5/3/09

Reflexión

Iba a comenzar con un tratado sociológico sobre el comportamiento humano, pero al final me dio pereza conmigo mismo y mi alter ego ha decidido dejar eso para tertulias privadas o demasiado perdidas para otras ocasiones. Igual todo este rejurjite de ideas ocurrió en el bien conocido baño.

Me parece interesante pensar que el baño es realmente el único sitio de toda casa o lugar de residencia en el que realmente se está completamente solo. Creo que hay muy pocos baños con televisión, radio, portatil y demás aparatos de la vida cotidiana que usamos a todo momento en todo lugar. Al baño ni siquiera llevamos el celular, o por lo menos creo que muy pocos lo hacen. Es el recinto de la casa en donde reamente nos encontramos nosotros mismos, muchas veces, según lo usual todas las mañanas hasta desnudos estamos. Esto implica una serie de contracciones que mágicamente aparecen cuando nos encontramos en este lugar. Una de ellas y creo la más evidente es la capacidad reflexiva con la cual contamos y que de un momento a otro estalla al estar en este lugar. Creería yo que especialmente cuando nos estamos bañando porque existen muy pocas posibilidades de que alguien entre a interrumpir ese momento, sublime además, de nuestra vida. Creo que es el 1% de posibilidad de que por algún motivo alguien entre a interrumpir ese momento porque algo ha sucedido, tiene que ser algo realmente grave o preocupante para que así sea. Inclusive si alguien necesita utilizar el baño, en otro caso extremo de emergencia, estamos protegidos por el receptáculo que es la ducha, ahí no entraría nadie, si necesitan el baño este se encuentra fuera, desprotegido de todo y ampliamente utilizable por cualquier persona, pero la ducha no, la ducha se mantiene hermética y alejada de ese mundo externo.

Es así como en el baño surgen cantidad de ideas, como las que se me ocurrieron a mí, es una entrevista constante, es un ir y venir de miles de cosas pasadas, futuras, presentes que debatimos en nuestra cabeza mientras cae el agua sobre nosotros y por inercia llevamos a cabo el ritual de bañarños, un ritual que personalmente me parece curioso y una manía humana adquirida, por motivos que desconozco, interesante de la sociedad "moderna". Y es así como el baño es la urna de cristal, esa que se quebró hace tiempos para los que han salido al mundo, y vuelve a ser como ese refugio, ese único lugar que aunque compartido por otros miembros en algunos casos, nos acoje cada vez como si fuéramos su dueño y no importara nadie más. Es el mejor momento para reflexionar, para no escuchar nada sino a nosotros mismos, debatir con nosotros el camino que se ha llevado y el que seguirá si seguimos como vamos. Es el momento de la perdición total y a su vez de redención consigo mismo. Creo que para la mayoría de las personas éste es el lugar ideal para muchas cosas, muchas veces inconscientemente entramos en este recitno, porque la sociedad nos ha enseñado a cumplir con el ritual del baño a diario, pero quizás no muchos se dan cuenta que automáticamente se enciende algo dentro de nosotros que cambia la perspectiva de ese ritual, deja de ser solamente el proceso de limpiarse, en muchas maneras, y pasa a ser también el momento más íntimo que tenemos con nosotros mismos.

En muchas ocasiones este momento se pierde, se desperdicia por otro elementos de la vida cotidiana que nos fuerzan a hacer de este momento todavía más ritualista de lo normal, y pasar por encima de él tan rápido como podamos. En muchos casos perdemos ese instante y ese momento, a veces en las noches, otro de los momentos de casi absoluta quietud, podemos reflexionar, pero la noche trae consigo ruidos externos, la posibilidad de que algo más nos moleste en ese momento, más que cuando estamos en el baño. Me parece interesante no perder ese momento de conexión consigo mismo, y aprovechar al máximo la oportunidad que nos brinda esta habitación para aprovecharla como se debe y poder sacar algunas conclusiones sobre algo. Al final de todos modos todo o que ocurre ahí no le incumbe a nadie más que a uno, y no importa si se piensa en todo o en nada, muchas veces quizás será en nada, pero creo que es un buen momento para hablar con esa única persona que por encima de todas las demás, puede medianamente, en un porcentaje un poco más alto que las demás, a comprenderlo a uno y ese es uno mismo.

No hay comentarios: