23/10/19

Perspectiva

A veces no sé si es muy difícil para otros tratar de ver la perspectiva de la otra persona, lo que dicen ponerse en los zapatos de otro. Es claro que jamás se podrá sentir exáctamente lo que otro pueda estar pensando o sintiendo en un momento particular, ni siquiera repitiendo la misma experiencia, en las mismas circunstancias. Es más que obvio que esto es imposible y no es a lo que me refiero.

El hecho de no poder sentir o comprender lo que otro siente con respecto a  alguna situación no implica que no se pueda asimilar, al menos intentar, la perspectiva de dicha persona. Por ejemplo yo no soy muy bueno para comunicarme frente a frente con el seco opuesto, especialmente si me gusta esa persona, y en general a veces no soy muy bueno para expresar mis pensamientos, sentimientos y muchas veces ni lo que quiero decir, en situaciones en las que implique comunicarse con otros. Muchas veces no logro hacerme entender, me enredo, pienso más rápido de lo que hablo y sale todo enredado o simplemente estoy en otro lugar en mi mente y no logro estar presente en el momento. 

Estoy seguro que algo similar le habrá pasado a más de uno y en diferentes circunstancias, para algunos hablar en público es un martirio, o tener que tener las conversaciones más sencillas se vuelve un suplicio. Y es claro que el interlocutor puede que, y generalmente en mi caso encuentro que es así, no tenga el mismo tipo de problema o en muchos casos prefiera comunicarse de otra manera. Es ahí cuando se encuentran las disociaciones y los problemas, no se trata de que una u otra manera de expresarse sea mejor o más conveniente que otra, todos estamos peleando con nuestros propios demonios y tenemos diferentes maneras de sobrellevar los días y la relaciones personales. 

Pero es claro que para el que prefiere una conversación directa, alguien como yo que prefiere quizás escribir o decir cosas al azar, genera un conflicto y un posible mal entendido y problema. A mí me cuesta decir las cosas la primera vez, tengo que estar muy seguro de que voy a cometer un error o que voy a acertar para tener el coraje de lanzarme de todas maneras sin importar el resultado. 

Pero eso me toma tiempo, a veces más otras no tanto, depende de una infinidad de factores que generalmente no controlo, o simplemente de un impulso de un día para simplemente lanzarme al vacío. Eso quizás muchas personas no lo asimilan, para muchos es facil actuar y ya, dicen que una imagen vale más que mil palabras, y es posible que aplique en muchos casos, pero la vida no se basa en un solo dicho y no es una verdad absoluta.

Es ahí donde creo que a muchos, y me incluyo, muchas veves nos cuesta al menos ver la perspectiva de la otra persona. Nos acostumbramos tanto a nosotros mismos, y nuestras maneras, por o vivas razones, que olvidamos a veces a los demás, especialmente a nuevas personas que llegan a nuestras vidas y que no conocemos bien, porque la familia y gente que nos rodea hace parte de nuestra misma pequeña cultura y demografía.

Todo esto va a que todo sería más fácil si pudiéramos encontrarnos a mitad de camino. Muchas veces simplemente decidimos cortar con dichas personas o exigir que las cosas sean a nuestra manera para poder continuar. Desafortunadamente la vida no es tan fácil y las personas son tan complejas como el universo entero. El mundo sería un mejor lugar, y no me refiero a delirios de cambiar el destino de la humanidad porque nadie puede hacerlo, ni siquiera si todos creyéramos que podemos hacerlo y nos dedicáramos a ello, eso es algo imposible. Pero al menos en nuestro pequeño universo y con aquellos que nos rodean todo podría fluir de mejor manera, y en todas nuestras relaciones tendríamos mejores resultados y quizás serían mucho más sanas y fluidas.

Estamos obnubilados por una cantidad de cosas de la vida cotidiana sin importancia que han tomado el lugar de cosas tan importantes y básicas como saber cómo comunicarse con los demás. Ahora todo es deslice a la derecha o izquierda si le gusta o no, si entra dentro de su pequeño universo o no y por ende si vale la pena entablar al menos un hola con alguien. 

A pesar de que pareciera que el mundo se ha vuelto más tolerante, la aceptación de las relaciones LGTBI y demás, creo que es todo lo contrario, cada vez estamos más alienados en nuestro pequeño mundo, con gente igual, haciéndolo cada vez más pequeño, no aprendemos nada nuevo, no exploramos, no nos atrevemos porque no cuadra en nuestro empaque. Ojalá pudiéramos salir de nuestras vistas obtusas y tratar al menos de entender que existen otras perspectivas y hacer el esfuerzo de entender que pueden de igual manera enriquecernos y brindarnos un mundo totalmente nuevo. 

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