17/11/09

Para qué sirven las cosas

Alguien dijo por ahí, y trate de recordarlo hace cinco minutos, algo así como que la sabiduría llega cuando ya estamos demasiado viejos y no podemos utlizarla, o algo por el estilo (si alguien sabe la frase exacta y autor porfavor no duden en decírmelo). Aunque esto no tiene que ver con sabiduría, o quizás quién sabe, tiene que ver con conocimiento. Quizás, así como la sabiduría aunque no llega tarde, sino que se adquiere con el tiempo, de igual manera es algo que no sirve para nada, a excepción de la auto indulgencia y demás que puede generar en un ser humano, creería yo.

Para qué sirven la cosas realmente, no las cosas materiales que utilizamos, sino eso que sabemos, eso que nos costó trabajo conseguir, aprender, pulir, practicar, etc. Realmente todo ese conocimiento, más allá de la satisfacción personal, sirve de algo en este mundo tan dormido, tan exageradamente mundano y con pocas miras de mejorar?. Seguramente la respuesta aunque parezca obvia no lo es, el conocimiento como fuente de mejoramiento de la raza, avances tecnológios, culturales y demás, creo que es evidente que de alguna manera ha servido, si lo vemos de un punto de vista muy práctico. Pero por el contrario a parte de esos personajes con ese conocimiento que viven más en ese mundo que en éste, nosotros, u otros tantos y yo, que no estamos ni aquí ni allá, quizás no por opción, sino simplemente porque así es la vida, esos, los mortales, los humanos demasiado humanos que a veces abobinamos la humanidad pero al mismo no podemos vivir sin ella, buscamos un espacio de "compresión" en dónde ese, poco o mucho no importa, conocimiento sirva de algo.

Quizás sea solo un onanismo mental, una manera más de alejarse y tratar de acercarse al mismo tiempo al resto del mundo, a otro similares, a otros más alejados. Quizás es solamente una manera de sentir que por más insignificante que la vida sea, la de nosotros es menos insignificante que la del resto, auto indulgencia de nuevo. Todo eso, hasta cierto punto no es malo, nos reconforta, nos hace respirar y continuar en esta jungla y seguir con nuestras normales vidas. Pero para las cosas prácticas, elementales, básicas y necesarias de un ser humano y que además son genéticas, todo esto no sirve para nada. A la hora de la verdad es mejor ser un ignorante ilustrado, que un ilustrado ignorante. Porque en este mundo práctico ese nivel de ilustración ignorante no es bien acogido, no es rechazado tampoco, pero se mira con indeferencia y una diplomacia abrumadora. Es mejor ser el ignorante ilustrado que simplemente se mezcla con los demás mortales sin aportar nada necesariamente a algo, pero lo suficiente para ser acogido en mayor número.

A veces estar en el otro peldaño es bueno, generalmente pienso que es mejor, pero hay momentos y circunstancias que simplemente uno no logra entender, cosas que pasan, esas dizque casualidades de la vida que uno quisiera que no fueran así donde esa practicidad llegara o por el contrario esa ilustración ignorante tuviera algún efecto, como uno muchas veces piensa que debe ser. Pero se pide demasiado quizás, soñamos mucho, o por lo menos yo lo hago, quizás ya deje pasar los momentos de mi vida, la mujer, mi trabajo, mi carrera y demás cosas que pasan, porque lo hacen, pero por estar entre el allá y el aquí seguramente no los vi.

Hoy quizás vi o sentí muy muy profundamente que se me pasó, aunque no del todo es que se me haya pasado o haya desaparecido del todo, uno de esos tantos algos en mi vida, y no quiero ser específico porque quizás pueda ser demasiado directo y por esas otras casualidades de la vida que uno no quiere que pasen, pero pasan, alguien se puede enterar, y creo que ya dije demasiado.

Puede que me equivoque, puede que no se haya pasado nada, de hecho no ha pasado nada más allá de lo que tenía que pasar. Sin embargo aunque me doy golpes en la espalda acerca de que mi destino tiene algo preparado, muy bueno porsupuesto, para mí, no puedo dejar de pensar que momentos como el de hoy, simplemente se han acumulado y que quizás por más que quiera cambiar las cosas es otra cosa más que se me escapa de las manos. Quizás pido mucho, quizás todo lo que he adquirido en la ignorancia no sirve para nada, aunque pueda aparentar en un principio que sí.

A veces pienso o que la gente puede ser demasiado hipócrita, por razones sociales y morales, o muy decente, por las mismas razones, lo cuál significa que sea cuál sea la actitud es una manera de mantener lazos con otros entes alrededor que de una u otra manera se han hecho grandes. El mundo posiblemente funcione así y no hay más que diplomacia e hipocresía alrededor, al final pueden, si es que no lo son, la misma cosa, detrás de una máscara, disfrazada y eso es lo que hace al mundo girar.

Hay días como hoy que me pregunto que pasaría si fuera diferente, si algunas otras cosas hubieran salido de la manera que no salieron esta vez, pero al mismo tiempo tendría frustraciones por otras tantas. La cosa seguramente sería así, y creo que eso lo hemos pensado todos, el problema es que desafortunada o afortunadamente no podemos hacer el pequeño experimento, ni tenemos máquinas que nos dejen ver posibles menús para las vidas que hubíeramos deseado. Así que nos toca seguir así como somos, o quisimos ser, o lo que nos tocó porque hubo cosas que simplemente en el camino no se cambiaron y ahora posiblemente es demasiado tarde.

Reflexiono sobre mi alrededor, o por lo menos el que dejé hace días, y me pongo a pensar qué tanto de ese alrededor realmente me pertenece, cuánto he perdido, y cuánto simplemente está ahí por las razones equivocadas. Cuántas cosas pasaron y dejé pasar por ser como soy o porque los demás no son como yo quiero que sean, o son demasiado demás y yo no soy lo que ellos quieren que sea. En qué punto, si es que hay alguno encontraré esas cosas de nuevo, o me daré cuenta de que están ahí, será que ya se me pasaron tantas cosas, o están dando vueltas y volverán y quizás la segunda vez si pueda darme cuenta que están ahí. O de pronto muchas ya han pasado una y otra vez y dejé oxidar esos engranajes y ahora no puedo ponerlos en marcha de nuevo así tenga la intención y me de cuenta que ahí están las cosas.

La vida es tan pero tan simple que es demasiado complejo vivirla, y hay cosas tan simples, que quizás son condicionamientos de muchos tipos, que se me hacen muy difíciles o las he hecho muy difíciles, o simplemente soy un ilsutrado ignorante en esas maneras de hacer ciertas cosas. Lo reconozco quizás lo soy pero lo he compensado, creo, con otras cosas, como todos lo hacemos, lastimosamente esas cosas que son compensación no parecen tener mayor peso, más que comentarios sueltos e ideas vagas y palabras y palabras que se las lleva el viento, como casí todo lo demás.

No sé para que sirven las cosas, ya no sé ni por qué me preocupo por esas cosas y me dejo de preocupar por todo de una buena vez, de pronto ya estoy demasiado aquí y allá que cuando paso de un lado a otro necesito sentir que realmente estoy a ese lado, y ahora tal vez solamente estoy exagerando porque estoy a ese otro lado y esto es lo que pienso. Al final solo sé que nada sé y no me preocupar saber, a veces solamente entender el por qué de ciertas cosas tan elementales, que ni se pueden explicar con palabras y son ridículas, es suficiente.

1 comentario:

Andrea Carolina dijo...

no creo que la sabiduria nos llegue de viejos, creo que en cada momento tenemos un poco de sabiduria, y cada quien tiene la propia, diferente, en mayor o menor cantidad

y si, el conocimiento es diferente, a veces es verdad no sirve para mucho, pero si lo tiene uno puede que se convierta en sabiduria si ino lo asimila suficientemente, el problema es ese, asimilarlo, y quien sabe esa asimilacion solo se da viviiendo, uanuqe tambien puedes vivir sin conocimiento y quien sabe si sea igual, en fin