La verdad es que no sé ni lo que siento, no lo sé porque no sé si es real o estoy jugando a un juego en el cual creo que hay otros concursantes, pero realmente estoy jugando solo. No sé qué siento simplemente porque ya no sé si realmente pueda sentir algo y me estoy forzando a hacerlo, para sentirme mejor en medio de los tumultuosos meses que he pasado.
Me da mucho miedo realmente estar sintiendo algo, así sea un pajazo mental que me esté haciendo creer eso, porque en cualquiera de los dos casos tengo todo que ganar, pero peor aún tengo todo y más para perder. Yo mismo me estoy metiendo en una situación suicida, estoy yendo directamente a mi muerte y soy consciente de ello.
El problema no es la consciencia de hacer algo, es no saber por qué ni cómo detenerlo. No sé que estoy haciendo, no sé qué es lo que está pasando por mi cabeza, no sé por qué me estoy complicando una vida ya enmarañada con algo que salió de la nada, de mi mente. Nunca he sido bueno para eso de las personas y de relacionarme con otros, y menos a niveles íntimos, no porque no quiera, sino porque no soy socialmente apto para hacerlo, y no sé por qué no lo soy.
Tengo esa tendencia a ser un kamikaze, sé que voy a una muerte segura y sin embargo, sin promesas de una vida después de la muerte ni de ningún paraíso, voy de cabeza al fin del mundo. No quiero sentir nada, no quiero porque no sería justo con nadie, ni con los otros "jugadores" de este retorcido juego. No quiero herir más ni quiero salir herido, no quiero sentir nada que me pueda llevar a esa muerte segura, no quiero, pero al mismo tiempo parte de mi quiere lanzarse porque solo se vive una vez, así esa única vez lleve a una muerte prematura. Yo nunca he sido valiente, nunca he sido de riesgos, al menos no tan grandes, siempre me he acobardado y he preferido no hacer muchas cosas. Ahora con el tiempo mucho me ha dejado de importar, por no decir que todo, y por eso ese instinto autodestructivo sale a la luz y quiere hacer parte del juego.
Tengo todo por ganar, desde la perspectiva de mi propio ego y de lo que deseo y quiero, sabiendo muy bien que yo soy el único que piensa así y que soy el único quizás en este juego que está pensando en eso. Estoy seguro que los demás participantes son completamente ignorantes de lo que en mi cabeza pasa y seguramente ni la más remota posibilidad de que el resultado que espero suceda, se les ha ocurrido, ya que ni saben que están jugando un juego.
No sé qué es lo que siento, no sé qué es lo que pienso al respecto, sé que estoy complicando todo y no debería por mi salud mental y emocional, pero no puedo dejar de pensar quizás que ésta vez si sea. Sigo viviendo de una esperanza de un ideal romántico y de un final feliz, me resisto a dejar de creer que al menos si todo lo demás sale mal, como otras tantas cosas no salieron como pensaba, al menos esta debería salir, como premio de consolación al menos, para tener más motivos para seguir adelante realmente y no resignarme a todo.
Creo que la solución está en realmente tener la fuerza mental para controlar mis sentimientos, olvidarme de todo lo que me pasa por la cabeza y controlarme hasta que pase la tormenta. Una vez esto suceda ya todo volverá a la resignación del día a día, pero estaré conforme, ojalá por un tiempo muy largo, para no tener que volver a tener que pasar por este ciclo.
Es muy difícil andar por ahí todavía buscando un sueño que quizás nunca era para que se hiciera realidad, un sueño que a pesar de que me ha acompañado toda la vida no es más que un ideal creado e inculcado en mi por la sociedad en la que crecí. Es algo patético si se mira desde otra perspectiva ya que debería simplemente saber que las cosas nunca son como uno quiere y que debe uno aprender a dejar ir aquellos sueños y anhelos en cierto momento de la vida. En mi caso, por alguna razón que desconozco, no puedo dejar ir estos sueños así tan fácilmente, o no he podido aunque debería. Una parte de mi se niega a olvidar los cuentos con finales felices y sigue buscando constantemente ese pequeño espacio en donde todo de un momento a otro simplemente se desenvuelva y exista el final feliz.
Quizás simplemente soy un humano más de esos idealistas, románticos y soñadores que lucharán siempre por alcanzar al menos ese poco de plenitud en algún aspecto de sus vidas. Es claro que no se puede obtener todo lo que se desea y quizás lo que más se desea es lo que menos se obtiene, pero algo tiene que ceder, tiene que haber algo que encaje perfectamente y al menos complete una parte de la vida. Gran parte de mi, a pesar de que han pasado años y años, se niega a que retó todavía sea posible, pero es una lucha interna demasiado fuerte en la cual ahora hay más cosas involucradas que hacen que todavía sea todo más complicado, a parte de que lo estoy complicando más.
Yo mismo me he metido en este lío, es cierto, yo mismo he comenzado a sentir y pensar y desear algo que seguramente no existe, no a esa medida, y soy el único responsable de lo que pase de aquí en adelante, el único que tendrá que cargar con el inmenso peso de lo que pueda suceder, ya sea que lo gante o pierda todo, no importa cual sea el resultado, el daño colateral va a ser muy alto y tendré que estar dispuesto a pagar las consecuencias, que antes de que suceda algo ya son bastantes y en gran medida dolorosas. No sé si hay algo más en la vida para mi, más allá de un conformismo o de sentirse resignado o si debería enfocarme en otras cosas que todavía no he encontrado. Pero algo en mi se niefa a dejar de buscar mi sueño, así de antemano sepa que quizás llevo todas las de perder y que la resaca después no será agradable, para ninguna de las partes involucradas.
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