2/8/13

El círculo

 A medida que pasa el tiempo, quizás por los cambios en las metas, en los caminos, o en las experiencias de vida que nos alejan de unas cosas y nos acercan a otras, el círculo que nos rodea de aquellos que se encuentran algo cerca y no tanto, se va estrechando, se reduce al parecer. En un principio podría parecer que esto podría ser algo negativo, teniendo en cuenta que en el subconsciente siempre se está pensando en expandirse, y nuestros propios recuerdos nos hacen ver lo grande que era todo antes, al parecer no tenía fin y parecía que iba a seguir creciendo sin parar.
Pero llegan momentos en que quizás eso no sucede, son miles las diferentes circunstancias, en un comienzo, pienso en mi caso particular, realmente no hubo desde un comienzo algo lo suficientemente real y sincero como para que perdurara en muchos casos, pienso ahora que fueron las circunstancias de la inexperiencia, el momento, quizás la inmadurez y esa etapa de estar ahí afuera, en el mundo, y tratar de sobrevivir como se pueda. En estos casos los lazos se mantienen, o se sostienen mejor, por medio de otro tipo de balanzas y cosas en el camino que se vuelven un poco el motor de dichos lazos, pero como todo en la vida después de un tiempo, especialmente de grandes cambios, eso que mantenía unido la débil unión definitivamente desaparece, y se encuentra uno frente a unos extraños muy conocidos, pero ajenos, lejanos, en una sintonía diferente, en dónde muy seguramente estuvieron siempre, pero solo hasta ahora se hace notorio, importante y relevante para seguir adelante.
No es tan malo como parece, insisto, llega un momento en que este tipo de cosas pierden la sustancia y no se vuelven tan trascendentales como en otras épocas. Llega un momento en que simplemente por tiempo, sabiduría o cómo lo quieran llamar, hay cosas que se entienden, se asimilan y simplemente se dejan pasar sin la parafernalia de otros tiempos, es una depuración obligada, necesaria y en ciertos aspectos ya ni siquiera duele, se vuelve una relación como con cualquier otra persona que se cruza en el camino, políticamente correcta y amable, sin esperar jamás nada de ese lado y con la seguridad que se ofrecerá, y recibirá de igual manera, lo justo para simplemente mantener esa cordialidad histórica.
Lo bueno viene al final, o en el proceso, y es que por esas cosas de la vida re aparecen otros personajes o simplemente hay algo que llama a reunirse de nuevo específicamente con ciertas personas, sin razón o motivo aparente, y es cuando uno encuentra el refugio perfecto para lo estrictamente necesario que se va necesitando a través del paso de los años. Pueden que sean dos o tres o una sola, eso es lo de menos, lo importante es que no importa el número, y aquí si más que nunca, no importa realmente la historia pasada o el cuando, cómo y por qué uno llegó a encontrarse a dichos personajes, todo se re-inventa, es como si las cosas se aceitaran suavemente, todo echa a andar de nuevo a pesar de años, de distancia, de tiempo, de tantas cosas, y encuentra uno el nicho perfecto para compartir y convidar desde lo más trivial hasta o más humano.
No deja de ser triste pensar que de alguna manera, uno mismo porque nadie más, se ha engañado tratando de ir detrás de algo que quizás nunca existió, que en su momento fue una luz o una oportunidad y por alguna razón terminamos inmersos en dichas circunstancias sin realmente pensar en mucho de lo que pasaba alrededor. Igual éste tipo de comportamiento es inevitable, ya que igual siempre para conocer hay que echarse al agua y uno nunca sabe realmente qué se puede encontrar ni de qué manera nos pueda afectar. Pero llega un momento en que se comienzan a apreciar otras cosas, las señales se comienzan a entender, todo es más sutil y uno ya entiende así no más lo que la vida quiere decirle a uno. No sé si se pueda decir que es una habilidad, no siempre funciona de la misma manera o no siempre se interpretan las señales correctamente, pero digamos que si toma uno cancha y comienza a percibir esas pequeñas cosas que antes quizás nos tomaban más tiempo.
No es fácil darse cuenta de como todo vuelve a la fuente, como es lógico y es algo que de alguna manera sabemos en el fondo pero es difícil de asimilar fácilmente, pero el círculo se vuelve pequeño, se cierra y no significa esto que no pueda en algún momento volver a expandirse o que no haya ya lugar para volver a retomar desde algún punto olvidado en algún momento. Pero el punto para mí va más allá de eso, se trata más bien de saber mantener y retener aquello que realmente tiene ese algo que nunca podemos explicar cerca de uno, y dejar un poco de lado esas cosas que nunca fueron, que muchas veces llevan es a hipocresías y comportamientos políticamente correctos, pero con falta de substancia y de fondo, lo que al final es lo que realmente importa.
El círculo se hace pequeño pero mucho más importante y con la responsabilidad de mantenerlo, nutrirlo y cuidarlo, porque cuando llega a ese punto es cuando hay que tener más cuidado y mantenerlo así porque es éste el punto en dónde más hay que sacarle provecho y a pesar de cualquier inconveniente que se presente, será el que permanecerá a pesar de todo para siempre.

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