2/8/13

Vacíos

Hace tiempo no me encontraba con una situación semejante, yo pensé que era de los pocos que a estas alturas, por diferentes motivos, tenía en mente algunas metas a mediano y largo plazo, nada ambiciosas, normales, de cosas comunes para todos, algo generalizado que con el tiempo son las cosas que uno va pensando en hacer a medida que otras ya se han hecho, o no se hicieron nunca, y después de haber experimentado, visto y vivido las cosas que corresponden, o no, para cada escena de la vida.
Sin embargo pensé que eran pocas, o al menos que algo estaba faltando, que alrededor veo muchas veces gente demasiado entusiasta, e insisto en el demasiado, quizás porque no se dan cuenta del estado del mundo, de las realidades paralelas que se viven y nos afectan y de lo que hay más allá de ese pequeño mundo en dónde se desenvuelven, no tiene nada de malo ni deberían sentirse culpables al respecto, para nada, no a todos se les presentan las mismas oportunidades o circunstancias o no todos tienen el mismo interés por las mismas cosas, es una ley natural que permite el equilibrio del mundo, tanto en lo bueno y lo malo, así muchos no lo quieran aceptar. Pero ese entusiasmo desbordado por lo que viene me produce cierto tipo de sospecha, a veces pienso que es una manera de no desfallecer y seguir adelante, sin mucho realismo ni con cosas concretas, pero es sabido que en este país la gente tiende a ser por sobre todo exagerada, y tiende a agrandar cualquier cosa, personal o no, para mostrarla a los demás. En otros casos la cosa es un poco más concreta, realista y se dilucida en el horizonte el real cumplimiento de sueños, metas, anhelos y demás, en otros casos también percibo un tono de hipocresía, quizás por el quedar bien, que se sobre dimensionan todos estos futuros posibles, para cumplir con un requisito, como un marcar tarjeta, que todos somos iguales, que todos vamos para el mismo lado así sea por caminos diferentes, que hacemos parte de un todo, que no somos enfermos o inadaptados, que no tenemos problemas mentales o somos un bicho raro en medio del jardín de gente.
Todo eso funciona a diferentes niveles en todas partes de igual manera, en algunas partes quizás es menos evidente lo último, pero igual de todo se ve, es quizás uno de esos errores de programación que tenemos que nos conlleva a cometer este tipo de errores sociales solamente por la necesidad de mantener el sistema operativo en sincronía con el entorno. Todo eso no está mal, realmente cada uno viene a buscar su manera, su camino, y a medida que pasan los años sus propias metas, sueños y anhelos por cumplir, muchos siguen el parámetro normal de desenvolvimiento, otros quizás enloquecen y cambian completamente de rumbo o toman una ruta inesperada. Es todo válido, y al final si son máscaras o realidades es lo de menos, cada uno está en su propio vagón y verá cuando se baja o si eventualmente nunca lo hará.
Todo esto es lo que se podría decir el impulso normal del ser humano para mejorar, seguir adelante, combatir la depresión o cualquier otro tipo de cosa que padecen las sociedades modernas, sea por entorno, presión social, por la misma dificultad, o facilidad, de muchas cosas y hace parte de todos nosotros en diferentes medidas. En mi caso personal quizás muchas cosas ya se realizaron, otras nunca lo hicieron, otras están pendientes, pero hubo de pronto un momento de excesiva velocidad en la que hubo muchas cosas que hasta ahora realmente estoy aprendiendo, de manera interna no intelectual, y eso llevó a tener un período de calma, o así lo llamo yo, en el cual no puedo sobre saturarme y mirar a lo que viene con un poco menos de planes, lo cual es decisión personal, pero viendo tanto entusiasmo alrededor a veces siento que quizás no fue una buena idea.
Pero todo ese entusiasmo y ese fervor realmente me afecta menos, o me preocupa menos, que el completo vacío que pueden tener algunas personas. Yo pensé que estaba en un grupo relegado quizás, por decisión, pero me di cuenta que hay otros en un limbo inexplicable y hasta triste, gente sin ambiciones, sin una meta ni siquiera cercana, sin nada más allá que aferrarse a la zona de comfort que los rodea, tratando de convencerse a sí mismos que eso es lo que importa, que eso es lo seguro, porque evidentemente está ahí y es tangible, y se mantienen en este mundo sin emoción, sin sentimientos, sin vida, una naturaleza muerta, como una pintura de antaño que es simplemente objeto de visualizaciones externas, que produce alguna emoción, pero esta muerte por dentro y por fuera.
Eso me impresiona más que las máscaras, el desborde desmedido y todo lo demás con lo que algunos se engañan. La falta de alma es aún más preocupante, y no lo niego, reconfortante para mí, ya que no estoy en esa área en la que pensé que estaba, sino que existe otro lugar más oscuro, más estéril en dónde no hay nada en frente, ni atrás, es como si se hubiera borrado todo del mapa, lo poco que hay alrededor es lo que mantiene el equilibrio, para simplemente no morir en vida. No creo que pueda haber peor cosa que no tener un paso a seguir, así sea solo uno, cerca, a corto plazo, sin mayores recompensas, pero tener un paso, algo por lo que mirar hacia adelante. Puede que yo no tenga miles, como muchos proclaman, pero al menos se que de los que vengan se desenvolverán otros tantos y eso hará parte del camino que escoja, o he escogido ya, y de ahí partiré hacía cosas insospechadas, aventuras, vida que es lo que al fin y al cabo nos llena y hay que aprovechar. Pero lamento mucho y me duele que realmente esos personajes ficticios con la mirada vacía sin nada que decir, nada por lo que vivir y seguir adelante, no son solamente imaginarios ni personajes de pesadillas, sino que son muy reales y se mezclan entre nosotros, a algunos puede que los afecta de manera negativa, son personas que realmente no quieres tener a tu lado, a otros, como en mi caso, me ayudó a reafirmar mis ideas y darme cuenta que de alguna manera al menos voy para algún lado, así no sepa realmente los pasos siguientes ni dónde terminaré realmente, pero voy a algún lado.

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