13/12/08

Fijaciones

Esas excusas que conservo para aferrarme a recuerdos, al pasado que no quiero dejar. Esos pequeños detalles sin importancia que hacen que solo por una excusa, la imagen se mantenga intacta en mi cabeza. Tengo fijaciones quizás con todas las personas que conozco y sobretodo con las que he conocido. Con las personas que conozco y que de alguna manera sé que van a hacer parte de mi vida por largo tiempo, esas fijaciones seguramente se consumirán a sí mismas y ni siquiera dejarán un rastro tenue de su existencia. Todo esto debido a que no necesitaré aquellos anclajes para el pasado, ya que permanezcan o no aquellos cuerpos fijados en mi vida, no es necesario ya retenerlos.

Los demás también se irán desvaneciendo con el tiempo, a medida que aparezcan otros cuerpos que deje humilde o agresivamente pasar por mi vida, por mi propia cuenta, como muchos, o por medio del destino. Pero éstas fijaciones son aún más complicadas de olvidar y de desatar, es un pequeño morbo ante aquellas personas que han pasado dejando una huella, porque así lo he querido, porque me he comido todo aquello y lo he transformado en una fijación, un pequeño detalle general sin relevancia que se ha convertido en el sello y la imagen de aquellas personas. Las fijaciones pueden tener mil caras, mil razones, al final son sólo excusas para mantener la imagen en su lugar. Muchas se manifiestan verbalmente, otras físicamente, otras desde el fondo del alma y otros desde el fondo de la ira, pero todas al final con el único objetivo de no olvidar y mantener todo aquello en su ligar.

Mis fijaciones son absurdas, son solamente una manera de no querer desatar mi propio ser en el ir y venir diario, son solamente la manera de retener todo aquello que quedó faltando, todos esos anhelos frustrados y esos arrepentiemientos empedernidos que dan vueltas y vueltas en el alma. Todo esto no es más que un teatro y una farsa para no dejar ir. Todo esto no es más que el morbo de dominación sobre alguien más, sabiendo que se perdió la oportunidad y que ahora solamente queda la frustración de no haberlo hecho cuando se pudo. Las fijaciones no son más que espejismos que nosotros mismos inventamos para ocultar quizás culpas, desengaños, deseos y perversiones repremidas. Es esa parte de nosotros que quiere mantener algo solamente un detalle en cada persona que sabemos es ese detalle único que hace precisamente a ese ser único o lo que para nosotros hace que esa persona sea lo que es, gracias a ese detalle ínfimo que hace que no podamos olvidar del todo. Cada una de las fijaciones tiene un propósito de satisfacción personal, de quitarnos un peso de encima o de tener segundas oportunidades, también puede ser una manera de redimirnos y esperamos la oportunidad para poder deshacer muchas cosas que ahora sabemos estuvieron mal.

Tengo algunas fijaciones demasiado profundas con pocas, pero importantes seres que han tocado o rozado así sea levemente mi alma. Estas fijaciones se mantienen, no se transforman, luchan y se quedan en su lugar, no quieren alejarse y aunque encuentre la manera de reemplazar todas esas fijaciones en algo real ahora, no basta para ellas y siguen luchando por no morir. Todas sin excepción son ridículas, no tienen mayor relevancia en la vida de nadie, ni siquiera tienen una existencia propia y real, ni siquiera son palpables en palabras, explicaciones o sensaciones. Solamente son del mundo imaginario, ráfagas que pasan por mi cabeza y se estacionan por momentos a revolotear de vez en cuando y molestar a mi mente. La fijación no es más que el significado de la palabra, no es más que el significado que le doy y le darán los demás, no es más que una excusa, realmente patética, para no aprovechar el momento, el día, el minuto y seguir pensando que por alguna razón todo se detendrá y podré finalmente tener acceso a cada una de ellas y jactarme hasta no poder más con cada una y yo mismo destrozarla después de haberme aprovechado de ella.

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