4/8/09

La vida de los otros

No, no es una reseña a la tan aclamada película, que de igual manera no he visto pero me han recomenado mucho. Pero igualmente el título creo que tiene mucho que ver con la trama de ésta, por lo que he leído, y aplica perfectamente a la vida cotidiana.

En este caso no me refiero a espionajes políticos, ni de ninguna otra índole. Digamos más bien curiosidad por lo que le sucede a aquellas, digamos personas cercanas por alguna razón a nosotros. Por diversas razones que no vienen al caso, me he enterado últimamente de eso que llaman chismes, de personas que conozco, he conocido y en gran parte compartí momentos de vida con ellos en algún momento. Si, me han contado de esto, de aquello, y de que paso tal o cual otra cosa. También he visto documentado en imágenes muchas de estas anécdotas o historias que han llegado a mis oídos. Digamos que en sí todo eso me tiene sin cuidado, son cosas que pasan diría yo, no me interesa inmiscuirme en la vida de nadie, si muchas veces ni siquiera lo hago en la mía, ni me interesa en absoluto andar preguntando cosas o esperando a ver que sé o no de x o y persona.

Pero una vez untada la mano como se dice popularmente, pues untado todo el brazo. Y no es que ya lo utilice como excusa para inmiscuirme más y más, sino que me pongo a observar, recordando claro aquellas épocas de pre y adolescencia, todo eso que uno "quería" ser en la vida. Esas ideas, digamos sueños capitalistas y de nuestras tradiciones familiares, de lo que era la vida y el plan a seguir. Viendo muchas de las situaciones y circunstancias con las que me he topado veo como algunos, la gran mayoría, han seguido el plan a la perfección. Todo ha salido tal cual como lo decía el manual de instrucciones, bueno digo a grandes razgos tampoco puedo saber lo que están sintiendo o pensando las personas, pero bueno ustedes me entienden.

El plan de vida, ese camino predestinado para muchos que había que seguir y que se fue abriendo así, fácilmente, paso por paso frente a la mirada, zombie, de aquellos que iban recorriendo el camino. No puedo opinar acerca de la felicidad o infelicidad de dichos sujetos con respecto a haber logrado todo aquello que les dijeron que hicieran para ser "personas de bien" o tener una "buena vida". La verdad intuyo que así como el plan se desarrolló de manera perfecta, los sentimientos involucrados serán directamente proporcionales a ese desarrollo perfecto, sin que esto signifique que sean los indicados o buenos o malos, solamente que es una curva, una estadística, así sea mentirosa, de lo que puede suceder, los verdaderos sentimientos puede que sean muy diferentes aunque como siempre la gente aparenta otras cosas muy diferentes a las que muchas veces siente.

Para mí es inevitable pensar que yo no tuve, ya no creo que tenga de alguna manera, el camino tan claro, ni lo desarrollé como decía el manual de instrucciones, de hecho creo que sé que existía el manual más nunca me interesó leerlo y lo quise hacer a mi manera. Hoy al ver todo eso desde afuera no puedo decir que no envidio algunas cosas, muy pocas, pero en general me alegra realmente no haber llevado ese camino, eso que parece tan naturaleza muerta, seguir un plan como se supone que debería ser no tiene ningún chiste, ninguna emoción, no tiene picante. A esos planes perfectos les hace falta algo, como dije antes qué podrá ser o cómo lo sentirán los que lo han vivido es imposible, nunca se sabrá la verdad a ciencia cierta, pero seguro tienes sus fallas, como no seguir el plan también las tiene.

No sé como sería mi vida si hubiera seguido el plan perfecto. Seguramente ya me hubiera casado, por la iglesia como "Dios" manda. Tendría el trabajo ideal, de clase media alta promedio, ganando buen sueldo siempre con posibilidades de ascenso. Tendría ya lo que la mayoría de gente adquiere más o menos a cierta edad y haría lo que haría cualquier adulto joven en su vida, los asados los domingos, los paseos, manejando como dios manda, a tierra caliente, las vacaciones planeadas a múltiples y nunca mal ponderados destinos en orden de importancia, San Andrés, Cartagente, luego el Caribe y luego más allá, preferiblemente USA y luego Europa u otro lugar que se curce por la mente para dárselas uno de muy irreverente.

Tendría los típicos amigos, tendría los típicos problemas y a pesar de todo el plan seguiría desarrollándose a la perfección, luego tendría deudas, compraría carro nuevo cada x tiempo, pagaría las deudas, pido préstamos, tendría hijos, comienzo a ahorrar para el colegio y demás educación de la persona en cuestión y pensaría en pensionarme y tener ahorros suficientes para no preocuparme por nada y disfrutar de los nietos. Algo así más o menos es un plan predestinado, el cual creo que todos tuvimos o por lo menos sabemos y supimos que existen.

Ahora el punto no es llevar o no acabo el plan, de alguna manera uno tarde que temprano llega a chulear ciertos puntos del plan, así no sean en orden ni como se supone que debería ser, pero llegamos a adquirir eso que se diría es lo mínimo y normal en la vida de un ser humano hoy en día en el mundo. Ahora yo tengo todavía muchos puntos por chulear de ese plan, otros ya los chulié y otros sé que no los tendré, otros tantos están en duda y otros que no me interesa chulear. Pero mi vida, fuera del plan, me gusta, me excita, me hace sentir vivo y con algo que decir en algún momento si me llego a encontrar con alguno de estos personajes, no estoy lleno de aventuras ni nada por el estilo, pero tengo otras cosas que decir, puedo decir que he hecho esto y lo otro y que he ido de aquí para allá y que me pasó tal y cual cosa. Seguro que todos podrán decir lo mismo, pero dentro del plan original, sin esa chispa y ese picante propio del no saber para dónde se va, igual sabiendo que se va para algún lado y seguro se va a llegar. La ventaja es quizás que uno es la excepción a muchas reglas y que si al final uno llega a dónde no sabe que va a llegar pero siente que llega, igualmente puede volver a arrancar e irse a buscar otro destino sin saber cuál, pero sabiendo igual que se va a llegar, en vez de quedarse en la primera zona de seguridad, como en el parqués, sin ir más allá.

Yo no critico la vida al pie de la letra, me parece super, al fin y al cabo ese no es ningún mal plan, está bien diseñado y se logra digamos no tan difícilmente como otros caminos. Pero quizás me sentiría parte de nada teniendo lo mismo que todos los demás y siguiendo esa estadística y curva de vida exactamente igual que muchos que conocí. A mi me gusta ese camino podrían decir algunos erróneo que escogí, con todo y que tiene muchas imperfecciones y que hay cosas que si desearía tener ahora que no tengo y que de pronto ya no tendré, pero me siento fuera, diferente, extraño al mundo y eso es lo que de alguna manera recompensa el hecho de ser yo mismo, a pesar que todos lo son, pero que no comparto mucho con nadie y por eso para mi como para ellos todo es algo nuevo, casi siempre, y es gratificante.

Supongo que nadie tiene la vida que quiere al cien por ciento, yo no la tengo, pero no puedo decir que tengo menos de lo que quería o que quiero demasiadas más cosas de las que tengo ahora. Sé que los que se leyeron el manual al pie de la letra y tienen chuleado casi todo desean a ratos tener otras cosas y hasta de pronto cambiar algunas que tienen por otras que nunca tuvieron y quizás ya no tendrán, porque el manual no lo permite.

Claro todo esto entra dentro de la flexibilidad de la vida, del tiempo, de como una persona se adapte o no o cómo hayan leído e interpretado el manual, ya que todos lo pueden interpretar con ciertas variantes. Pero en general el manual aunque bien escrito y perfectamente diseñado por siglos de historia, como buen manual es aburrido y aunque al final uno sabe que la casa será idéntica a la que sale en la portada del manual para construir una casa y uno se sienta satisfecho de poder hacerlo uno mismo. Siempre desearía quizás cambiar algo de la casa o haber tenido otra, eso siempre pasa con la gente, quizás eso hace que la vida siempre sea buscar algo, muchas veces sin saber qué, y andar y andar hasta creer encontrarlo o realmente hacerlo. Por ahí leí en una de mis revistas favoritas hace un tiempo una frase, de no recuerdo quién y disculparán no darle el crédito merecido al personaje, que "en el mundo existen dos clases de personas, los que leen las instrucciones y los que no". Yo soy de los que no.

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