Necesito alguien con quien hablar realmente,
el viento ha muerto en la orilla,
palabras necias son compartidas,
no requiero calor,
no requiero pasión.
A dónde hemos ido aquellos que aún soñamos,
dónde han quedado las almas verdaderas,
quién se las ha llevado.....
La rareza paga un precio alto.
Por qué se habrán robado las palabras,
quién tiene presos los suspiros,
los reflejos del alma,
las miradas que callan,
las verdades absurdas
las mentiras piadosas....
Nadie escucha mi voz,
se han quedado sordos,
han perdido el color se sus sueños.
Quedaré mudo entonces,
mis palabras no son más que pataletas del viento,
no llegan,
no llegan.
He decidido no morir ante la impunidad del alma,
pero estoy cansado de gritarle a los vientos,
necesito alguien que escuche,
alguien con quién hablar realmente.
Dejo mis palabras atadas a los árboles,
un poco de todo queda ahí,
el viento recorrera una y mil veces los mismos lugares
quizás mis palabras te encuentren ahí........
Dejo todo lo que no tengo,
lo que tendré,
lo que no tuve y he tenido,
dejo el silencio como voz de protesta,
El mundo ha olvidado,
nos hemos olvidado,
suspiros silenciosos llevarán
todo aquello a los oídos de otros,
de esos,
de nosotros,
dejo el silencio
me olvido,
he muerto,
mis palabras me han silenciado,
porque nadie quiere escucharlas.......
el viento ha muerto en la orilla,
palabras necias son compartidas,
no requiero calor,
no requiero pasión.
A dónde hemos ido aquellos que aún soñamos,
dónde han quedado las almas verdaderas,
quién se las ha llevado.....
La rareza paga un precio alto.
Por qué se habrán robado las palabras,
quién tiene presos los suspiros,
los reflejos del alma,
las miradas que callan,
las verdades absurdas
las mentiras piadosas....
Nadie escucha mi voz,
se han quedado sordos,
han perdido el color se sus sueños.
Quedaré mudo entonces,
mis palabras no son más que pataletas del viento,
no llegan,
no llegan.
He decidido no morir ante la impunidad del alma,
pero estoy cansado de gritarle a los vientos,
necesito alguien que escuche,
alguien con quién hablar realmente.
Dejo mis palabras atadas a los árboles,
un poco de todo queda ahí,
el viento recorrera una y mil veces los mismos lugares
quizás mis palabras te encuentren ahí........
Dejo todo lo que no tengo,
lo que tendré,
lo que no tuve y he tenido,
dejo el silencio como voz de protesta,
El mundo ha olvidado,
nos hemos olvidado,
suspiros silenciosos llevarán
todo aquello a los oídos de otros,
de esos,
de nosotros,
dejo el silencio
me olvido,
he muerto,
mis palabras me han silenciado,
porque nadie quiere escucharlas.......
1 comentario:
"A dónde hemos ido aquellos que aún soñamos,
dónde han quedado las almas verdaderas,
quién se las ha llevado.....
La rareza paga un precio alto." Hubo un fragmento en un libro llamado Juan Salvador Gaviota, cuando se da cuenta que mientras más lejos quiere volar, más solo se sentía. Es el precio por ese paraíso de quienes realmente desean VIVIR.
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