7/11/08

Carta de despedida

Hola señora mía. Me encuentro aquí divagando entre el día y la noche, entre el ayer y el mañana, en lo que fue y no, en lo que pudo ser, encerrado entre usted y yo. Sentado frente a este papel, con la pluma en la mano, emprendo mi retirada final de su vida. Aquí en este silla frente a la ventana que da a la calle donde creí conocerla alguna vez. Aquí frente a la ventana donde nos quedábamos impávidos, inmóviles, amando lo imposible y planeando el más allá. Aquí solo, sentado, con el papel y usted en mi.

Aún recuerdo los amaneceres juntos, su voz en mi oído susurrando palabras mentirosas de amor. Recuerdo el olor virgen de su piel, el brillo de su cabello, lo suave de sus labios besándome con besos que nunca fueron. Recuerdo la profundidad de sus ojos, en los cuales me perdía eternamente en usted, si en usted señora mía que nunca estuvo ahí conmigo.

Aún recuerdo la fría pero alegre sonrisa que me brindaba, aún recuerdo su cuerpo yaciendo sobre la cama desnudo, lleno de vida, frágil, leve, inmóvil. Y aquí me encuentro , en esos mismos lugares donde pensé que estábamos usted y yo, donde creí que usted estaba, pero no, usted nunca estuvo, siempre fue fría, distante, tosca, áspera, si usted que jamás se preocupo por mí, nunca entendió quizás mis palabras, ni mi amor. Nunca confió en mi, ya jamás lo hará. Sus palabras solo eran eso palabras, cosas por decir, jamás estuvo realmente aquí, conmigo.

Y ahora, ahora que se fue me voy yo también. Quiero borrar ese rostro del cual me enamoré, que jamás debí haber visto, quiero olvidar su voz, aquella voz amable pero silenciosa, pedante, fría frente a mi. Quiero olvidar su tácita indiferencia, quiero olvidarla toda, a usted, su ser, su esencia, su vida en la mía, quiero olvidar.

Pero no, usted y yo sabemos que no puedo y jamás podré, porque me perdí en usted, y perderse en usted claro, es perderse en el tiempo y en el espacio y sumergirse al más allá y desaparecer. Pero quiero sentir que usted jamás estuvo, que no la conocí, que no existió y no existirá.

Quiero borrarla pero no puedo, porque sigue ahí, en la esquina, en las sábanas, en el espejo, en la oscuridad, en la ventana, en la calle, en mi. Esta ahí en todo porque me perdí completamente en usted, sin quererlo, no lo pensé, no lo quería, no lo deseaba, no lo imaginé jamás, pero con usted señora mía, con usted quien no se pierde, mala suerte para mi que llegue demasiado tarde o tal vez demasiado temprano a su vida, o tal vez pensé que había llegado y jamás lo hice.

Lo siento por usted, aunque claro usted no lo siente por mí y jamás lo sentirá, peor lo siento por ambos, usted no tuvo la culpa, aunque por usted me perdiera en su vida y en la fantasía. Pero lo siento por los dos, se que era para usted, lo sé, se que lo era, pero lo siento porque no hice lo suficiente para que usted lo entendiera, no pude, no logré hacerlo, me quedó inmensamente imposible, pero eso no es culpa suya, no, no lo es, en algo fallé y usted no puede saberlo.

Usted podía estar con sutano, mengano o fulano o conmigo, pero no estaba con ellos, jamás conmigo. Pero seguro ellos fulana, no eran para usted ni lo serán, no la merecen, porque son como usted conmigo, pero yo no, y tal vez solamente yo lo sepa y lo entienda, y tal vez usted lo haga ahora o después o quizás jamás.

No importa fallé , falló y fallamos ambos, no nos entendimos y ahora aquí frente a esa ventana que da a la calle por la cual alguna vez la vi. pasar y creí conocerla, me despido, para siempre de usted. Pero usted no se despide de mi, porque ya estoy perdido y ahí esta usted como una cicatriz, una herida, una duda, que jamás se quitará.

Si yo me voy doy un paso atrás, me voy de usted, peor no usted de mí. Igual a usted eso no le importa, jamás le importó y ahora ya no le importará, le da igual no soy nadie para usted solo una persona más del mundo con el cual tuvo la desventura de chocarse alguna vez.

Ahora estoy tranquilo, porque se lo que soy lo que fui y lo que seré, se lo que le di y lo que le pude dar, pero usted no lo aceptó. Pero no la juzgo, no puedo hacerlo, con tanta gente en el mundo, peor usted y yo siempre tan lejanos y distantes.

Pero ahora seguiré mi camino, el que la vida me de. Lamento que su vida no le haya dado un camino junto con el mío, lo lamento porque hubiera sido hermoso, bello o quizás áspero y tortuoso.

Pero sin embargo usted vale la pena y lo sabe y tal vez sepa que yo la valgo, peor no le importó ya hora no le va a importar. Así que aquí ahora frente a la misma ventana donde la vi tantas veces, desnuda, tácita, silenciosa, sumergida en sus pensamientos, donde la capturé en mi memora para siempre, me despido no sin desearle antes lo mejor y claro aclarando que yo le abrí mi mundo y se lo ofrecí, peor usted lo despreció y usted jamás me abrió el suyo, no me dio la oportunidad ni siquiera de apreciarlo un poco, aunque sabía que quería estar en él.

Pero olvídelo ya conoció mi mundo y eso es lo más preciado que un hombre puede dar a alguien, su mundo entero que es lo único que lo mantiene vivo y aferrado a la vida. Mi vida fue suya porque así lo quiso. Pero acaso lo entendió?. Pero no la culpo, gracias por dejarme perder en usted y lamento que usted no se haya perdido en mi si nos hubiéramos perdido ambos que más importaría?. Usted me quitó una parte de mi vida, peor no importa llévesela se la regalo, total quería darle mi vida entera, y usted me dejó sin nada y eso es todo lo que me queda ahora.

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