Supongo que muchos de ustedes se han preguntado qué carajos hacen este mundo, para dónde van y que significa todo, o por lo menos casi todo, lo que les pasa, rodea, la gente, el cielo, la tierra, etc. Supongo que ninguno tiene ni la más remota idea, intuyen y habrán tenido charlas interminables en medio de cafés, cervezas, vinos, música, cigarrillos y ambientes bohemios discutiendo sobre las complejidades de la vida. Por otro lado supongo que a muchos de ustedes ni les va ni les viene, no son del tipo intelectual o llevan una vida light, hippie y relajada en la cual no hay cabida para este tipo de cosas inoficiosas de ser humano. Y muchos se habrán dado por vencidos, han dejado de pensarlo, ya encontraron su razón, o como muchos, estarán simplemente esperando a ver que pasa y como termina el cuento.
Para mi todo esto no es mas que una obra de teatro, divertida eso sí, completamente elaborada, no tan bien escrita muchas veces, con escenas patéticas, unos diálogos medio flojos muchas veces, con momentos un poco para dormir, pero al final los buenos, divertidos y agradables momentos, llamados buenos recuerdos y esas anécdotas que nos contaremos con nuestros contemporáneos años en el futuro recordando viejos tiempos, valen la pena el viaje. Claro cabe aclarar que las malas escenas, ediciones, actores y argumentos también hacen parte de esos recuerdos, solamente que esos malos momentos obviamente casi nunca se habla.
La vida, esta obra de teatro o largometraje para ponernos a tono con la modernidad, es realmente lo que hemos dicho, nuestro diálogos y nuestras circunstancias alrededor, o sea al final solamente somos un puñado de recuerdos que están ahí por diversas circunstancias, el escenario y el libreto y papel que nos tocó, que nos ha llevado a ser lo que somos ahora y es lo que le contamos a la gente, hice o no hice, estuve o no estuve y estaré o pretendo estar en. En eso se resume todo el juego. El final de la obra?, nada excitante, el protagonista muere, no como en las generalmente poco reales historias que nos venden, sobre todo ciertos señores del norte, y pues se deshace la trama, y también como buen final los secretos si se llevan a la tumba, uno no va a ser lo que hacen en las telenovelas estas de andar contando cosas por ahí que pues ya para qué cierto?. Y lo que queda que es?, el recuerdo, lo que los demás recuerden de nosotros, que recordarán en algún café, alrededor de algunos tragos, con algo de música y será la misma escena con un poco más de tonos grises, mucho menos elocuentes y algo más melancólico, y corten!.
Luego pasa lo que pasa cuando a uno le cambien el personaje o protagonista favorito de una serie por otro, generalmente no con el mismo nombre sino alguien que reemplaza ese espacio vacío, aunque en los casos más irónicos y risibles quizás sea alguien que desempeñe exactamente el mismo papel, pero al final todo sigue rodando y sigue su curso. Nadie sabe que pasa cuando el personaje se muere, nadie sabe que hay más allá de la pantalla y que pasará cuando no tengamos más diálogos ni escenas por hacer, el misterio radica en ello y quizás a veces es lo que hace a la muerte más emocionante que la vida misma, ya todos sabemos que es la vida a grandes rasgos, pero pocos o ninguno lo que es la muerte y quizás por eso sea más atractiva para muchos, o para todos aunque no quieran admitirlo.
No importa al final si la vida es o no así, para mi tiene un poco de todo, y lo que hay después creo que será una experiencia que cada uno vive y no podremos compartir con nadie. Pero más allá de que si la vida es así o no, todos esperamos algo, y buscamos algo por alguna razón. El problema quizás es que para mí, como quizás para muchos, todo esto se ha convertido en un goce extremo, lugares a dónde ir, personas por conocer, experiencias por vivir, pero el final del camino no tiene sentido, o por lo menos yo ya he perdido la dirección. Todo se reduce a momentos, detalles, cosas que van pasando, un cúmulo de cosas, pero el camino y el interés por este se ha perdido. No se trata de no tener motivación, no se trata de no encontrar el camino, simplemente que muchas veces nada exctiante queda por delante, quizás sea un descontento total con esta tragicomedia, que cada vez se pone peor, más ridícula y sin esperanzas de mejorar, que pues el interés por seguir la trama o saber mi personaje a dónde va, no tiene mayor sentido.
No sé si les habrá pasado a muchos de ustedes o les esté pasando, pero en mi caso hay poca expectativa e interés en el camino, no me gusta lo que veo, por lo general, y esas complejidades de la vida tan inoficiosas se hacen cada vez más fuertes y están más presentes en mi camino, lo cuál podría decir que no deja que desempeñe mi papel como debería. Debo admitirlo me he convertido en un mal actor, me eché a perder, mis tiempos pasados quizás fueron mejores y seré recordado por presentaciones y papeles mucho mejores que los de ahora.
Pero bueno sólo se trata de vivir no?, al final todos tenemos contrato a término fijo, y buscarán a alguien más joven, más estúpido que venda bien mientras se pueda y la historia sigue, como lo ha hecho siempre. O sea que a veces es mejor estar inactivo, su importancia, eso de simplemente estar presente sin estarlo, ser como uno de esos extras que lo viven todo pero no toman parte en nada, pero uno no sabe a veces ellos tienen mejor desempeño en la historia, porque siempre están ausentes. De pronto yo ya me he vuelto ausente, de pronto me niego a decir las líneas que me corresponden y ando ahora detrás de todo, o al lado, o en algún extraño ángulo en el cual no me pueden capturar, en el que quede inamovible e impávido ante el escenario, esperando simplemente a hacer el tiempo que me toque hacer necesario, y vivir por los lados, doblando por esas esquinas por las que nadie dobla ya, comer los bordes, esperar la sustancia en otro lugar, buscar la esencia dónde se supone que no debe estar, divagar, sin expectativas y buscando lo que no debería o simplemente dejando que me encuentren en esos pequeños y surreales momentos de lo que llamamos existencia, esas pequeñas complejidades del universo que nos puso aquí, sin razón, para el deleite de nadie, para sacar provecho de nada. Pero bueno al final se pasa bien no?, sólo se trata de vivir, esa es la historia..........
Para mi todo esto no es mas que una obra de teatro, divertida eso sí, completamente elaborada, no tan bien escrita muchas veces, con escenas patéticas, unos diálogos medio flojos muchas veces, con momentos un poco para dormir, pero al final los buenos, divertidos y agradables momentos, llamados buenos recuerdos y esas anécdotas que nos contaremos con nuestros contemporáneos años en el futuro recordando viejos tiempos, valen la pena el viaje. Claro cabe aclarar que las malas escenas, ediciones, actores y argumentos también hacen parte de esos recuerdos, solamente que esos malos momentos obviamente casi nunca se habla.
La vida, esta obra de teatro o largometraje para ponernos a tono con la modernidad, es realmente lo que hemos dicho, nuestro diálogos y nuestras circunstancias alrededor, o sea al final solamente somos un puñado de recuerdos que están ahí por diversas circunstancias, el escenario y el libreto y papel que nos tocó, que nos ha llevado a ser lo que somos ahora y es lo que le contamos a la gente, hice o no hice, estuve o no estuve y estaré o pretendo estar en. En eso se resume todo el juego. El final de la obra?, nada excitante, el protagonista muere, no como en las generalmente poco reales historias que nos venden, sobre todo ciertos señores del norte, y pues se deshace la trama, y también como buen final los secretos si se llevan a la tumba, uno no va a ser lo que hacen en las telenovelas estas de andar contando cosas por ahí que pues ya para qué cierto?. Y lo que queda que es?, el recuerdo, lo que los demás recuerden de nosotros, que recordarán en algún café, alrededor de algunos tragos, con algo de música y será la misma escena con un poco más de tonos grises, mucho menos elocuentes y algo más melancólico, y corten!.
Luego pasa lo que pasa cuando a uno le cambien el personaje o protagonista favorito de una serie por otro, generalmente no con el mismo nombre sino alguien que reemplaza ese espacio vacío, aunque en los casos más irónicos y risibles quizás sea alguien que desempeñe exactamente el mismo papel, pero al final todo sigue rodando y sigue su curso. Nadie sabe que pasa cuando el personaje se muere, nadie sabe que hay más allá de la pantalla y que pasará cuando no tengamos más diálogos ni escenas por hacer, el misterio radica en ello y quizás a veces es lo que hace a la muerte más emocionante que la vida misma, ya todos sabemos que es la vida a grandes rasgos, pero pocos o ninguno lo que es la muerte y quizás por eso sea más atractiva para muchos, o para todos aunque no quieran admitirlo.
No importa al final si la vida es o no así, para mi tiene un poco de todo, y lo que hay después creo que será una experiencia que cada uno vive y no podremos compartir con nadie. Pero más allá de que si la vida es así o no, todos esperamos algo, y buscamos algo por alguna razón. El problema quizás es que para mí, como quizás para muchos, todo esto se ha convertido en un goce extremo, lugares a dónde ir, personas por conocer, experiencias por vivir, pero el final del camino no tiene sentido, o por lo menos yo ya he perdido la dirección. Todo se reduce a momentos, detalles, cosas que van pasando, un cúmulo de cosas, pero el camino y el interés por este se ha perdido. No se trata de no tener motivación, no se trata de no encontrar el camino, simplemente que muchas veces nada exctiante queda por delante, quizás sea un descontento total con esta tragicomedia, que cada vez se pone peor, más ridícula y sin esperanzas de mejorar, que pues el interés por seguir la trama o saber mi personaje a dónde va, no tiene mayor sentido.
No sé si les habrá pasado a muchos de ustedes o les esté pasando, pero en mi caso hay poca expectativa e interés en el camino, no me gusta lo que veo, por lo general, y esas complejidades de la vida tan inoficiosas se hacen cada vez más fuertes y están más presentes en mi camino, lo cuál podría decir que no deja que desempeñe mi papel como debería. Debo admitirlo me he convertido en un mal actor, me eché a perder, mis tiempos pasados quizás fueron mejores y seré recordado por presentaciones y papeles mucho mejores que los de ahora.
Pero bueno sólo se trata de vivir no?, al final todos tenemos contrato a término fijo, y buscarán a alguien más joven, más estúpido que venda bien mientras se pueda y la historia sigue, como lo ha hecho siempre. O sea que a veces es mejor estar inactivo, su importancia, eso de simplemente estar presente sin estarlo, ser como uno de esos extras que lo viven todo pero no toman parte en nada, pero uno no sabe a veces ellos tienen mejor desempeño en la historia, porque siempre están ausentes. De pronto yo ya me he vuelto ausente, de pronto me niego a decir las líneas que me corresponden y ando ahora detrás de todo, o al lado, o en algún extraño ángulo en el cual no me pueden capturar, en el que quede inamovible e impávido ante el escenario, esperando simplemente a hacer el tiempo que me toque hacer necesario, y vivir por los lados, doblando por esas esquinas por las que nadie dobla ya, comer los bordes, esperar la sustancia en otro lugar, buscar la esencia dónde se supone que no debe estar, divagar, sin expectativas y buscando lo que no debería o simplemente dejando que me encuentren en esos pequeños y surreales momentos de lo que llamamos existencia, esas pequeñas complejidades del universo que nos puso aquí, sin razón, para el deleite de nadie, para sacar provecho de nada. Pero bueno al final se pasa bien no?, sólo se trata de vivir, esa es la historia..........
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