22/10/19

Carta abierta

Versiones, una palabra que encierra tantas cosas, que es útil para ciertos momentos y hoy en día bastante para todo lo que tiene que ver con los medios y las noticias falsas.

En este caso particular versiones no aplica, porque soy yo, uno, único, que como todo ser humano puede cambiar de opinión, puede pensar diferente de un momento a otro, o arrepentirse de algo porque no lo pensó bien. Todo eso me parece más que válido, somos humanos al fin y al cabo y tenemos derecho a tropezarnos. 

Es por eso que versiones aquí no cabe, mi versión es la que cuenta y la que vale, a pesar de que haya inconsistencias, de que cambie de vez en cuando o que no sea clara. Eso no tiene nada que ver con la verdad, es solamente diferentes momentos de una misma verdad, que por el estado de ánimo, día o momento puede que cambie, pero la versión es una sola y es la válida y siempre ha sido constante.

Mi versión es que estoy abriendo todo mi ser, todo lo que se me va ocurriendo en el camino que puedo sacar, todo lo que me sale, lo que vibro, lo que pienso y siento. Mi versión es que le estoy entregando mi vida entera así no más, sin esperar nada a cambio más que me escuche, quizás que vea con otros ojos, no espero reciprocidad en mis pensamientos, ni promesas, ni sentimientos que no se vayan a cumplir, de eso creo que ambos tenemos ya suficiente. 

Yo no sirvo para hablar por hablar, a menos que sea en un escenario compartido por muchos donde las prioridades sean otras. Estoy lleno de miedo y por eso decir las cosas porque sí no me es fácil, sino me siento acorralado y desafiado es posible que nunca encuentre las respuestas que quiere. Una cosa si admito, jamás he sido totalmente transparente, pero por las razones anteriormente descritas, porque el miedo me puede y porque en muchos aspectos de mi vida he sido patético y me da pena reconocerlo. 

Sin embargo siempre he sido honesto, si, nunca en el momento indicado, nunca en el momento que quizás necesitaba que lo fuera, lo sé, pero he sido honesto y sincero y peor aún he desnudado mi alma. Quizás no se haya comprendido como esperaba, quizás el mensaje no llegó al otro lado o se tergiversó en el camino o se corrompió por las circunstancias. Todo eso puede y seguramente ha pasado, no puedo decir que no es mi culpa, pero no es del todo mi culpa. No soy fácil, soy complejo, como todos, pero mi complejidad quizás no es tan fácil de entender ni de comprender, se necesita paciencia, tiempo y ser directa para poder acorralarme y decir todo lo que sea necesario. 

Nunca habrá una versión que le guste, ni a mi tampoco me va a satisfacer una en particular, es normal y doy por sentado que es así, simplemente por el hecho de que jamás voy a saber exactamente qué es lo que desea escuchar, o cómo lo desea escuchar. No tendré jamás las palabras precisas, ni el tono, ni el momento, porque así nos ha tratado la vida, porque así me ha tratado y porque seguirá haciendo lo mismo, porque es así como debe ser. 

Sin embargo, aquí estoy, diga, cuestione, pregunte, acorráleme, no para ir a ningún lado, ni para llegar a ninguna parte, sino para conectar el alma, que es lo que al fin importa, todo lo demás seguramente ya lo encontró o lo puede encontrar fácilmente en otros. Pero eso que yo quiero va más allá del tacto y todo lo mundano y carnal pierde importancia, esto va al fondo de mi ser, como quiero que usted llegue, sin pretensiones, sin promesas, sin compromisos de su parte. 

Mi versión es la verdad que hay, puede que esté distorsionada por mi propia insanidad, por mis delirios, puede que ni yo mismo la vea claramente porque no la quiero confrontar o porque no me gusta la verdad tal cual. Pero no me puede juzgar por aminorarla un poco, quizás embellezerla para los dos, distorsionarla lo suficiente para que no me haga daño. Sigue siendo mi versión, mi verdad, y es la que es real, profunda, sincera y verdadera. Sigue siendo eso que siempre ha querido, que no obtuvo en el momento que lo quería y ese fue mi error, pero ahí está y sigue y se la ofrezco sin ataduras, sin reparos, pero necesito que me acorrale, me embista, me aprisione para poder sacarla desde lo más profundo de mi y poder entregarla.

Mi versión será siempre la verdad, aquí no se trata de saber de usted o que sepa de mi, esas cosas cotidianas no tienen sentido ya, aquí vamos a lo más profundo, a desnudar el alma, y yo estoy ofreciendo la mía a cambio de nada, solamente que la tome, que se haga dueña de ella y después, solo después, mire que quiere hacer con ella, sin preguntas, sin cuestionamientos, será toda suya y no espero nada a cambio, solo que la tome, pero me la tiene que arrebatar, que forcejear. 

Yo sé que esos quizás no son sus métodos, pero es de pronto el momento de tomar ese riesgo, ese papel y actuarlo para poder obtener lo que quiere. No le digo que sea la única manera, pero yo soy malo para esas cosas de conversaciones así profundas de la nada, me intimida mucho usted y por eso quizás también no lo hago. Soy mejor diciendo las cosas así, cuando se me ocurren en mi propia compañía, en mi propio muro, en mi intimidad, en mi momento. Lo lamento pero no sirvo para hacerlo de otra forma a menos que sea confrontado. 

Le entrego todo y quizás lo único que pido a cambio es que para que lo obtenga me lo arrebate desde lo más profundo, me confronte, y cuando obtenga las respuestas, tenga la mente en paz y abierta simplemente para comprender otra realidad, sin juzgarme. Solo pido realmente que tome todo de mi y que tenga solamente un poco de piedad al saberlo todo, no quiero nada más, no espero nada más, solo quiero entregarle todo. 

No hay comentarios: