25/5/16

Resignación

A mis 36 años de vida he llegado a una conclusión, quizás no definitiva, pero al menos a un punto en dónde veo la vida como una serie de batallas, en las que a veces uno no sabe ni siquiera como entró, y en otras tantas por decisiones que uno toma, buenas y malas, y de ahí todo se vuelve una batalla. Pero no quiero que se entienda batalla como algo negativo, no se trata de vencer a alguien per se, sino de vencerse a sí mismo. Lo digo porque uno toma malas decisiones en la vida, la mayoría creo yo, no se pueden cambiar, es demasiado tarde o fueron decisiones demasiado grandes que nos llevaron por el camino que ahora recorremos y es demasiado tarde, a cierta edad, para comenzar de nuevo, solamente por el simple hecho de que la vida trae otras prioridades y aunque se podría comenzar de nuevo si así se deseara el afán por las cosas urgentes no dejan tiempo para lo importante.

La batalla se libra con uno mismo, por reconciliarse con aquellas malas decisiones que se tomaron, malas no en el sentido explícito de la palabra, sino más en que quizás esperábamos otro resultado, positivo, y al final nos quedamos con algo que no esperábamos o no queríamos. La lucha es por reconciliarse con esos errores que se comenten, casi siempre en todas las etapas de la vida, grandes o pequeños, algunos repercuten en el futuro, otros están ahí constantemente, otros simplemente se dejan y se olvidan porque no hace falta ni siquiera pensar en ellos.

Debo confesar, y no sé si alguien realmente lee esto o no o puede darse ideas del tipo de persona que sea yo, pero eso no me interesa, que la mayoría de decisiones que he tomado en mi vida son para arrepentirse. Podrán preguntarse como alguien puede cometer tantos "errores" o malas decisiones en la vida que lo lleven a decir eso. La verdad no tengo respuesta a esa pregunta, hasta hace poco he caído en cuenta del cúmulo de malas decisiones y de errores que he cometido que me han llevado a la vida de hoy y a de cierta manera desear que casi todo fuera totalmente diferente a como es ahora. Si, debo confesar que no soy feliz con mi vida en gran medida, eso no signifique que me queje, porque realmente tengo una buena vida y he sido privilegiado de poder haber hecho tantas cosas, los aciertos que he tenido porque no todo ha sido malo, y sé que mucha gente me envidia, buena y mala envidia, por tener lo que tengo, y aún así digamos que me "quejo". Sí, somos seres humanos y no estamos satisfechos con nada y siempre queremos más o quisiéramos algo que no tenemos y demás, yo no soy diferente a ninguno de ustedes y también quisiera tener otra vida, más que tener más cosas o menos cosas simplemente no quisiera estar donde estoy en este momento.

No es que mi vida sea mala y sea infeliz en el término real de la palabra, porque no lo soy, pero debo admitir, y no es fácil hacerlo, que he cometido errores y tomado malas decisiones, en algunos casos errores y decisiones de las cuales era consciente que me podía arrepentir luego, lo que lo hace aún más triste y no puedo culpar a nadie de ello más que a mí, y que desafortunadamente algunas de esas decisiones han sido tan profundas que me pesan y me pesarán el resto de la vida, o al menos hasta que me dejen de importar, pero como tengo 36 años la cosa se vuelve aún más compleja, seguramente a los 40 o más ya me dejarán de importar muchas cosas, pero no quisiera que fuera así, quisiera tener 18 para que a los 30 me dejen de importar pero haber tomado otras decisiones que pudiera reversar, ahora no puedo hacerlo y eso me pesa cada día. No tengo una vida feliz, pero no es que no sea plena, tengo todo lo que necesito realmente, solamente que eso que tengo en cierta medida no es lo que quisiera tener. 

Y es por eso que he llegado a la conclusión que como no se pueden arreglar las cosas del pasado ni puedo cambiar ni devolver el tiempo, no queda más que resignarme y conformarme con lo que tengo porque no hay manera de cambiarlo, porque todo recae sobre mí y creo que el precio que hay que pagar es la resignación a tener una vida que no quiero, vuelvo y repito no es que no la quiera como tal porque mi vida es lo que muchos desean, solamente que quizás quisiera eso con otra persona, en otro lugar, con otra circunstancias. Pero no es así, tengo todo lo que podría tener o lo que se necesita para tener una buena vida, y no me refiero a todo literalmente, pero tengo las oportunidades, capacidades y demás que me permiten tener acceso a todo eso, desafortunadamente no es como quisiera que fuera y daría todo por poder cambiar algunas cosas, otras no tienen arreglo, pero habría algunas que si tuviera la posibilidad daría lo que fuera, le vendería el alma al diablo (no creo en el diablo ni en Dios, pero para que se entienda uso un dicho popular) para poder cambiar solo un par de cosas, no pretendo ya a estas alturas cambiar todo porque sería también muy descarado de mi parte, quién me manda a tomar malas decisiones, pero al menos me gustaría tener la oportunidad para cambiar una o dos cosas, para poder al menos encontrar un balance entre la frustración y la felicidad que esas cosas me producen.

De verdad no saben cuánto daría por cambiar esas cosas, tan solo ese par de cosas, para al menos tener razones para levantarme todos los días. No piensen que he pensado en suicidio ni nada de eso porque sé que hay que asumir las decisiones y errores que uno comete y no voy a huir de esa manera, pero no les voy a negar que sigo con vida porque simplemente soy joven, mi cuerpo está bien y porque no me ha tocado, pero si me preguntan sinceramente no tengo muchos motivos para levantarme día a día solamente esperar que el tiempo pase. Seguramente me arrepentiré en 30 años de lo que digo ahora porque quisiera tener más tiempo para vivir, o quizás no, pero ese es otro asunto que seguramente me propondrá otros retos en su momento.

Ahora estoy solamente resignado, simplemente porque quería otra cosa, porque no pensé que ciertas decisiones me llevaran a este punto, porque no pensé que me fuera a encontrar con cosas que me hicieran dudar o darme cuenta que realmente en muchos casos estoy viviendo una mentira. Me he mentido a mí mismo, me he metido en un mundo que cree sin querer quizás para protegerme de muchas cosas a las que le tenía miedo y pensé que no iba a ser grave o que en algún momento me iba a dar cuenta o iba a tomar otras oportunidades pero cuando me di cuenta ya era demasiado tarde, y aquí estoy deseando que al menos algo fuera diferente, no todo porque de alguna manera soy responsable de mi propia vida, pero una segunda oportunidad para algunas cosas no me caería mal y poder tomar la decisión que no tomé. Ahora el por qué tomé la decisión en su momento si sabía que me iba a arrepentir quizás, no lo sé, en algunos casos porque no había otra alternativa, en ese momento, porque no veía qué más hacer sino seguir la corriente de la vida y tomar lo que se me presentara como una oportunidad y en otros casos como dije, por miedo a que no pasara nada más, mi vida siempre ha sido llena de acontecimientos profundos para el espíritu y la vida pero banales y triviales para los demás, mi vida no es nada interesante en la superficie, y quizás por pensar que iba a ser así siempre tomé decisiones porque no quería ese camino de soledad y lúgubre que había vivido. 

Hay cosas que han cambiado y estoy siendo objetivos, en un mejor lugar y con todo lo que igual deseé en su momento, solo que no era así tal cual como lo había soñado o deseado. Por eso me resigno, me resigno a que he tomado decisiones que no es que agranden más las cosas pero si hace todo más complicado y cada vez me llevan a dejarme en esta vida, cómoda, si, pero no deseada que tengo y que de aquí en adelante no tengo motivos para seguir adelante, simplemente espero el paso del tiempo a ver si pasa algo o no pasa nada, al final creo que ya me da igual. No me quejo porque estoy bien siendo objetivos y la vida no es color de rosa para la mayoría, pero no niego que si tuviera la oportunidad de volver 3 o 4 años atrás hubiera hecho las cosas diferentes y seguro estaría hoy en otro lugar, con todo lo que tengo ahora, pero con lo que realmente quiero y pleno y feliz de tenerlo, y tener un motivo para levantarme todos los días.

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