más lejos que podía haberme imaginado. Ahora eso es algo de lo poco, desafortunadamente, que recuerdo y sólo doy ese ejemplo porque sin pensarlo o realmente desearlo, créanme nunca pasó por mí cabeza venir al otro lado del mundo, así sucedió. Nunca me dijeron cuando, ni el año ni ninguna prueba fehaciente de ello, pero aquí estoy. Otras tantas cosas han pasado, insignificantes quizás, otras tantas no, y otras creo que si, pero como nunca fueron suficientemente claros pues no puedo señalar particularmente un evento entre tantos similares que he tenido con diferente resultado.

Entonces si creo en el destino, nunca tuve muchas más información acerca de mi vida y demás, porque quizás no hice las preguntas correctas, o porque es un código de no decir o dar detalles de muchas cosas. Pero creo que tenemos un camino que recorrer, del cual no somos conscientes, pero de cierta manera está ahí y lo podemos modificar un poco pero el camino lleva al mismo final. Esto puede ser algo totalmente falso e irreal que simplemente hace que me sienta un poco más en calma, con saber que muchas cosas están destinadas a ser así porque si. Inclusive si me voy al otro extremo de decir que creo en aquello de que uno forja su propio destino, también podría decir que sin saber por qué o cómo he escogido estar justamente aquí, porque de todas maneras sea por designio del destino o no todo pasa por algo y sería igual de cualquier manera. 

No sé de verdad que va a pasar, no sé al final si todo sea una inmensa película en mi cabeza o algo de destino hay en todo esto que está sucediendo. Cualquiera que sea el caso, estoy igual de  perdido, sorprendido y creo que por primera vez en muchos años con algo de susto porque toda mi vida como la conozco puede cambiar. 

I have a strong urge to fly, but I got nowhere to fly to...

Mi vida fue marcada por Pink Floyd, obviamente hay muchas otras bandas que me han marcado y me siguen marcando, pero durante unos años oscuros de mi vida, adolescencia principalmente, Pink Floyd siempre estuvo ahí, o debería decir que descubrí que no está a solo en el mundo y que muchas cosas que sentía ya habían sido descritas de una manera magistral por esa banda.

El título de ésta entrada es parte de una de mis canciones favoritas, del disco The Wall, pero no vengo a hablar de música, aunque debería a veces en vez de contar acerca de mi vida aquí.

Pero creo que el propósito de éste blog siempre ha sido, así como Pink Floyd hizo conmigo, es quizás compartir experiencias que otras personas también tienen, que han sentido, que no han podido expresar por las razones que sea, personas que sienten o han sentido lo mismo y ouefsn de pronto encontrar otrs alma que pueda entenderlos y hacerles saber que no están solos.

Estoy en uno de esos momentos en mi vida en que estoy buscando algo más. He realizado casi todas mis metas y he cumplido con muchos de mis propósitos, y debo decir que muchos de ellos han sido cosas materiales, o cosas de la vida que uno anhela y cumple. No he logrado muchas otras cosas, algunas veces se gana, otras se pierde, pero hay muchas de esas que ya no quiero perseguir o ya no me son tan importantes. Es por eso que me encuentro en ese momento del y ahora qué, hacia dónde me dirigió ahora, qué necesito realmente o que quiero para el resto de mi vida.

Cómo dije muchas metas ya las cumplí, otras quizás se vayan cumpliendo pero sino, no son tan importantes, pero estoy buscando algo más que un reconocimiento externo, más que algo material, más que una recompensa de la cual me pueda sentir bien y orgulloso. Estoy buscando algo que trascienda, algo más allá, algo personal, un viaje interno que me lleve a otro nivel, más allá de lo mundano.

Puede ser una de esas crisis de la media edad que llaman, pero realmente esto es algo que siempre ha estado presente por mucho tiempo, simplemente que la vida siempre había estado en medio, y la próxima meta, y el próximo destino y así siempre. Ahora que no hay destino, ni otra meta, creo que es el momento de afrontar lo que siempre he debido hacer, o al menos debí hacer desde hace tiempo, y es buscar realmente eso que siempre he querido. El problema es que ahora eso implica terminar con muchas cosas, romper corazones, cambiar un modelo y estilo de vida que a estas alturas hace que todo sea más complejo porque ya no estoy solo, porque ya he recorrido mucho camino y eso implica que cualquier decisión que tome afectará a otros sin lugar a dudas.

Así quiera o no hacer daño es inevitable y no me hace sentir mejor que no quiera hacerlo intencionalmente, aunque debería ser algo egoísta y seguir mi instinto y lo que quiero hacer, sin importar lo que digan los demás o los daños colaterales que puedan ocasionar, es más fácil decirlo que hacerlo. No seré perfecto, he cometido muchos errores y he hecho cosas que quizás ahora que lo pienso no fueron ideales en su momento. Sin embargo no soy un mal tipo, estoy lejos de ser perfecto, lo cual es algo que igual jamás he querido alcanzar, pero siempre he tratado de hacer lo mejor para con mis semejantes y no siempre me ha ido bien, no es culpa de nadie realmente, y todo pasa por alguna razón.

Sin embargo no lamento lo bueno ni lo malo, hace parte del libre albedrío y de las decisiones que uno toma, buenas o malas a los ojos de los demás, pero para uno las ideales y precisas en ese momento. No me arrepiento, eso no es cien por ciento cierto, claro que hay arrepentimiento especialmente cuando hay alguien más involucrado, pero en general no lo hago, quizás de las cosas que pude hacer y no hice, como todos supongo, pero no vivo ahora de eso. 

Sin embargo esa búsqueda por algo me ha perseguido toda la vida. Nunca realmente he pertenecido a nada, a ningún grupo o subcultura que llaman, he tenido breves instantes en muchas, pero jamás he pertenecido a ninguna. Es posible que eso sea lo que durante toda mi vida me ha incomodado, no el no pertenecer a los grupos regulares, siempre me he sentido a gusto no siendo parte de lo común, vulgarmente hablando y sin tratar de ofender a nadie, lo común no tiene nada de malo, simplemente es común. Lo que me incomoda es nunc a haber encontrado ese grupo o el no grupo al cual debería pertenecer. Esa es quizás ese nudo que me persiguió durante muchos años que luego se desvaneció o entró en un sueño profundo debido a otros excesos y pensamientod más mundanos, que luego de nuevo renació pero sin la misma intensidad. Que de nuevo volvió a ocultarse porque la vida me tomó por sorpresa y viví 10 años en tan solo un par y luego todo ha sido un viaje en piloto automático, del cual tengo que admitir muchas cosas no se ni cómo ni por qué han pasado.

Ahora la velocidad se ha reducido, otra vez estoy quizás siendo consciente de mi esencia y de las cosas que realmente siempre he querido y buscado, pero han pasado tantas cosas que ahora todo es un inmenso collage post modernista, sin sentido alguno, y ya nada es tan sencillo como solía ser.

Es posible que, cómo siempre, obstáculos inmensos aparecen en el camino cuando realmente quiero hacer lo que deseo hacer y eso implica que todo de nuevo sea complicado. Tengo urgencia de volar, pero no tengo destino a dónde ir, esa frase me ha perseguido siempre y vuelve a mi de nuevo. Esta vez la intensidad no es abrumadora pero es fuerte y está fortalecida, creo que es momento de detenerme y realmente contemplar la chance de echarme a volar, así no tenga destino. 

9/12/19

Errores (V, La conclusión)


Ya hace unos días todo terminó, a menos toda esta saga ha llegado a su fin, no había tenido tiempo de pasar a hablar sobre la conclusión de dicho error. Quiero ser breve ya que aunque se ha consumado dicho error, todavía no sé exactamente en dónde estoy parado, ni realmente las consecuencias a corto o largo plazo de dicha acción.

Lo que puedo decir, con cierta tranquilidad, es que el resultado fue mejor de lo que esperaba, comparativamente con lo que me había imaginado, algo un poco más oscuro y trágico, como usualmente me suelo imaginar. Ahora digo que con cierta tranquilidad el resultado fue bueno, o quizás mejor de lo que quiero admitir, dadas las circunstancias, ya que he ganado una gran persona, una amistad, sincera espero, y mi error, o mejor acción, fue bien recibida, mejor de lo que esperaba.

No ha pasado mucho tiempo, así que realmente no puedo decir más que fue buena idea haberlo hecho cuando lo hice, por otras razones que no vienen al caso, y que el resultado me ha parecido positivo. Ahora viene la parte un poco incierta, no sé qué debo o no hacer, o qué puede pasar de aquí en adelante. Tengo la tranquilidad de saber que puedo ser totalmente honesto, y abierto quizás por primera vez en muchos años, y que no tengo miedo. No quiero imaginar que puede pasar, y posiblemente al final a pesar del resultado positivo, todo termine como empezó, pero aún así no me arrepiento y a pesar de tantas cosas, circunstancias y demás, estoy contento, tranquilo y satisfecho.

No sé que esperar, no tanto por el resultado final, sino porque hay otras circunstancias y cosas alrededor que cambian, y afectan otras cosas en mi vida, las cuales tengo que comenzar a enfrentar, pronto, ya que hay muchas inconformidades que debo confrontar y tomar decisiones acerca de muchos pasos a seguir.

Por ahora un peso se ha quitado de encima, pero viene otro largo camino por recorrer de aquí en adelante, que puede cambiar de alguna manera todo mi futuro, independientemente de mi acción, al final esa solo fue una pequeña parte de un gran todo que es mucho más intenso y profundo.

5/12/19

Errores (IV La suerte está echada)

Otro cambio de planes imprevisto. No era tiempo de que las acciones se llevaran a cabo, pero un acontecimiento el día de hoy me dejó algo triste, debo admitirlo, sorprendido, y decepcionado, éste último no es nuevo, pero no deja de doler.

Descubrí, o más bien verifiqué, que todo el mundo miente, una vez más, y lo más doloroso o sorprendente de todo es que la mentira ni me quita ni me pone y seguramente no era dirigida a mi particularmente, o si, pero sentí como si me hubieran traicionado y no lo esperaba, porque no había absolutamente ningún motivo por el cual me debieron haber mentido. 

El daño está hecho, y no solamente me refiero al daño de esa persona hacía mi particularmente, sino el daño que yo mismo ya hice, que podría echar para atrás, pero que quizás puro masoquismo voy a terminar. Ahora todavía faltaba un tiempo para cometer el error, pero con lo que sucedió hoy he tomado la decisión de terminar con todo de una vez, mañana o dentro de unas semanas nada va a cambiar, así que para qué esperar. Es mejor darle fin a todo y quitarme además la preocupación de la cabeza.

Lo que más me molesta, más allá de la mentiras que no será la primera vez que seguramente ha pasado, es que me dolió más de lo que debería molestarme, y no porque yo nunca mienta, o no lo haya hecho en ciertas situaciones para quedar bien o apaciguar los ánimos. Pero, en este caso particular, es la innecesaria mentira que duele más que haberme dicho la verdad simple. Al final de cuentas yo solo dije lo que dije por amabilidad, nada más, y no merecía esa bofetada en la cara. 

Sin embargo esa siempre ha sido la historia de mi vida, y quizás nunca voy a aprender o de pronto ahora si, otra vez a las malas. Lo más triste, para mí, es que quizás por primera vez no estaba esperando nada, no pretendía nada, ni buscaba nada, no quería poner a nadie en ninguna posición incómoda. Quería simplemente ser sincero, decirle a alguien las cosas como son y ofrecer lo que puedo, sin esperar nada a cambio ni realmente esperar que esa persona lo entendiera o ni siquiera que lo fuera a hacer.

Ahora por principio debo seguir adelante, por honestidad conmigo mismo, con esa persona, y con quizás mi vida misma, no puedo para ahora. Sería mentirme y sería de cierta manera, al menos, no mostrar realmente lo que quiero y dárselo sin medida. Eso, sí es rechazado es una cosa, pero al menos mi integridad quedará intacta y tengo que ser fiel a mis convicciones y lo que siento y creo, así como muchas tantas veces lo he hecho, casi siempre sin éxito, pero sin nunca arrepentirme, quizás de los métodos, más nunca de lo que se ha dicho y expresado.

Ésta vez no será diferente, pero debo admitir que hay un desdén y un medio fastidio ya que creo es algo positivo al final, quizás la respuesta me dé igual y así pueda seguir con mi vida, de una buena vez. 

3/12/19

ERRORES (III, la premonición)

La suerte está echada. Aunque todavía no hay un resultado a mis acciones, ya no hay marcha atrás, he completado el último paso antes de completar la acción, y ahora pase lo que pase ya he tomado la decisión de seguir adelante, a pesar de las dudas y de que falta todavía tiempo para que el error llegue a su fin.

Este post es extra, ya que como muchas cosas en la vida hay sorpresas en el camino que cambian las cosas. Siendo sincero en el fondo sabía que por una u otra razón eso iba a suceder, tarde o temprano, y cuando me refiero a temprano pensaba en el transcurso de unos meses quizás. Como muchas cosas en mi vida, para bien o para mal todavía no lo sé, ese temprano llegó ya, y aunque no cambia mis acciones ni va a cambiar las consecuencias de ellas, si le da un tinte extra a todo esto. 

La verdad es que entre las palabras que escribí, como parte de mis acciones, mencioné que era posible que en algún momento un alejamiento podría suceder, pero que a pesar de eso nada cambiaba. Todo eso sigue siendo cierto, nada va a cambiar de mi parte y las palabras plasmadas siguen teniendo el mismo significado, solamente que con la diferencia de que cuando las escribí, veía esa separación como algo lejano, y ahora está aquí a la vuelta de la esquina. 

Este post es extra, porque quería, quizás solo para recordar, que esas palabras que escribí sin tener ese pensamiento se pueden hacer realidad, fueron como una premonición de lo que iba a venir y quizás se cumplió antes de lo esperado.

No cambia mis acciones, el error a cometer, seguiré hasta el final con el, pero si cambia quizás las consecuencias, buenas o malas, el escenario cambia, la dinámica es diferente y eso cambia el panorama. Si es para mal quizás no importe mucho, porque las cosas no pasarán a otro nivel, si es para bien puede truncar muchas cosas y podría terminar siendo el golpe final que acabe con todo, a pesar de una respuesta positiva.

No sé si esa premonición tenga dichas consecuencias, o si afecte demasiado el resultado, pero en el fondo quería aferrarme un poco más a esa cercanía y no pensar tanto en el alejamiento. Si es para el bien de todos, que así sea, pero espero que no sea para mal.