14/2/09

Común y corriente

La expresión o término común y corriente ha significado por muchos años algo demasiado normal, de la masa, algo como cualquier otro, sin ninguna pretención hacia arriba o hacia abajo, algo estable, en un limbo en dónde permanece cómodamente sin inmutarse por absoulutamente nada de lo que ocurre alrededor. Lo común y corriente ha sido por muchos años algo ni bueno ni malo, algo esteril, sin futuro, sin progreso, algo de lo que está hecho casi todo el mundo entero y por eso de alguna manera conserva un status o por lo menos un reconocimiento a su existencia.

Lo común y lo corriente ha pasado a ser durante mucho tiempo algo cómodo, un lugar perfecto para mantenerse en medio de nada y de todo. Es un término con el que muchos se sentiriían bien identificados y no les molesta en absoluto ser parte de algo que es simplemente común. Todo esto es lo que envuelve a este término o expresión, algo común y corriente no posee una trasendencia en el ser humano, o en otros seres, simplemente es algo que se mantiene a flote como puede y sigue el camino determinado por los comunes y corrientes que van más adelante.

Pues bien ahora yo creo que este término devaluado por mucho tiempo y demasiado subestimado, ha vuelto a tomar importancia. Claro lo digo desde mi punto de vista no tan común y corriente, para muchos, pero que al final si es muy común y corriente. Digo que esta expresión ha tomado otro significado últimamente debido a que lo que antes era común y corriente, para muchos o los demás, se ha convertido en algo realmente extraño para los tiempos que vivimos.

De unos años para acá, muchos no pocos, con todo lo que se nos ha metido en la cabeza, o nos han metido, la mentalidad de esos comunes y corrientes cambió y decidieron volverse parte de algo, de todo ese entorno capitalista, consumista y superficial que los rodeaba, y encaminaron sus fuerzas a parecerse o a ser ese tipo de modelo, no tan común y corriente, que en esa época se vendía. Todo esto no llevó mucho tiempo, creo que es claro para todos que en más o menos unos 40 años apróximadamente, todo este tipo de estética y modus vivendi logró su objetivo y ahora estamos donde estamos, viendo y viviendo todo aquello que se comenzó a forjar tiempo atrás.

Esos comunes y corrientes de antes ahora son parte de algo que ni ellos mismos entienden, o mejor no quieren entender, y hacen parte del gran juego de ser alguien, o parecerse a alguien, o creer ser alguien, debido a todos estos parámetors y estereotipos que se han creado y se han ido forjando con mucha efectividad en nuestra sociedad. Esa gente común y corriente dejó de existir, porque cómo el término lo dice dejaron de ser comunes para pasar a ser parte de algo que ni siquiera es parte de ellos o a lo cual ellos no necesitan y muchas veces ni quieren hacer parte. Y dejaron de ser corrientes porque al adoptar esas poses y modo de vida ajeno insertado en sus cabezas, dejaron de ser corrientes para ser falsos, para ser lo que no son, para aparentar que son de un tipo de círculo al cual verdaderamente no pertenecen. Es así como hoy en día lo que es común y corriente tiene mucho más valor para mí de lo que posiblemente hubiera pensado tan solo hace unos años.

Toda la parafernalia de ser lo que se supone todos deberían ser y seguir esos modelos impuestos para encajar en un tipo de espacio social y ser aceptados, ha truncado el ser como tal, lo ha deformado y lo ha transformado en algo que no es. Ha dejado de ser un ser para ser un poco de todas las cosas alrededor que no tienen mayor sentido real y muchas veces práctico en la vida. Han destruido eso común y corriente que hace que las cosas sean más faciles para convertirse en seres complicados y falsos que ahora escogen, discriminan y huyen de todo aquello que los hizo corrientes alguna vez.

En términos generales ser común y corriente puede significar ser mediocre, uno más y etc, eso está clar, ese significado quizás nunca se pueda eliminar del diccionario y siempre tendremos esa connotación en nuestras cabezas. Pero el común y corriente que yo extraño es el de la gente, el de la gente de verdad que no se deja influir, más allá de lo necesario, por las cosas que lo rodean y que intentan venderle por todos los medios posibles. Las personas comunes y corrientes son aquellas que hoy son lo que quieren ser, que tienen sueños, esperanzas, ambiciones, pero son lo que son, se visten como se visten, piensan lo que piensan, se expresan como se quieren expresar, y van por la vida haciendo lo que quieren hacer, lo que verdaderamente sienten, lo que los impulsa a ser humanos y querer vivir en este mundo de porquería. Esos son los comunes y corrientes que extraño, esos son los comunes y corrientes que quiero ver cada vez más cada día, ahora yo soy uno de ellos alguien común y corriente que piensa, se expresa, hace las cosas que siente y se dirije a un camino incierto pero divertido, en vez de estar rodeado de tanta inutilidad que supuestamente hace la vida más fácil.

Los que eran comunes y corrientes dejaron de serlo cuando entraron en la burbuja de todo aquello que les vendían en la vida y se convirtieron en parte de eso, de esa falsa utopía de un mundo perfecto libre de todo, al poder adquirir supuestamente todo aquello que se les ofrecía. Esos comunes y corrientes de antes, dejaron de serlo al venderse a un modelo idéntico, al participar del juego y dejarse convencer de que los comunes y corrientes, ahora nosotros, eran lo que no deberían ser y se pasaron al otro bando. Ahora todos ellos se volvieron más comunes y corrientes de lo que eran, todos parecen iguales, todos piensan de la misma manera, persiguen los mismos objetivos, van detrás de las mismas posesiones y ocupan un espacio similar que les permite parecerse unos a otros, perdiendo su identidad y todo lo que eran en su momento, un individuo común y corriente que no necesitaba de nada de eso a su alrededor para ser alguien o sentirse alguien en este mundo.

Todos ellos pasaron a ser iguales, una copia de otro modelo más alto, y de otro más alto y así sucesivamente. Pasaron a ser seres comunes a un grupo de personas parecidas, sin ninguna emoción, sin nada que ofrecer, solamente una manada que va detrás de un objetivo que se vuelve cada vez más inalcansable ya que las reglas de ese juego se van modificando dependiendo de quién la maneje o de quién quiera imponer algo diferente. Así que se la pasan de un lado a otro esperando cumplir el prototipo de paso, el parámetro de moda y así sucesivamente y algunos lo alcanzan, pero por poco tiempo, ya que luego vuelven y cambian ese parámetro por alguno más alto, por decirlo de alguna forma, o muchas veces por cosas aún más ridículas. Y ahí van, uno detrás del otro, en fila persiguiendo eso que les ponen en frente, como el ganado siguiendo un pastal que se aleja y se acerca constantemente. Esos pasaron de ser comunes y corrientes a una manada plana, sin emociones, iguales, todos buscando nada, pero buscando esa misma nada.

Es por eso que pienso que lo común y corriente se ha revaluado, esa gente que no se interesa por poses, prototipos, paradigmas ni escalones que subir todos los días, esos que viven su vida día tras otro con todos los que lo rodean sin importar quiénes son ni para dónde van. Esos seres comunes que realmente sienten un poco la vida, tienen una percepción y un caracter diferente ante todo lo que los rodea y realmente tienen intenciones de cambiarlo. Extraño muchas veces a esos comunes y corrientes, encontrármelos más seguido en la calle, poder compartir con los corrientes, con los comunes, los que se visten como quieren, los que comen lo que quieren y van a los sitios que quieren sin importar dónde sea. Sí, a mi me gusta la gente común y corriente de hoy en día, no esos que están encapsulados en un sueño falso y que siguen creyendo que están por encima del mundo entero, ellos aunque sean demasiado corrientes para los que estamos afuera de esa burbuja, no lo son, son robots, son personas mecanizadas en pro de algo que ni siquiera saben que son. Por eso yo prefiero decir ahora que soy común y corriente, porque eso ahora me permite la libertad que otros no tienen, que otros vendieron por una cara más bonita, por un cuerpo escultural, por un carro mejor, por una ropa más costosa que al final sirve para lo mismo.

Ahora puedo decir que soy común y corriente y me gusta, porque tengo reales prentenciones en la vida, en este camino que es real y muy diferente a lo que nos quieren mostrar. Extraño a esa gente común con la que se puede hablar abiertamente, respetuosamente sin juzgar a nadie. Extraño que ya no haya tantos comunes y corrientes como antes, porque muchos se dejaron comprar y decidieron seguir un camino que los tiene hipnotizados y estáticos en medio del aire, como en formol, ya muertos por dentro, aunque no se hayan dado cuenta.

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