26/3/09

Todas las hojas son del viento

La vida se trata de hacer nuevos recuerdos. Es una frase que alguien dijo y ahora no recuerdo quién, pero se me vino a la cabeza al pensar cuáles son las reales razones que uno tienen para vivir. Puede haber muchas, evidentemente dentro de cada ser existe su razón de vivir, o por lo menos lo que creemos son razones para vivir, crecer, casarse, reproducirse, morirse, tener una "buena" vida o una "mala" vida, dependiendo de lo que eso signifique para cada uno y tratar de dejar algún legado para alguien o para el mundo. Todo esto como dije anteriormente depende de cada quién, de lo que crea creer y de lo que sienta.

Pero esa frase es muy cierta, realmente lo que todos tenemos en común aparte de querer casarse y hacer familia o de estudiar y ser alguien útil o de dejar un legado, son nuestros recuerdos. Nuestros recuerdos es lo que todos tenemos y lo que todos creamos a diario o por lo menos de una manera constante. Los recuerdos son quizás las huellas digitales, al prueba viviente en su momento de que existimos, de que tuvimos una vida, sea cual sea, pero que estuvimos, conocimos, hablamos, sentimos, lloramos y compartimos con los semejantes. No solamente se trata de los recuerdos como tal, no lo veo tan sencillo, y a la vez no es tan complejo. Nosotros como seres humanos nos hemos caracterizado desde hace algunos siglos de creer que somos los dueños y amos del mundo, y en muchos casos del universo ya que el concepto de un dios, sea el que sea, es muy de dientes para afuera y un poco de dientes para adentro y así todos creamos en un ser superior la mayoría del tiempo no estamos atentos a él, sea quien sea. Es así como nos creemos los dueños y los que hemos forjado lo que llamaos civilización, e historia y demás cosas que nos enseñan en la vida o vemos en televisión en documentales o películas y demás.

Pero realmente a mi modo de ver nosotros, cada uno, no es lo suficientemente importante, en la manera en que somos la mayoría, para pretender semejante capacidad. Cada uno no es más que un grano en la inmensidad de la vida y cualquier vida, sea la de Einstein, Mozart, Beethoven, Picasso, etc, etc, no es más que una milésima de segundo en la historia del universo, por lo tanto son completamente irrelevantes, hayan hecho lo que hayan hecho. Pero mi itnención no es discutir logros o obras maestras que innegablemente han permanecido en la historia de la humanidad, esa es una manía que tenemos y por eso están ahí, pero eso no tiene nada de malo, porque la historia así como nuestra vida se trata de hacer recuerdos.

Nuestros recuerdos son el arma, pienso yo, con la cuál nos podemos desenvolver en el mundo, es la manera de entablar conexiones con la gente por contar algo que pasó hace mucho tiempo, quizás en común o cercano a lo de otra persona. Es la manera de reunirse después de muchos años y hablar de lo idiotas que éramos cuando adolescentes, rememorar las locuras, las idioteces, las primeras veces de muchas cosas y así sucesivamente. Nuestros recuerdos es lo que tenemos para sentir que tenemos vida, quizás al estar enclaustrados creamos recuerdos para nosotros, esas cosas que no se le cuentan a nadie porque no tienen una trascendencia en el tiempo para nadie, es tiempo perdido. Cuentan para nosotros, claro, nos ponen a pensar, reflexionar, tomar decisiones para seguir creando recuerdos que nos permitan mantenernos con vida, algo que podamos decir en muchos años a alguien, anécdotas que contar, cosas que decir.

Nuestra vida quizás se basa en recuerdos, toda nuestra vida se basa en crear algo que haya pasado, retenerlo para tenerlo como un tesoro preciado que nos permita abrirnos paso en el mundo, eso que romperá el hielo como se dice comunmente, eso que quitará el velo y nos permita conocer otros recuerdos de otra persona. Nosotros no conocemos sino recuerdos de la gente, siempre que conocemos a alguien conocemos lo que esa persona retuvo, lo que se le quedó por el motivo al que esa persona le llamo o no la atención cierta cosa. Los recuerdos son nuestra manera de estar vivos, sin recuerdos seguimos siendo lo mismo, una microscópica partícula sin importancia en el mundo, pero completamente aislados y sin la capacidad de compartir con los demás. Los recuerdos son lo que somos, no somos ni siquiera el presente porque el presente ya es un recuerdo más y el futuro se forjará en esos recuerdos y cómo afecten las decisiones a tomar, que ya de por sí son un recuerdo, hacen parte de nuestro destino.

Creo que nos damos demasiada importancia personal, creemos muchas cosas, sentimos muchas cosas, hablamos de muchas cosas, decimos y criticamos, la verdad todo eso no es más que nuestra manera de tener contacto con eso desconocido, eso que está afuera, lo que vemos pero no conocemos pero queremos tener cerca. Nada de eso igual cambiará, seguiremos pensando en hacer algo útil para la sociedad o así sea solo para nuestras vidas. Seguiremos pensando en protocolos y patrones que seguir porque creemos o nos han hecho creer, y muchos realmente creen, que ese es el camino a la felicidad o a lo que se supone es el desarrollo de la vida. Nos seguiremos equivocando y eso creará otro recuerdo, y los aciertos también crearán muchos recuerdos. Y la conversación con nuestros amigos, y los besos de nuestra pareja, y las peleas, y los viajes, y los días lluviosos y todo lo demás que no son más que imágenes, no reales, del mundo exterior que percibimos como hemos aprendido a hacerlo. Y todo es un eterno recuerdo, un legado de algo que pasó, o sea que en términos reales no tiene porqué tener una importancia mayor a ese suceso en el pasado, pero la tiene, porque eso nos conecta con el mundo, las fotografías, estos escritos, nuestras obras, lo que dejamos en nuestor hogar o lugar de estudio, esa imagen, falsa, idealizada, de lo que somos es lo que hace que tengamos una historia, que podamos recordar que hicimos algo, que nos haga sentir que hemos vivido. Sin eso nos damos cuenta que no somos más que otra hoja que se lleva el viento de un lado para otro y que pasa como pasan todas las demás al lado, debajo, encima y eventualmente así como muchos recuerdos, muere y se olvida.

1 comentario:

Andrea Carolina dijo...

cuando alguien dice esto que usted dice sobre los recuerdos y como nuestra identidad y casi nuestra vida se basa en la memoria, en los recuerdos, me pregunto que pasaria si los perdieramos, si nos diera una amnesia anterograda o rtrograda, si perdieramos la memoria, y entonces me pregunto si nuestra vida se basa en los recuerdos, entonces en que se basa la vida de esta gente que por ejemplo pierde la memoria? vay uno a saber.

lo que yo creo es que mas que los recuerdos la vida se basa en otro tipo de cosas como "el sentido de vida", a mi no me importaria perder la memoria, pero lo que no puedo o podria jamaz perder en la vida es un "sentido" para esta. Y cuando me refiero a esto, hablo como de eso que lo hace a uno levantarse cada mañana, no me importa si se me pierden todos los recuerdos, lo unico que yo pido en la vida es tener un motivo, grande, pequeño el que sea, para levantarme de mi cama cada mañana. Los motivos, los sentidos son los que nos hacen vivir el presente, definitivamente del pasado, de los recuerdos no se puede vivir, porque el pasado esta muerto, no existe, lo unico vivo es el presente.