12/3/10

A mitad de camino

No les ha pasado alguna vez que no saben si continuar o regresar?. Están en medio de un camino completamente solos, no hay sino desierto por todo lado, el sol canicular cae sobre sus cabezas, nada a unos cientos de kilómetros a la redonda, y ahí están, solos contra ustedes mismos, ni siquiera el viento que a veces trae concejos sopla. Es así como por instinto nos paramos en medio de un inmenso camino, sintiendo que hemos avanzado bastante, no lo suficiente aún, pero bastante y que lo que dejamos atrás, aunque no está del todo olvidado poco a poco se va perdiendo en el horizonte.

No les ha pasado que en ese momento algo sucede en sus cuerpos, sus mentes y se tienen que detener, mirar hacia adelante, hacia atrás, hacia un lado y al otro y terminan sentándose en la primera piedra que encuentran en el camino a pensar?. Ese momento de la encrucijada en dónde cualquier decisión que se tome alterará por completo el curso de toda su vida. Es ahí, exactamente en ese momento cúando las dudas, los pensamientos, los sentimientos sobre todo, prevalecen y se magnifican de manera tal que estamos obnubilados por tantas cosas que hemos dejado, que estamos dejando y esas que estamos llevando hacia el futuro.

Es ahí cúando al hacer una evaluación de lo que habrá si regresamos vale o no la pena, si todo seguirá igual o ligeramente diferente, o si al menos eso que nosotros dejamos intacto, esas cosas que dejamos al irnos y que pensamos conservar tal cual por capricho, recuerdo o sentimentalismo, seguirá estando en la misma condición?. El futuro no lo conocemos, lo construimos, lo que venga, como lo que ha llegado durante el tiempo que hemos andado lejos de nuestro nicho, será igual algo nuevo o por lo menos diferente a el resto del camino andado. Eso a muchos les puede preocupar, a otros no tanto, al final de eso se trata es como tirarse al vacío con los ojos cerrados y ver a dónde vamos a parar y así se vive la vida un paso a ciegas tras otro y nos vamos abriendo paso. En ese caso lo que venga no tiene tanta importancia como lo que hay detrás, ya que por las cosas de la vida, las complejidades y trivialidades de ésta, lo que encontremos será de igual manera algo que compararemos o reemplazará, eso esperamos, eso que ya no tenemos. O puede simplemente que sea algo totalmente diferente y novedoso o lo mismo, lo cual para nosotros después de haber dado el primer paso no tiene mayor relevancia, es como una aventura y si se parece bien y si no igual lo probamos y seguimos adelante.

Lo que queda atrás es lo que siempre es una carga, y demasiado aburrida por cierto, ya que es lo que siempre recordaremos, queramos o no, es lo que nos espera, porque salimos de un lugar para ir a otro, y aunque muchos nunca vuelven, siempre ese lugar de partida estará ahí, querámoslo o no y tarde o temprano nos reencontramos con él. Ahora todo eso que sigue su curso atrás de nosotros cada vez se encuentra más lejos, inclusive si decidimos ir al final del camino o seguir adelante y luego regresar, cuando lo hagamos aunque sabemos que estará ahí, esperamos encontrarlo de cierta manera igual, o con ligeros cambios. En el fondo siempre sabemos que las cosas no son iguales y que no permanecen iguales pero para poder sentir que eso aún nos pertenece inconcientemente deseamos o esperamos que no cambie nada para no sentirnos ajenos en un espacio que antes poseíamos. Pero al final todo eso cambia, nosotros tomamos también decisiones en medio del camino hacia adelante e inclusive, muchas más cuando pensamos regresar. Tomamos decisiones con respecto a como manejar quizás ciertas cosas que nunca fueron resueltas, tomamos decisiones acerca de cómo será ese mismo yo pero diferente, en un ambiente conocido, pero extraño a la vez. Las decisiones siempre se toman cuando se regresa, cuando se va es más la intuición y el ser un desconocido lo que prima por encima a veces de la razón, pero al regresar siempre salen las viejas libretas y todo lo que hay en medio de las líneas.

Es por eso que en momentos así, cuando nos encontramos en ese momento en el que no sabemos si continuar o regresar, o en algunos casos tenemos que continuar no sin antes evaluar ese regreso en algún momento, debemos tomar ciertas decisiones, dolorosas, estúpidas, sin sentido, o lo que sea, al final nadie lo puede juzgar a uno, y si lo hacen eso es lo de menos, esas son las cosas que uno aprende en el camino, el mundo es demasiado grande como para irse preocupando por lo que piensa la mayoría de personas que conocemos o nos hemos cruzado en la vida, entre otras tantas cosas que ahora aunque vendrían al caso hacen parte la experiencia personal. Entonces hay que tomar decisiones, buenas y malas, porque nunca somos infalibles, y como dije antes al final nos importa a nosotros no a nadie más, porque el que regresa es uno, y así todo lo demás que dejamos atrás esté de diferente manera o haya cambiado un poco siguen estando donde estaban, nosotros no lo estamos y aunque eso no signifique mayor cosa es un derecho que de todas maneras algunos nos hemos ganado, mejor que otros.

Volviendo a las decisiones, al tomarlas muchos quedarán excluídos, otras cosas seguirán igual pueden decirnos egocentristas o egoístas, pero hay razones de razones por las cuales uno se fue, independientemente de que se vaya a regresar o no, y esas razones no deben ser explicadas, a menos que quede alguien al regreso con quién hablar, y cúando uno regresa toma esas decisiones porque algo tiene que cambiar, así sea arbitrariamente por voluntad propia, sino podemos caer en el síndrome de aquél que ha perdido el tiempo y al regresar no solo perdió más tiempo sino que regalo lo demás o perdió lo que le quedaba cuando vuelve a su punto de origen.

Por eso en momentos así es mejor tomar decisiones, de cierta manera esas que son menos incómodas y que así sean malas al final, bueno eso nunca se sabrá, es mejor dejarlas sobre la mesa y en la mente claras, para simplemente seguir el camino, sea el de continuar y luego regresar o simplemente regresar de una vez, es mejor tener un plan, porque siempre tener un plan es mejor que no tener uno así éste no se lleve cabo.

Así es cómo a veces es mejor definir las cosas así sea para regresar, pero hay siempre que tener en cuenta que si se regresa no todo puede ser igual y el regreso siempre debe continuar diferente a lo que se era antes de dejarlo, por lo tanto no se puede simplemente volver y ya, hay que volver y doblar la esquina por donde ninca se dobló. Por eso para muchos, si leen esto, de pronto a estas alturas poco o nada les importa, pero por si acaso para muchos posiblemente cuando me vieron por última vez, pues se quedará como la última vez, y nunca más me vuelvan a ver, seguramente si regreso luego o pronto o nunca o ahora, jamás lo sabrán y aunque por ahí quede un contacto o algo, el rumbo que he escogido es completamente diferente ahora y por alguna razón, puede ser mala o buena claro, he decidido no hacer partícipes de lo que queda del camino a algunos de ustedes.

No es nada personal, naturaleza humana como dice la canción, ahora la cuestión es que el plan no sería un plan si se los contara, entonces seguramente después de un tiempo, chisme o algo se enterarán si hicieron parte de ese selecto grupo o no. Me cansé de ser el buen tipo, no voy a ser el mal tipo porque simplemente no lo soy, pero por lo menos no cuenten más conmigo para eso de tan buen muchacho y cómo es de querido y demás arandelas que vienen con eso, las razones no importan no tengo tiempo para eso, eso sería seguir siendo el buen tipo. Un saludo a todos.

No hay comentarios: