7/7/23

Indiferencia

 Creo que he cometido un gran error, creo que he invertido mucho tiempo, recursos, energía, sentimientos, pasión y vida en algo, o más bien alguien, que realmente no valor ni tiene ningún tipo de real interés en mi bienestar, y en general en mi persona.

El problema, en parte está en la otra persona, pero al mismo tiempo se encuentra en mi, ya que yo todavía soy como esos de antaño, los que realmente creen en un amor profundo, de dar todo por el todo. Claro, nada es perfecto, siempre hay altibajos y siempre hay retos que superar, pero siempre he creído que tiene que ser algo recíproco, algo en los cuales ambos den y reciban de la misma manera, no todo el tiempo en igual cantidad, pero siempre en equilibrio. Me he dado cuenta que aunque la culpa es mía, por idealizar, por dar tanto, por entregar tanto, he creado una idea de lo que la otra persona, de cierta manera, debería darme, no pido lo mismo, ni en la misma medida ni cantidad, pero si el reconocimiento, o al menos el respeto que merezco, si es que soy una persona importante para ella, de al menos tomarse el trabajo de dedicarme un poco de tiempo a las cosas que hago, los detalles que me toman tiempo, solo pido valoración del esfuerzo, del trabajo que pongo en la relación.

Pero nada de eso recibo, todo me toca sacarlo a las malas, todo me toca pedirlo, al final hay algún tipo de reconocimiento, algo hay que por lo menos logro encontrar en medio de tanta indiferencia. Puedo decir que ella no es como yo, claro está, y que no espero que sea así, pero creo que hay ciertas cosas elementales de base que no son negociables, que en este caso no existen, y creo que ahora me estoy dando cuenta que cometí el gran error de entregar tanto, a alguien que me hizo creer, y yo lo maximicé mucho más, que me iba a dar al menos lo mismo a cambio, y no me refiero a exactamente lo mismo ni mucho menos, pero al menos el nivel básico de respuesta que creo es fundamental en cualquier relación.

Es claro que ella es muy diferente, que aunque me lo dijo alguna vez, es una persona a la cual puede que no le interese en absoluto demostrar algún tipo de afecto. Todo eso está bien, digamos que eso hace parte de la personalidad y que uno acepta a la gente como debe ser, no puedo renegar ni pelear contra eso, a pesar de que haya muchas cosas que no me gusten ni un poquito, pero eso no significa que no haya al menos un interés, normal, genuino, que se espera de una pareja. No lo siento, no lo veo, no está, nunca ha estado, pero hasta ahora creo que me doy cuenta que realmente nunca ha estado, no sé si realmente esta persona me quiere, no sé si está conmigo por convivencia, por interés, no sé por qué la verdad, no parece ser por amor, por cariño siquiera. De pronto hay un tipo de cariño, amistad, de hermandad, aunque nuestra relación evidentemente ha pasado mucho más allá de eso, pero parece haberse transformado a otra cosa, a algo completamente diferente.

Lo peor de todo es que yo me creí el cuento, le metí la energía, le metí el amor, el compromiso, todo lo que siempre hago, mi error, y al final quedo como en muchos casos, enamorado pero sin nada más, con las manos vacías. No es culpa de nadie, solamente mía evidentemente, la otra persona es como es y quizás me lo hizo saber de muchas maneras y no puse atención a las señales, o me hice el de la vista gorda, consciente o subconscientemente, pero igual no le puse la suficiente atención.

Ahora me encuentro en una encrucijada, más allá de las cosas que estoy sintiendo o pensando, está la situación de la distancia, de la incertidumbre, del tiempo de espera, que hace que las cosas sean todavía más complejas. Eso no ayuda, no se puede ver a la persona a la cara, no se puede hablar, no se puede hacer absolutamente nada para poder solucionar las cosas, para ver si todo es simplemente un problema de comunicación, de la distancia, de las circunstancias, que se pueda arreglar, pero no estoy tan seguro de que eso quizás solucione las cosas. No sé si son formas de pensar, cambios radicales, de ella, cosas que simplemente son y toca dejarlas ser, pero nunca había estado en esta situación, nunca había tenido dudas de que la otra persona sintiera algo por mí, siempre había alguna demostración de afecto, algo que me hiciera saber que era querido, amado, cada una con su manera de hacerlo, pero lo había, en este caso, no encuentro nada, no veo nada, algunos destellos muy esquivos de vez en cuando, pero nada realmente, no veo nada, todo lo que veo son destellos de amistad, de algo de cariño, pero no de pasión, de interés real, no material ni físico, sino profundo.

Estoy en una encrucijada y no sé qué hacer, el tiempo es lo que más me inquieta, es una espera larga, dura, ya se está volviendo incomprensible, pero no se puede hacer anda. Aún tengo la esperanza de que sea simplemente que ella sea así, fría y distante, pero que no signifique sino que su personalidad es así y que igual sus sentimientos son fuertes, puros y sinceros. Aún queda esperanza, es lo último que se pierde....

6/7/23

Diferencias

 Después de más de un año de pasar por aquí, nunca pensé que fuera a regresar. La verdad solo estoy aquí porque me encuentro desconcertado, sorprendido, quizás algo decepcionado, de mi mismo, con un poco de miedo de lo que todo esto que estoy pensando pueda significar. 

Dicen que la distancia puede acabar una relación, en algún momento pensé que era cierto, quizás a una temprana edad solo pensaba que lo importante era estar al lado de la pareja todo el tiempo. Con el tiempo me he dado cuenta que esto no es así, que si se puede llevar una relación a distancia, que eventualmente esto la acabe, si, también, ahora, soy consciente de esto. Pero es posible llevar una relación "sana" a distancia, honesta, madura, por lo menos de mi parte, en su gran mayoría ha sido así, es claro que jamás sabré lo que pasa en la otra orilla, porque el saberlo puede terminar las cosas.

Yo que pensaba que todo seguía dentro de lo normal, dentro de los parámetros usuales de una evolución, tanto personal, como de pareja, pero hoy me di cuenta que quizás esa evolución personal no ha sido por el lado que yo pensaba, esperaba, y creía. Es verdad que la gente cambia, es muy difícil juzgarlo uno mismo ya que no se puede ser objetivo, no se puede uno ver realmente con ciertos ojos y decir que tanto ha cambiad. Es cierto que puedo admitir que lo he hecho, para bien en muchas cosas, y que en los últimos diez años, al menos he visto cambios en algunas cosas. No puedo decir con certeza qué tanto he cambiado y si eso ha sido algo significativo para que gente que me conozca vea realmente una evolución, o un cambio. 

En el fondo era consciente de que mi pareja podría cambiar, han pasado algunos años, no tantos pienso yo como para ver cambios muy grandes, pero algunos que evidentemente hacen que una persona cambie. El estar alejados hace obviamente que estos cambios no se noten tanto, o no se discutan tanto, ya que no podemos vivir el día a día y así mismo nuestras conversaciones, aunque muchas veces profundas, no habían tratado temas acerca de cómo pensábamos en ciertos temas, sobretodo cosas que ya habíamos discutido, que pensaba yo eran fundamentales y no iban a cambiar. 

Pero hoy me he dado cuenta de que si han cambiado, bastante, no es solamente una opinión la que cambia, sino toda la perspectiva que existía detrás de ello. Yo he cambiado de opinión acerca de muchas cosas, varias veces, pero desde una perspectiva más de observador, no tanto de participante, pero hoy me di cuenta que mi pareja si ha cambiado su punto de vista totalmente, y el involucrarse de lleno en esas cosas no está del todo descartado. 

Más allá de que la gente puede cambiar, lo cual entiendo y acepto, y que hay cosas en las que de todas maneras puede que nunca se esté de acuerdo con alguien en todo, en este caso creo que viene de circunstancias y diferencias sociales muy profundas que no se pueden reparar. Yo jamás he sido clasista, aunque si considero que ciertas cosas deben ser parte de una sociedad formal y que ciertos niveles de comportamiento o conocimiento llevan a una mejor convivencia y por ende a un mejor mundo, nunca he pensado ser mejor o peor que nadie por haber tenido una vida medianamente privilegiada. Pero mi madre alguna vez me dijo que estar con alguien que no es del mismo nivel económico de uno puede traer problemas, y en esto estamos hablando de otro montón de cosas en el fondo culturales, de tiempo, de espacio, de familia que también influyen en la manera como una persona crece y ve el mundo. 

Es algo realmente complejo en cuanto a la cantidad de cosas que afectan a diferentes personas en diferentes culturas que pueden llegar a las mismas diferencias, quizás más o menos marcadas, pero al final cismas que crean división. Debo decir, admitir con profundo dolor, que en este caso veo más que nunca esa diferencia de status social entre mi pareja y yo, no se trata de juzgar las razones de ella, ni decir que yo tengo la razón y ella no, no se trata de eso, porque no se puede juzgar la vida o circunstancias de una persona simplemente por no estar de acuerdo con su manera de pensar. Pero si noté claramente que la percepción de la vida, las metas y logros son muy diferentes en este momento, o al menos la percepción que yo tenía de lo que ella pensaba no es lo mismo que yo creo y pienso.

Ahora, sin entrar en detalles que no vienen al caso, lo que esto me trae no es una cuestión de clasismo, ni de señalamientos, me trae es una cuestión de pensar bien si estoy en el lugar que debo estar, si realmente ahora estar con esta persona me va a aportar, o al menos apoyar y seguir mi camino. Tengo muchos cuestionamientos, hay muchas cosas que no logro entender a qué pueda llevar, está claro que del dicho al hecho hay mucho trecho, y que uno puede pensar y opinar muchas cosas, pero eso no significa que vaya a aplicarlas a su vida. Sin embargo en este caso, si me preocupa que esa delgada línea está a punto de cruzarse, y de nuevo no se trata de juzgar la contraparte por hacerlo, pero si debo pensar en qué haré yo si eso llega a suceder, ¿continuaría con ésta relación?, ¿seré capaz de ser muy moderno y mente abierta y apoyar esa decisión?. Como digo no se trata de juzgar a nadie, no puedo negar que mis circunstancias son muy diferentes a las de ella y por ende no tengo la necesidad de hacer o tomar decisiones que van en contra de lo que considero no es algo útil, sino algo vano, superficial y facilista.

Mi duda no va en torno al cambio de opiniones o pensamientos, sino a lo que yo voy a hacer al respecto si esto se llega a tomar otro rumbo. Me siento algo obnubilado y estupefacto de verme en esta posición, no pensé que fuera una posibilidad, y me encuentro realmente en una encrucijada, porque realmente no sé hasta qué punto ella está pensando seriamente en tomar ese camino. Otra cosa que me queda clara es que nadie vela por nadie, estoy solo, dependo de mi, a nadie le importa mi bienestar solamente a mi, y no esperaba esa posición tan egoísta de su parte, pero tampoco puedo culparla, la culpa al final es mía por no ser aún más egoísta, por volver a ser lo que fui, que no quería, y olvidarme de mi, de pensar realmente solo en mi. No puedo decir que pensar en los demás y ser un poco más altruista se siente bien, pero creo que definitivamente no paga serlo, y con una persona que pensé que lo iba a valorar, me he dado otro golpe duro, y creo que debo comenzar a cambiar de nuevo. De nuevo, no es culpa de ella, es mía por creer que había encontrado alguien a la par, y no, no crean que me han engañado, simplemente idealicé lo que podía ser esa persona, y eso recae sobre mi.

Las diferencias se comienzan a ver, en cuanto a perspectiva, forma de ver la vida, de las cosas que tenemos, que queremos, como vemos muchas cosas. Diferencias siempre hay, y se superan, se manejan, se sigue adelante, pero me asusta pensar que quizás mi madre tenía razón y hay ciertas diferencias que por más que uno quiera obviar se notan tarde o temprano, no es la primera vez que me sucede, aunque de diferente manera, pero quizás no he aprendido, y me asusta que esto sea un punto de quiebre para terminar todo, y el terminar al final es lo de menos, estoy preparado, lo que me asusta es el después, lo que viene, porque no me siento con ánimos para continuar, ya me he dado por vencido, y no sé eso que pueda traer para mi si llega a suceder.

3/10/22

Señales

 No recordaba cuando fue la última vez que estuve aquí. Pensé que había sido un poco más de tiempo, pero me encuentro aquí de nuevo dentro de un rango de nueve meses, no que esto tenga un significado particular, pero tampoco esperaba tener la necesidad de pasar por aquí tan pronto, o nunca.

Han pasado muchas cosas en nueve meses, más que todo positivas, pero el motivo de estar aquí es por los últimos acontecimientos que se han desarrollado en mi vida personal. Porque quizás me he encontrado con una situación que no esperaba, que no quería quizás afrontar o que quise esconder, por el miedo, siempre el miedo, a volver a perder algo que para mi significa mucho.

Es claro que las cosas dentro de mí han cambiado, por fuerza mayor quizás más que por convicción, las circunstancias me han llevado a simplemente sobrellevar todos estos meses a merced de algo que no puedo controlar, no me agrada, no me siento cómodo, me asusta muchas veces, pero he aprendido a vivir con todos esos sentimientos y solo esperar que pase el tiempo, irónicamente entre más pase es peor, pero al mismo tiempo es cuestión de tiempo para que todo se resuelva, entonces es un arma de doble filo querer que pase, y querer que no pase para no tener un resultado fatal para mi.

No voy a hablar de lo que no puedo controlar, porque es claro que no puedo hacer nada al respecto, pero creo que quizás dejé pasar muchas señales en frente de mi que hasta ahora se hacen evidentes. Cómo esto es una relación, o sea dos personas involucradas, es claro que cada uno lo ve a su manera, no se trata de culpar a la otra persona, si hay alguien que tiene la culpa soy yo, puedo decir en mi defensa que los mensajes no fueron muy claros, o que asumí ciertos comportamientos y compromisos, como un cambio de pensamiento, que borraba evidentemente la premisa original, pero quizás estoy equivocado.

He tratado todo este tiempo de ponerme en los zapatos de la otra persona, es claro que esto es un intento inútil, ya que jamás se va a lograr sentir al cien por ciento lo que la otra persona vive. Sin embargo, he hecho el esfuerzo de entender las circunstancias y la situación, y lo hago, no con la misma intensidad, ni la misma angustia quizás, pero entiendo las decisiones y las circunstancias y todo lo que eso conlleva. Sin embargo más allá de comprender todo esto he recibido duramente, digamos que malas noticias, cosas que no esperaba escuchar de la otra persona, cosas que no me imaginé realmente fueran tan significativas. No puedo estar totalmente seguro de que lo dicho haya sido totalmente sincero, o simplemente en un momento de rabia, de ira, de desesperanza, de cansancio, mental y emocional, y otro montón de cosas, que han sido lo habitual estos meses, y con razón.

Más allá de no estar seguro, ni querer saberlo a ciencia cierta, he decidido asumir que es verdad en todo sentido, que la gente a veces en sus momentos de rabia, dolor y todo lo convulsionado que puede ser un sentimiento de impotencia y de no querer luchar más, dice la verdad, y puede que me equivoque, pero prefiero asumir que no, porque quizás eso sea un llamado de atención para mi, de ver las cosas de otra manera, quizás como son en realidad, y salirme de la fantasía o de lo que yo pensaba que era esta historia de amor.

Todo lo dicho vuelve a cosas del pasado, conversaciones casuales, cosas que ya sabía, en cuanto a acontecimientos y a historia personal, otras cosas fueron sorpresivas y demasiado hirientes para mi. Digamos que no siento dolor, no sé por qué, es como si en el fondo ya lo supiera, como si ya estuviera preparado, igual no quiero saber por qué no siento tanto dolor, como debería realmente, muchas de las cosas dichas son bastante confrontantes como para dejarlas pasar. Quizás no quiero sentir dolor para precisamente no confrontarlas, porque no quiero darme cuenta de la realidad, estoy evadiendo, o porque tengo una esperanza de que todo simplemente fue cosa del momento y pues ya pasó.

No quiero rumiar en ese punto mucho, prefiero dejar que todo siga así y deambular entre la certitud y la incertidumbre de saber si tengo o no razón. Pero lo que si debo analizar es si todo esto es potencialmente cierto lo que significa, porque muchas cosas desde un principio han estado ahí, y seguro lo sabía, lo ignoré o no pensé que ya fuera relevante, pero ahí estaba. Y esto me preocupa, no por las consecuencias, lo que significa realmente, o lo que ya ha hecho en mi para cambiar mi perspectiva de las cosas, sino por lo que pudo significar desde un comienzo si hubiera prestado más atención.

Muchas de esas cosas, aunque nada extraordinario, si me dan a ver que había muchas señales, red flags que llaman, que quizás por estar obnubilado por la posibilidad de algo maravilloso no le puse la suficiente atención y ya es demasiado tarde. No puedo llorar ya sobre la leche derramada, pero si me preocupa que estoy cayendo de nuevo en esos ciclos autodestructivos en donde mis inseguridades, miedos y demás vuelven a perseguirme. Esto me preocupa porque significa que no he aprendido nada, que no he hecho más que prolongar la agonía, que no he pensado bien las cosas, que de nuevo por mi culpa simplemente he sido un instrumento de paso y que nadie definitivamente quiere lo que yo quiero.

Me asusta, me duele, me estremece, porque en el fondo esto no hace sino que me vuelva o siga siendo débil, sigue siendo una lección sin aprender, sigue siendo lo que me ha perseguido toda la vida que me ha atormentado de sobremanera, todo esto se resume en unas señales que quizás no quise ver, que me dijeron, me mostraron claramente y me hice el ciego. Si tomo todo lo dicho de manera real, soy un completo idiota, y eso lo asumo yo y es mi responsabilidad, nadie más la tiene y eso es lo que más me duele. Hace mucho tiempo decidí que no me iba a volver a enamorar ni a caer en las redes del sentimentalismo,  y no crean he logrado mucho, he crecido y he aprendido demasiado, no me reconozco comparado con lo que era antes. Sin embargo no ha sido del todo exitoso, y en el fondo quizás quería albergar la esperanza de que con la persona indicada iba a bajar la guardia, y por eso no del todo me he vuelto un ser totalmente frío. Aquí es dónde quizás esa pequeña parte de mi me jugó la mala pasada y comencé a caer de nuevo en esa rutina, no igual que antes, menos mal, pero se encendió la llama y no quise apagarla ni apaciguarla sino la deje libre a ver que sucedía, y ahí creo que cometí el error más grande. Nunca debí confiar en esa llama, ni en lo que mi hizo, o hace sentir, y es mi culpa que haya crecido lo suficiente como para igual causar un daño.

Me encuentro en una encrucijada, he invertido mucho tiempo, paciencia, sentimientos, dinero y demás en esto como para decir que no importa, siento que con lo dicho no debería seguir, que no tiene sentido, que al final esto tiene una fecha en la cual va a caducar, y no puedo hacer nada para detenerlo. No sé si esperar, no sé si simplemente dejarlo pasar, ignorarlo, tomar una decisión cortante y asumir las pérdidas, materiales y emocionales, y volver a dónde estaba hace un poco más de dos años, y tratar de comenzar de nuevo. Eso me paraliza, volver a comenzar y sentir que perdí todo este tiempo luchando algo solo, que siempre lo estuve y que por ciego no quise darme cuenta hasta cuando ya fue demasiado tarde.

Me da pánico por todo lo que implica, mi edad, mi forma de ser, mi estilo de vida, todo lo que eso conlleva, me da pánico pensar que a pesar de que estoy tranquilo y que he aprendido mucho en toda mi vida, este sería el golpe más certero que haya recibido, y en este caso aunque no voy a excusar a la otra persona por sus actitudes y su forma de hacer las cosas, es casi todo responsabilidad mía.

Estoy en un estado de tranquilidad, de resignación, tristeza, impotencia, ansiedad, sorpresa y otro montón de emociones que realmente no sé cómo manejar. Sigo el día a día pretendiendo que no ha pasado nada, deseando desde lo más profundo de mi que todo esto se solucione de una buena vez para no tener que comenzar realmente a sentir la presión del tiempo. No sé si es la mejor opción, tampoco he pensado en qué puedo hacer más, la verdad estoy en estado de shock, de cierta manera, y creo que realmente no sé qué hacer y simplemente hago como si nada pasara o simplemente tengo demasiado miedo para afrontar las cosas. Creo que nunca había estado tan sorprendido por algo, o al menos no pensé que esas verdades fueran tan certeras y reales, si es que lo son, y no sé que hacer porque no había estado en ésta situación antes, no sé como debería reaccionar, cómo reaccionaría alguien en mis circunstancias, estoy totalmente perdido y luchando contra algo más fuerte que yo, simplemente por el hecho de que hay cosas externas que no puedo controlar y lo que más tristeza me da es que todo depende de eso, solamente de un proceso que es un poco incierto en cuanto a duración y demás, algo que no sabemos bien como funciona, algo que nadie entiende y que desafortunadamente en muchos casos ha tenido consecuencias devastadoras para los involucrados. 

Me aferro como siempre a la esperanza, a creer que todo va a estar bien, que todo se resolverá pronto, que esto no es más que un impase normal de las circunstancias, y que al final esto solo quedará en el recuerdo, como una anécdota para recordarme igual que debo tener cuidado y debo definitivamente no preocuparme por nadie más que por mi mismo, porque nadie merece que invierta todo de mi, sino están dispuestos a hacer lo mismo.

15/1/22

Luchar

 Hace mucho tiempo que no pasaba por aquí, quizás porque a pesar de que han pasado muchas cosas no tuve la necesidad de hacerlo, ya sea bien porque encontré otras salidas, porque pude solventar el duelo de muchas cosas de otra manera, y porque hasta ahora, seguramente, todo estaba en calma.

Desafortunadamente la dicha no es completa, como dicen, y a pesar de los altibajos de los últimos dos años había encontrado una tranquilidad y una paz en una persona que jamás pensé que fuera a encontrar. Como muchos en el mundo moderno, y en tiempos de pandemia, en un estado de aburrimiento, más que soledad, me decidí buscar pareja en el mundo virtual. No era la primera vez que lo intentaba y no era algo tremendamente novedoso para mi, sin embargo ésta vez era, o es, diferente. 

Es diferente no solamente por las circunstancias mundiales, en medio del encierro, la incertidumbre y los medios y su labor de infundir miedo, sino por mi propia experiencia, por el momento que estaba pasando en mi vida, una separación, que aunque fue amigable, tranquila en medio de todo, no deja de ser un momento doloroso, algo inesperado, y sobre todo que no llegó en el mejor momento. 

Puedo decir que si tenía toda la intención de poder realmente encontrar a alguien, en mis intentos anteriors había tenido suerte, encontré gente que valía la pena, con algunas en cierto caso tuve algún tipo de relación, así no fuera sino carnal, y en otros casos algo más duradera. Sin embargo los años no vienen solos, y no me refiero a la vejez física, porque realmente ni me veo ni me siento de mi edad, y no solo lo digo yo sino la gente que me conoce, pero esa es otra historia. Pero los años pasan, y a medida que pasa el tiempo es cada vez más difícil vivir la vida como si uno tuviera veinte años menos, simplemente porque el proceso normal del ser humano, así no sea igual para todo el mundo, nos lleva a ciertos modos de actuar, pensar, de responder al mundo externo y de querer ciertas cosas de una manera muy diferente a cómo lo hacíamos cuando teníamos viente años o inclusive treinta. 

En mi caso, debido a mi historial en cuanto a las relaciones con el sexo opuesto se refiere, ese tiempo hace aún más presión, ya que cómo dicen, no me estoy haciendo más joven y se convierte en una odisea cada vez poder encontrar alguien con quien compartir la vida. A eso hay que sumarle que recientemente había terminado una relación de muchos años, lo cual hace que uno pierda práctica, que uno se enfrasque en un mundo de pareja y de la vida cotidiana que hace que se le olvide a uno a veces que existe el mundo más allá de las narices. Peor aún, se olvida uno de que ese mundo es muy diferente al que uno dejó hace unos años por meterse en esa burbuja de estabilidad, y cuando uno vuelve al ruedo todo ha cambiado de cierta manera.

A pesar de todo eso, que en ese momento no era algo que me preocupara tanto ni que estuviera rondando mi cabeza, decidí que esta vez si quería realmente conocer a alguien que de verdad me complementara y que haría lo que fuera necesario, no sólo para las circunstancias de la época, sino por mi mismo, para que las cosas, si encontraba a dicha persona, fueran posibles sin importar lo que hubiera que hacer.

Para no entrar mucho en detalles es claro que el mundo de conocer gente virtualmente está lleno de todo, y no me dejó de sorprender que encontré bastante gente tratando simplemente de sacar dinero y estafarme. Supongo que eso es algo que siempre ha existido, pero a medida que se ha vuelto más común conocer personas de esa manera, supongo que también se ha vuelto un nicho más fuerte para dichas cosas. Es así como después de unas semanas, para mi sorpresa no muchas, una mujer me contactó, o digamos que al menos vio mi perfil, y se interesó en mí. De entrada pensé que era otro de esos perfiles falsos tratando de sacar provecho, ya que no había mucha información acerca de dicha persona, una foto y los datos esenciales, que por defecto hay que poner, lo cual daba señales de que era un perfil falso, como otros que me había encontrado con similares características antes.

Después de intentar contactar a dicha persona, sin pago y sin éxito obviamente, pero pensando que quizás si era una persona real, decidí pagar la suscripción para que pudiéramos realmente hablar. Debo decir en este momento que lo hice porque a pesar de que no encontré información concisa de dicha persona en el perfil, me pareció una de las mujeres más hermosas que había visto en mi vida, y pueden llamarme vano o superficial, pero no puedo negar que a pesar de que la poca información que había coincidía con la mía también, su belleza también me cautivó y además el hecho de que ella quisiera contactarme primero también contribuyó en la decisión.

El click fue casi que instantáneo, lo digo simplemente porque la conversación fluía, hablábamos sin problema, era algo casual como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo, con mucha calma, sin forzar nada. Pasamos de dicha página a hablar más personalmente, por medio telefónico y bueno para no tener que alargar mucho la historia, el click continuó  y sin querer queriendo en un par de semanas estábamos hablando a diario, contándonos la vida, confiando en cosas muy personales y conociéndonos, como dos personas que quieren que alguien sepa todo sin tapujos, sin mentiras. 

Como ella misma lo dijo en algún momento, lo que nos unió y nos ató es que no quisimos realmente hacerlo intencionalmente sino que nos acercamos sin querer, un poco aquí un poco allá y terminamos enrolados sin realmente quizás pensarlo. Pasaron no sé quizás dos o tres meses y bueno de alguna manera decidimos hacerlo oficial, debo decir en este momento que es persona no está en el país en dónde estoy, lo cual como digo hace que la historia se complique, por el ahora, no por el antes. Decidimos comenzar una relación, siendo muy optimista, yo, de que nada de esto de la pandemia se iba a alargar más de la cuenta, y que eventualmente los planes que teníamos iban a darse con tiempo pero fácilmente. 

Todo iba bien, hasta que el tiempo hace de las suyas y las normas, en donde estoy, no han permitido que ella venga, como es el plan. Y eso ha hecho que las cosas se hayan vuelto tensas, no quiero entrar en detalles, es mucho más difícil para ella porque está en una situación de inestabilidad laboral, y seguramente emocional, que ha sido difícil de sobrellevar debido a la espera, que pensamos iba a ser mucho más corta. La entiendo, de verdad que sí, sé que debe sentirse de lo peor y que cada día que pasa es aunque más cerca de todas maneras es una angustia y eso ha hecho que nos alejemos. 

Esa es la historia a grandes rasgos, las cosas no se han dado y han ido afectando las cosas al punto en que no sé que pueda pasar si las cosas no salen, si todo tiene una fecha de vencimiento esperando un permiso, un papel, o hay algo más que es más fuerte y que seguirá luchando a pesar de todo. Todo esto va a que realmente nunca había encontrado una persona tan similar a mí, eso de que los opuestos se atraen es filosofía barata, somos muy similares en formas de ver la vida, de pensar, de lo que queremos, de cómo vemos una relación. Somos de mundos diferentes, pero aún así compaginamos en casi todo lo que nunca pensé que iba a encontrar en alguien, jamás pensé, aunque era lo que quería, que realmente fuera a encontrar a alguien de esa manera, por la red, y que ese alguien me aceptara y quisiera tener una relación conmigo, a distancia, y que fuera capaz de dejar su vida para estar conmigo. 

Y es aquí donde viene la parte que es dolorosa. Ella es la persona que siempre he estado buscando, desde que tengo uso de razón y en búsqueda de ese amor de telenovela donde todo pasa por casualidad y donde uno encuentra a esa persona cuando menos lo espera y viven felices para siempre. Soy un romántico, aunque no lo muestro todo el tiempo, pero siempre quise esa historia de amor casual donde menos se pensaba, y ésta historia ha sido así, tal cual como quería, quizás no en cuanto a la forma, pero si en cuanto al fondo.  Es por eso que me duele mucho que ahora esté todo colgando de un hilo, de un papel, de un trámite que no tiene fecha, del cual no se sabe nada, y que más allá de eso puede que siga pasando más y más tiempo y las cosas se diluyan simplemente por una espera eterna. Me duele en el alma porque yo estoy dispuesto, pero ella no tanto por las circunstancias que rondan su vida en este momento, no la culpo y quisiera que fuera como yo y que viera las cosas como yo, pero hasta allá no coincidimos desafortunadamente. 

Éste es el amor que siempre quise, que siempre busqué, que siempre he querido, el que no quiero soltar por nada del mundo y por el que estoy dispuesto a dar la vida si es necesario. Es algo triste que teniéndolo ahí, a treinta horas de vuelo, no pueda tenerlo por las circunstancias del mundo, de la burocracia de dónde estoy y de las circunstancias que ella vive en este momento. Yo seguiré luchando, porque no tengo otra opción, no me queda nada más por lo cual luchar, no tengo además ganas ni fuerzas por luchar por algo más, es lo único que me queda y que quiero en mi vida ahora. Me atormenta y me da miedo pensar que quizás todo termine y que luego ya ni me queden ganas de luchar por seguir buscando, porque los años no vienen solos, porque lo que no tengo es ya tanto tiempo como antes, porque esos clicks no se dan dos veces, y si se dan no se dan tan seguido y no sé si en treinta años, menos o más, vuelva a aparecer, pero no creo que tenga las ganas ni las intenciones de que así sea. Quiero darlo todo ahora, quiero que todo esto pase y que por fin logremos estar juntos, no me queda más que seguir luchando a mí solo, pero vale la pena, ella lo vale.

21/7/20

Dudas

Hace un par de días escribí algo sobre el renacer del amor para mí, de cómo en estos momento la esperanza comenzaba a crecer de nuevo con respecto a encontrar de nuevo sentimientos en alguien, y especialmente encontrar la compatibilidad y el entendimiento que tanto se busca en cierto momento de la vida de una persona.
Por cosas de la vida, cosas que quizás no son más que inventos mezquinos de mi mente, y además parte de mi constante inseguridad, que me ha acompañado de nacimiento, han hecho que de cierta manera me arrepienta de haber escrito dichas palabras, y ahora todo es más un mar de dudas que cualquier otra cosa. No quiero encarar la situación de frente porque si estoy equivocado es claro que voy a salir perdiendo, es claro que esas inseguridades y esas dudas si no son verdaderas van a generar un problema el cual si puede terminar con dicha utopía en un abrir y cerrar de ojos. Eso por otro lado también me pone en una posición vulnerable porque al hacerme el de la vista gorda, corro el riesgo de cierta manera pelear con mi mente y enloquecerme un poco, por no saber realmente que está pasando, y en ese caso particular puede que pasen dos cosas. La primera es que las dudas se disipen, puede que solo sea un momento y que todo vuelva a como era antes, o puede que las dudas se incrementen, o que se confirmen de alguna manera y todo se derrumbe. 

Creo que debo estar preparado para cualquiera de las dos, debo ser consciente que la situación actual hace las cosas todavía infinitamente más difíciles, y que hay que tener demasiada paciencia, algo que no me hace falta, pero que en circunstancias como estas es débil de todas maneras. Al final el problema no recae en sí en confirmar mis dudas, en darme cuenta que tengo razón en sospechar o dudar, el problema radica, como siempre, en el dolor que esto puede causar, y sobretodo el desmoronamiento de un sueño que apenas comenzaba, que me puede volver a poner en una situación vulnerable, quizás de una depresión o una decadencia de la cual me sea difícil recuperar. Al final me recuperaré, porque no sería la primera vez que algo de esto sucede, el asunto se complica más por la falta de tiempo, la carencia de eso que simplemente pasa y pasa y que no podemos controlar, ya no tengo el tiempo suficiente, el necesario si, pero no el suficiente para esperar un largo período de tiempo hasta que otra vez aparezca la que es, no me puedo dar ese lujo ya tan fácilmente.

La conjunción de esas dos cosas son las que al final hacen el proceso un poco más tedioso, y hacen que de cierta manera el esperar se vuelva un juego peligroso, para mi salud mental sobre todo y emocional. Ahora es claro que ya no soy un adolescente, aunque muchas veces todavía lo parezco, y debo y tengo que ser capaz de controlar dichas emociones, por negativas que sean, y simplemente hacer de tripas corazón y seguir adelante, como igual tendría que hacer de todas maneras ya que todo esto se sale de mis manos siempre. El proceso es el cual no quiero vivir, esa incertidumbre, ese constante dudar, ese pinchazo en mi mente que no me deja tranquilo, todo eso es con lo que no quiero lidiar, porque de todas maneras independientemente del resultado el proceso es el que duele. Al final saber una respuesta positiva o negativa simplemente hace que sigamos adelante, resignarnos, porque ya no queda de otra, y todo eso malo que vivimos en el proceso desaparece, si es positivo es como si nunca hubiera existido, si es negativo se acaba la tortura, queda el sinsabor, pero al estar ya un poco preparado para ese escenario se pasa automáticamente a la etapa del darse golpes de pecho y reprocharse, pero el dolor se reduce en cantidades considerables, por lo tanto se sigue adelante, a pesar de todo.

Es claro que todo esto es nuevo para mi, por miles de razones, una de ellas es que jamás había entablado una relación con alguien tan rápido, y mucho menos sin habernos visto, lo cual lo hace aún más increíble, más interesante y quizás podría considerarse más pura, pero no deja de ser algo extremadamente extraño, y esas cosas extrañas, positivas, a mí no me suceden mucho, por no decir que nunca. La otra razón es la facilidad con la que las cosas se han dado, la sencillez, y el entendimiento en cosas elementales, pero sustanciales para los dos, que simplemente han compaginado de manera extraordinaria. El sentimiento, aunque no es el más fuerte del mundo, se puede sentir, de mi parte, más allá de un querer por la persona como tal, porque es claro que no nos entendemos ni nos vamos a entender en todo, es el sentimiento por lo que encierra la personalidad y lo que representa esa persona. Las similitudes son demasiadas para pasarlas por alto, en el sentido estricto de la palabra, es muy difícil encontrar comunión con alguien en cosas tan puntuales que son fundamentales para crear algo sólido a largo plazo. Esas cosas me asustan porque aunque posibles, lo he visto en muchas otras personas a través de los años, jamás pensé que me pasaran a mí, simplemente por el tipo de persona que soy, no porque no lo merezca o porque dudara de su existencia, sino simplemente por mi y mi forma de ser y ver el mundo, además de la resignación que cargo conmigo de que esas cosas no iban a suceder.

Es por eso que todo esto me llena de dudas, porque si ya tuviera experiencia con algo similar y hubiera tenido buenos o malos resultados, podría evaluar la situación y más o menos saber lo que me espera, con conocimiento de causa. Desafortunadamente mis casos más cercanos han sido más de una naturaleza sexual, de pronto con algo de sentimiento, pero más que todo el deseo físico de estar con alguien, lo cual en algunos casos se dio, en otros no, pero siempre tenía claro que era muy posible que no pasara más allá de eso, por lo tanto la forma de evaluarlo era completamente diferente. En este caso ya hay un sentimiento, una intención, una meta de por medio, un compromiso de cierta manera que va mucho más allá de algo tan explícito como un encuentro sexual, que después puede tener consecuencias o no. Aquí no existe ese previo, aquí es un compromiso de todo o nada hacia el futuro, es una metida de cabeza total para lograr otro objetivo mucho más profundo, por eso no puedo evaluar la situación, se puede asemejar, se puede comparar, pero no es exactamente lo mismo. 

Es por ello que estoy en un laberinto, en una cueva en donde voy en la oscuridad a tientas dando pasos en falso, muy lentamente, tratando de asegurarme que voy por el camino que debe ser, y que a pesar de ir a ciegas al menos hay algo, o la persona que está en frente mío, que me genera la confianza suficiente para saber que voy a salir al otro lado. Es un juego peligroso, hay muchas cosas en juego, muchos sacrificios, muchas emociones que van a subir y bajar, ir y venir, nacer y desaparecer. Es peligroso para mí, como para la otra persona, es un arma de doble filo, porque no quiero esconder mis emociones, no quiero darle rienda suelta a mi mente para que dañe todo, pero al mismo tiempo no quiero expresarlas totalmente porque al estar equivocado puede generar inclusive algo real e irrecuperable.

Las dudas hacen parte de la psique humana, sea porque así somos genéticamente o porque estamos condicionados por la sociedad que nos rodea, no importa realmente lo que queramos creer, puede ser un poco de las dos, o puede ser ninguna, pero dentro de nosotros siempre está la duda, por cualquier cosa en nuestras vidas, quizás creo yo de esas que nos sentimos totalmente inseguros, así no queramos reconocerlo. Mi vida ha estado llena de muchas dudas, especialmente en esas áreas del corazón, realmente no sé por qué, no recuerdo haber tenido realmente ninguna experiencia traumática, o algo que me haya hecho de dudar de mi tanto como yo mismo. No recuerdo nada que realmente me haya generado todo esto, más que mi propia ineptitud social, y de ahí yo mismo generé una inseguridad por comparaciones y cosas sociales, que aunque reales en su momento, las agiganté yo mismo, sin realmente tener ninguna base real para hacerlo. A pesar de los años y de que ahora eso es comparativamente mínimo a cómo fue en su momento, sigue siendo una sombra que está merodeando en ciertos momentos, y ahora que estoy de nuevo ahí afuera, después de tantos años, la sombra vuelve a aparecer. Es claro que yo no soy muy hábil para estas cosas, no que me sienta realmente mal por ello, quizás en desventaja, mi potencial es mucho más de lo que yo realmente pude llegar a asimilar durante mi vida, pero eso nunca me ha detenido, y ahora no es tan relevante en sí, pero de todas maneras para las cosas que quiero ahora en mi vida es importante no tener esas dudas y de pronto de una vez por todas ser capaz de eliminarlas del todo, así en éste caso en particular tenga razón o no, para seguir adelante es necesario de todas maneras deshacerse de esa carga de toda la vida, y así siga dando pasos en la oscuridad, confiar en que pase lo que pase la salida está del otro lado, y que aunque lentamente, allí llegaré y alcanzaré la luz que he estado esperando alcanzar.

Utopía

-¿Sabes lo que se siente cuando has casi vivido la mitad de tu vida y tienes todo resuelto y puff, de repente aparece la mujer de tus sueños, esa que siempre fue esquiva, que era inexistente, esa que pensaste que no existía y que hacia parte de una utopía. Y así no más todo eso que era tu vida se va desmoronando lentamente, porque es ahí, justo en ese momento en que sabes que es real, la puedes tocar, la puedes ver a los ojos y comprobar que no estás loco ni muerto tu vida cambia para siempre, y ese momento que pensaste jamás llegaría, llegó?. ¿Sabes a lo que me refiero?. Dijo Andrés a su compañero anónimo, ese que escuchaba sin inmutarse, que no entendía y que solo sostenía una copa, de muchas ya, que había bebido y con tan solo un gesto le dio a entender que no, que no sabía a lo que se refería ni podía entender de qué estaba hablando.

-¿No lo sabes?, pues hombre, déjame que te cuento un poco de mi historia, trágica y al mismo tiempo una comedia, porque así ha sido mi vida, la historia de cómo cuando te habías conformado con todo aquello que podías obtener y cuando ya tenías todo resuelto de repente deja de ser todo eso que tenías y pensabas para convertirse en la búsqueda de esa utopía.

Andrés era un hombre como cualquier otro a primera vista, sencillo, con una vida estable, un trabajo decente y suficientes amigos para hacer la vida llevadera sin mayores pretensiones. Era una persona que gracias a la vida había podido conocer rincones del mundo que nunca se imaginó, que aprovechó ese don aventurero y decidió recorrer el mundo cuanto pudo, hasta que la vida le tomó ventaja y tuvo que comenzar a decidirse por un camino a recorrer. Aunque no era muy sociable nunca fallaba en una conversación, era lo suficientemente atractivo, sin serlo demasiado, pero poseía otros dones los cuales casi siempre eran efectivos con el sexo opuesto, aunque eso a él, a pesar de ser consciente de ello, nunca le importó y pocas veces lo usó como un arma para poder conseguir lo que quería. Aparentemente Andrés era una persona normal, con trabajo, amigos y una vida cotidiana como la de cualquier otro, pero en el fondo no era así, era tímido, introvertido, le costaba mucho relacionarse a menos que tuviera la suficiente confianza para hacerlo, nunca era el centro de atención, prefería los libros y el arte de la soledad antes que la vida nocturna y tener que mezclarse con otros mortales, la búsqueda interna era lo que siempre lo había movido y había pasado por diferentes caminos intentando aquí y allá saber que era lo que quería y como hacerlo, sobre todo para los demás. De pequeño fue algo rechazado por su poca habilidad social, por mudarse tanto con su madre tampoco pudo nunca establecer amistades de por vida, por eso la soledad era su compañera y muchas personas se volvieron solo pasajeras, hasta que en algún momento todas se convirtieron en una página más de un libro que sería olvidado al final, así como él había sido olvidado por muchos en algún momento.

Si, aparentemente Andrés tenía una vida normal y plena, y en el fondo si era así, no se quejaba nunca de cosas que pudieran o no hacerle falta, siempre pensaba que tenía más que suficiente y que otros tenían poco y que el mundo debería cambiar para favorecer a todos por igual sin importar el costo. Su vida era normal hacia fuera, pero adentro siempre era diferente, siempre pensaba diferente y para no desencajar a veces se quedaba callado y se guardaba sus pensamientos, evitar los conflictos era primordial y era así como después de sus veinte años había pasado su vida, andando de un lado a otro en busca de la perfección de la imperfección que lo hacía tan humano como todos pero mucho más consciente a pesar de que no podía comprobarlo, pero en el fondo sabía que alguien tenía que haber allí afuera que se pareciera a él, que por lo menos lograra comprender algunas cosas de la vida de la misma manera y poder compartir esos espacios en dónde no se necesita nada más que la compañía de esa otra persona sin importar el mundo externo, sin prejuicios, sin esperar nada.

La vida continuaba como siempre y ya se hacía rutinaria, el confort que tantos anhelan pero que para él no era más que una falsa comodidad, porque siempre se podía hacer algo por los demás y porque seguía en la búsqueda de aquellos seres utópicos. Ya había intentado encontrar a personas semejantes, por momentos pensó que no estaba solo en el mundo, ni que era loco, ni estaba condenado a delirar por aquello que el creía tan obvio que no entendía por qué los demás no lo veían así. Encontró algunos un poco similares pero se esfumaron por cosas del viento, de la vida, del instante preciso, o se convirtieron en amigos entrañables sin esperarlo. Con eso podía satisfacer por momentos esa angustia que lo invadía, pero siempre en el fondo sentía que debía haber algo más, hasta que un día por cosas de la vida, del universo o por una simple broma del destino, todo cambió, al haber perdido la esperanza la utopía lo encontró a él.

- No te imaginas lo que se siente, sin hacer nada y esperar nada, en la parte menos pensada, ahí estaba. Dijo.

-Hombre parece que hablas es de la mujer perfecta, respondió el tendero.

-No, no lo entiendes, mujeres perfectas he tenido muchas, pero lo que siempre sucede con ellas es que les hace falta o les sobra algo de aquí o de allá eventualmente, y te aburres, se convierten en un simple deseo, pero al final no es más que eso, ella va más allá de la mujer perfecta porque todo eso es insignificante en comparación con su esencia. No sé si me entiendas…

-Hombre, pues no, la verdad no

-Después de pasar gran parte de mi vida tratando de buscar esa esencia que creía era común, de caer en el bajo mundo buscando aquí y allá, pensando que estaba loco, que tal cosa no existía y que era una invención de mi mente perdida y distraída, después de darme por vencido pensando que estaba en el mundo equivocado y después de tratar de encajar en el mundo de todos los normales a la fuerza y de pensar que eso era todo lo que había para el resto de mi vida, aparece ella…

-Bueno pues suena genial, dónde está ella ahora, por qué no fuiste detrás de lo que siempre estuviste buscando

-No creas que no lo pensé y no lo hice, de cierta manera…pero como siempre el destino me jugó otra mala pasada, justo en el momento en que la encontré ella se iba a casar con lo que seguramente ha sido el amor de su vida, y yo, bueno…por huir de uno de esos tantos amores en vano me escapé a otro lugar a comenzar de nuevo a buscar otros horizontes y a enfocarme en otras cosas de la vida común. Es así como la perdí, quizás desde el mismo momento en que la encontré. Siempre he estado en el momento equivocado, o antes o después, pero jamás en el momento que debe ser. Luego inclusive al volverla a encontrar, una de esas tantas bromas de la tragicomedia que es la vida, estaba pasando por un momento para el cual seguramente yo no tenía cabida, y yo, bueno, había vuelto a perder la fe y simplemente dejé que nada pasara, y justo, justo en el momento en que podía haber hecho algo… nos esfumamos de nuevo, y ese día me pesará por el resto de lo que me quede de vida.

-Debe ser de verdad algo especial esta mujer de la que hablas, dijo finalmente aquel borrachín que sujetaba la misma copa sin haber bebido un sorbo.

-Supongo que lo puedes poner de esa manera, depende de lo que hayas estado buscando en tu vida…supongo que tu has encontrado al amor de tu vida, y él también y quizás todos aquí, o de pronto no y sin saberlo aún está allá afuera, llámalo mujer perfecta, la chica de tus sueños o como quieras, es igual…lo importante es lo que te inspira, lo que te mueve por dentro, lo que siempre has querido compartir y hacer con alguien y desear que no sea imposible de conseguir.

La verdad es que Andrés no sabía mucho de ella, a pesar de haberla tenido cara a cara y brevemente en momentos en que se confesaron algunas cosas, él no podía decir que conocía exactamente a aquella utopía, pero después de tantos juegos, de intentos, de creer haberla encontrado antes y haberse decepcionado y de buscar incansablemente esta vez sabía que no importaba no saber nada, sabía lo suficiente, y el pasado no importaba, ni lo que fue, ni lo que era, sino lo que podía ser, y el presente para construir un futuro. Todo lo demás era irrelevante ya que simplemente hacen parte del camino de cada quién y todos cargamos con un pasado que no se puede olvidar ni obviar pero que no tiene pie en los objetivos para el futuro y hay que dejarlo atrás.

-Ahora mi ida se ha convertido en la lucha entre perderla para siempre o aferrarme a la esperanza..

-Yo de ti quizás me iba y olvidaba todo, después de todo ya encajas perfectamente en el mundo de nosotros los demás mortales como nos dices, dijo el tendero.

-Lo pienso todo el tiempo, no creas, vivo con la constante tristeza de no tenerla cerca y con la esperanza de volverla a ver algún día, vivo en la dualidad de olvidar todo y en la alegría de saber que no estaba loco, y que no estaba delirando y que si, si existen tales personas y que por primera vez realmente pude comprobar que son de carne y hueso y no corresponsales a distancia o falsedades…Hay días que quiero olvidarlo todo y asumir que ya es demasiado tarde, es posible que lo sea, pero me cuesta mucho, es como cuando encuentras el tesoro más preciado y no puedes dejarlo ir a pesar de que a veces sientas que es algo que te está matando por dentro.

-Bueno seguro si no haces nada, alguien más verá la misma utopía y será más hábil que tú y perdiste esta oportunidad y quizás no haya otras…con nadie más, porque de seguro puede haber más, pero si tanto te costó encontrar ésta, no creo que tengas tanta suerte la próxima vez, dijo el compañero de copas que parecía haberse repuesto de un momento a otro de sus consumo constante de cognac.

Hubo un momento de silencio, durante todo este tiempo Andrés no había tocado su trago, es más jamás había entrado a dicho sitio, simplemente sintió la necesidad de salir a caminar en una calurosa noche de verano y después de andar y andar decidió entrar al primer sitio que encontró para sentarse un poco. Jamás había visto a sus interlocutores y no tenía razón alguna por la cual debía contarles la tragicomedia de su vida, sabiendo que es de pocas palabras en ambientes desconocidos. Pero ahí estaba, sentando en la barra, con su vaso en frente, la mirada perdida, preguntándose que hacer ahora, nadie sabía nada de esto, el mismo aún no lo podía creer y la dualidad entre la alegría y el dolor era a veces insoportable.

-Es posible que tengas razón, dijo finalmente. De seguro ya estará pasando o pasará o pasó sin darme cuenta, no lo puedo saber ni lo puedo decir, es el riesgo que se corre siempre y las malas bromas que me juega el destino, no hay nada que pueda hacer para impedirlo.

Hizo una breve pausa, se llevó el vaso a la boca pero se detuvo sin haber tomado un solo sorbo, se levantó de la mesa, sacó unos billetes de su bolsillo y los dejó encima de la barra, agradeció al tendero y a su interlocutor por el tiempo, que había sido quizás más de lo que el mismo había imaginado y ya el sol se ponía en el horizonte dándole al cielo un color anaranjado precioso, de esos que nunca se repiten, que es único para cada día, como ella, su utopía. Antes de salir se detuvo en el umbral de la puerta y sin voltear dijo:

-Solo anhelo que la otra mitad que me queda de vida pueda pasarla junto a ella, así se la cuarta parte de ésta, o en mi lecho de muerte y sostenerle la mano firmemente, perderme en su sonrisa y mirarla a los ojos y que ella quizás por tan solo un breve segundo, sepa que quizás yo también, sin quererlo ni esperarlo, soy su utopía…

 

16/7/20

Amor

La búsqueda constante de todo ser humano, así muchos quieran o no aceptarlo, así muchos no sean conscientes de ello, o simplemente finjan que no es algo importante para ellos. La verdad es que todos en algún momento de nuestras vidas estamos buscando eso que llaman amor, y digo eso que llaman amor, porque realmente nadie sabe cómo funciona, todos lo interpretamos de diferente manera y todos lo queremos, pero para cada quién significa algo diferente que quiere encontrar en otra persona.

Sin embargo nos pasamos las etapas de la vida en búsqueda de eso, porque de cierta manera el ser humano ha sido creado para no estar solo, sea por conveniencia social, por cosas de la psique, o simplemente porque es así, y no lo cuestionamos. El amor es tan importante para todos como el respirar, como dije anteriormente igual puede significar algo para cada persona diferente y sus manifestaciones son tan diversas como personas existen en el universo. Es claro también que no para todos es una prioridad, pero siempre está ahí así no queramos reconocerlo.

Yo siempre he buscado el amor, no sé por qué, después de tantos años a veces me pongo a analizar qué hay en mí que haga que siempre haya querido buscar esa aceptación o ese amor. Creo que he encontrado algunas respuestas, cosas que siempre han sido parte de mi y ese ser querido por otra persona ha tenido diferentes tintes dependiendo de las etapas de mi vida. No viene al caso ser autobiográfico aquí, porque creo que aunque muchos encuentren similitudes con mi caso, es claro que para cada quién es diferente y no tengo porque exponer mis razones personales en algo que al final es muy individual. Sin embargo, y a pesar de haber encontrado algunas respuestas, la más profunda de todas o el real por qué lo he perseguido, casi que sin descanso siempre, es algo que no logro comprender, no sé si es simplemente porque yo soy yo y es así, o si hay algún motivo superior que no lograré comprender nunca que simplemente me impulsa siempre a estar en búsqueda de ello.

Ahora después de muchos cambios en mi vida, la esperanza de haber encontrado dicho amor ha renacido. Y digo dicho amor, porque es claro que a través de los diferentes momentos de la vida ese amor se transforma, a veces se quieren ciertas cosas, luego cambiamos de intereses y buscamos otras, creo que es parte de la naturaleza humana, y esas parejas que se encuentran desde muy jóvenes y duran para toda la vida son realmente excepcionales, creo que no son muchas, pero las que lo logran es porque hay una conexión realmente profunda que hace que a pesar de los cambios de la vida, las tormentas y los ires y venires de cada quién, la coordinación es tan fuerte que ambos se mantienen equilibrados todo el tiempo y por eso pueden lograr salir adelante a pesar de todo. Esos son casos envidiables, pero es claro que no todos podemos estar en ese selecto grupo, y ha algunos nos cuesta más que a otros, o simplemente tenemos cierto tipo de personalidades que hacen que fluctuemos más seguido y nuestra estabilidad se ve amenazada más seguido y por eso los cambios de pareja frecuentes. En otros casos hay cierta estabilidad pero a medida que pasa el tiempo los cambios, aunque no frecuentes, son bruscos, y cuando llegan cambian todo el paisaje, y a pesar de una estabilidad lograda por un tiempo, esos cambios son tan profundos que cambian la dirección de las cosas y todo se termina.

Sea cual sea el caso, siempre hay un constante movimiento, mi madre suele decir que en la vida nada es estático, siempre está en constante movimiento, y por ende de cierta manera las cosas pueden cambiar así de esa manera, y es normal y hace parte del flujo del universo. Otras cosas cambian más para otras personas, más frecuentemente o con la misma intensidad, mientras las relaciones prevalecen, pero todo está en cambio constante, solo que no para todos los cambios son iguales. 

Tengo que confesar que aunque todas mis relaciones, aunque pocas y muy fructíferas, nunca han tenido esa pasión y ese fuego interno que siempre he estado buscando, que pensé que no existía en algún momento, o que era inalcanzable, ahora sé que si existe, en las historias de aquellos que tienen vidas amorosas envidiables para algunos, a otros nos cuesta más, pero ahí está, en algún lugar y está esperando, si realmente queremos encontrarlo.

En estos momentos estoy en una situación compleja, porque mi instinto dice que por fin, después de tantos años de búsqueda he encontrado ese amor que será el todo, el alfa y el omega. Pero claro como todo en mi vida, las cosas no son tan sencillas y no es simplemente disfrutarlo y vivirlo y ya. No voy a negar que esta conexión se dio de una manera muy rápida y sencilla, y por eso agradezco al universo ya que eso era lo que estaba buscando y se dio. Todo fluye como sin querer queriendo, todo simplemente esta ahí, y a pesar de que es muy diferente a otras relaciones y los métodos tradicionales de conocer a alguien y de entablar una relación, se siente más real que muchas otras que he tenido. 

Es la primera vez en mi vida que estoy tan seguro de algo y que estoy dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias para que podamos reunirnos y estar juntos. No voy a dar detalles del por qué no puede suceder ahora ni los por menores de las cosas que tienen que pasar, pero la fe que tengo en esto me hace ir hacia adelante, de la mano con ella claro, para poder realizar ese sueño, que creo ambos compartimos. Es claro que esto no es simplemente un rayo de amor que inunda mi vida, hay dudas, hay incertidumbres, hay cosas en el camino que no dejan que las cosas simplemente sean, especialmente de mi lado, sin embargo, y a pesar de todo lo difícil que todo parece ser, en mi no hay ninguna duda de que finalmente esto es lo que he estado buscando, teniendo presente que nada es perfecto, que no lo seremos, que no lo es, que no lo soy, y que nunca lo será, y teniendo en cuenta que todo tendrá obstáculos, pero cuando es, es, y eso es lo que importa, porque todo lo demás hace parte de ese todo, y habrá que enfrentarlo y sobrepasarlo, pero esto es, y solamente porque es, ya todo lo demás será solucionado.

Estoy siendo muy precavido con mis emociones, no sé si por miedo, porque he madurado, o un poco de las dos, no estoy siendo un adolescente loco que se está dejando llenar de emoción y la irradia por donde quiera que vaya, no, pero creo que hay cierta seguridad que me permite simplemente dejarme sentir todo esto de una manera más consciente, por ende más profunda, y estar totalmente conectado en cuerpo y en alma con ella y con lo que se está construyendo. 

Creo haber encontrado ese "Amor", ese que todos buscan, ese eterno, inamovible, invencible, ese de las comedias románticas, ese que todos envidiamos, ese que es esquivo, o ese que a veces hasta nos da miedo sentir y buscar. Creo que finalmente he encontrado ese amor, eso que era lo único que me hacía falta en la vida, todo lo demás ya lo tengo, ya he logrado tantas otras cosas, que eso es lo que era esquivo, hasta ahora. Estoy más que comprometido, me estoy llenando de paciencia, de calma, de esperanza, de fe, de sabiduría, de todo lo que pueda llenarme para lograr el último objetivo, la felicidad total. 

Hacía mucho tiempo que no sentía todas estas cosas que están pasando por mi corazón y mi mente, y así mismo tengo que de todas maneras llevar las cosas con cautela, para no quizás sobrecargar las cosas y luego terminar de nuevo con las manos vacías. Ésta vez tengo que hacerlo todo diferente, tengo que haber aprendido, tengo que entender las cosas en su dimensión actual y trabajar para que todo al final se de como esperamos. Nunca me había sentido tan seguro de algo, y así al final de pronto esté equivocado, estoy dispuesto a ir hasta el infinito y más allá por finalmente lograr tener eso que siempre he estado buscando.

26/5/20

El precio a pagar

El mundo es un lugar complicado, no porque por esencia lo sea, sino porque nosotros mismos, la gente con la cual interactuamos lo hace así. Es difícil saber la forma de comportarse cuando se está entablando una relación con alguien, lo lógico sería pensar que el ser directo y honesto en su totalidad, pero me he dado cuenta, a las malas, que no es así.

Hay un precio muy alto a pagar por ser honesto, y es que desafortunadamente los interlocutores no perciben el mensaje de buena manera, ya sea por la sorpresa de darse cuenta de que alguien está siendo totalmente honesto, y no lo esperaban, ya sea porque ellos no lo han sido o porque simplemente están acostumbrados a la deshonestidad. O no lo pueden soportar porque la verdad, a veces no es tan placentera, y aunque no haga un daño directo a dicha persona, de todas maneras es un shock del cual a veces no se recuperan.

Uno creería que ser totalmente honesto debería ser recompensado, debería ser admirado, y quizás cuando hablamos de cosas públicas o de personajes que esperamos sean así, lo aplaudimos, no nos toca realmente, no nos afecta, pero admiramos y apoyamos esa honestidad en otros, pero lejos de nosotros mismos. Pero cuando esa realidad y honestidad nos toca, es cuando no somos tan receptivos, la honestidad de las personas nos sorprende, de no muy buena manera aparentemente, y no sé por qué. Quizás porque todas nuestras vidas hemos sido decepcionados por mentiras, o por falsedades, por gente hipócrita y falsa que nos ha hecho daño. Crecemos con la desconfianza a flor de piel, y esperamos que en medio de nuestra interacción una que otra mentira, o no toda la verdad sea dicha, porque quizás nosotros mismos en algún momento lo hemos hecho, nos hemos acostumbrado a manejar el mundo así, de pronto a cuenta gotas, diciendo cosas por aquí y por allá, pero con tacto, con recelo, con mucha desconfianza.

Yo solía ser uno de esos, la verdad siempre era mejor no ser directo, que irá a decir la gente me decía, no porque fuera nada malo, sino porque hay cosas que a veces uno no sabe como van a ser recibidas, y por eso anda uno con tacto, no diciendo todo, para no herir a nadie, para no ir a confundir las cosas, y sobretodo para protegerse uno mismo. Pero he cambiado, por muchas cosas, y en el nuevo proceso si me he dado cuenta que es importante ser claro con lo que se piensa y se siente, guardarse las emociones, tragarse las cosas no es bueno, hay que liberarlas, sino no son directamente con alguien igual hay que expresarlas, con palabras por ejemplo, hay que dejar salir todo eso. Pero si hay alguien de por medio lo mejor es ser directo, ir de frente y decir las cosas tal cual son, claro de la mejor manera posible para que no de pie a malas interpretaciones. 

Desafortunadamente esto tampoco funciona, recientemente abrí mi corazón y mi vida a una persona, y aunque no fue algo terrible, ni fui rechazado, siento que mi verdad y mi honestidad no fue bien recibida, no sé por qué, que es lo que más me inquieta. Para mi era una manera de realmente ser sincero y totalmente honesto, sin mentiras, sin esconder nada, no esperaba una fiesta ni nada por el estilo, pero esperaba al menos la apreciación de ser totalmente honesto, que fuera valorado por ello. No puedo decir del todo que no lo haya sido, pero siento que algo se perdió, que algo cambió, que ya no me ve con los mismos ojos, ya no soy algo realmente que valga la pena quizás o que el camino que estábamos recorriendo era el correcto. No puedo negar que me siento triste, porque tomé un riesgo, sabiendo que podía tener ciertas consecuencias, pero nunca pensé que éstas, y me decidí por primera vez en mucho tiempo en ser totalmente sincero, esperando que a diferencia del pasado fuera algo bien recibido, además porque se siente muy bien decir las cosas sin tapujos y sin tener que ocultar cosas parciales por el motivo que sea, pero desafortunadamente el recibimiento no fue el esperado. Si, debo admitir que el tema tratado no es algo trivial, es algo que tiene importancia, parte de mi vida que hace parte de mi historia, que está igual ahí y nunca se va a ir, pero es algo que ya no está presente, algo que pasó y que es cuestión de tiempo para que oficialmente se de por terminada. Es claro que no es lo que todo el mundo quiere escuchar o lo que se pueden esperar en una situación así, pero así es la vida, y tomé el riesgo de ser totalmente directo y honesto, no quería ocultar algo de lo cual no me siento mal, no me arrepiento y que no puedo ni quiero ocultar. 

Me arriesgué, no debí hacerlo, no ahora, creo que el ser neófito después de tanto tiempo en estas labores de las relaciones interpersonales me han vuelto torpe, y quizás debo aprender a medirme mejor la próxima vez. No significa que vaya a volver a cambiar mi pensamiento, no, pero quizás dosificarlo, o esperar el momento adecuado sería lo más sabio. Sigo aprendiendo, y no puedo negar que me entristece terriblemente que no haya sido recibido como esperaba, porque siento que todo cambió, pero no me arrepiento, me siento bien de haber sido directo y honesto, no lo cambiaría, no puedo cambiar tampoco a la otra persona, pero lo volvería hacer porque lo valoro tanto que es lo que igual esperaría que hicieran conmigo, y sino lo hago yo entonces no puedo esperar lo mismo. 

De pronto, ojalá no, voy a pagar el precio por mi honestidad, de pronto voy a sufrir una pérdida que me va a doler, que me va a pesar, pero lo hice con total convicción de que era lo correcto, y lo sigo pensando. No me arrepiento, y espero, de pronto con el paso de los días, que sea algo que se vea de la manera que es, y ojalá apreciado como debe ser. Sino, pues pago el precio por la honestidad, no me queda nada más que seguir adelante.

Un trato

Después de todo a veces la sinceridad es la peor de las armas, no porque duela, sino porque a veces es cruda, dura, y es difícil de asimilar. Por los dos lados de la moneda es algo complicado, sabía que eso podía causar problemas, porque entiendo que en el inconsciente colectivo existe el tabú de tener que pasar un tiempo de duelo, de soledad o de dolor, después de un rompimiento para estar "listo" para seguir adelante. Si, no voy a negar que eso hace parte de la realidad, y que de cierta manera estoy de acuerdo con ello. Ahora en lo que no estoy de acuerdo es en que se generalice un tiempo específico para ello, que tienen que pasar no sé cuantos meses o años, no , no creo que todo el mundo sea igual, ni deba regirse por generalizaciones. Yo he sufrido mucho antes, he pasado más períodos de más de seis años sin pareja, por llevar el duelo, por sanar, y si, ese era el antiguo yo. Pero he cambiado, soy más consciente de mis emociones y de que las cosas pasan por algo y si se acaban pues no es motivo de tristeza, es motivo de recordar las buenas cosas, tomar lo positivo, aprender de lo negativo y seguir adelante.

No te niego que me sentí juzgado, porque dijiste que fue una relación muy larga y que ha pasado poco tiempo, eso de plano me da a entender que me juzgas por querer seguir adelante "tan pronto" y de pronto pensarás que nunca quise a mi pareja y que no soy una persona con sentimientos fuertes o puros. No puedo pelear contra esas cosas, no soy nadie para decirle a la gente lo que debe o no creer, ni hacer, pero he sido honesto y sincero. ¿Soy un mal hombre porque mis heridas sanaron más rápido?. ¿Soy de pocos o vanos o inexistentes sentimientos porque ya he superado la relación y quiero dar el siguiente paso en encontrar mi felicidad?. ¿Me hace una mala persona estar tratando de buscar mi felicidad a pesar del poco tiempo que haya estado solo?.Si eso es un crimen o está mal, pues soy culpable, si, no niego, hace mucho tiempo que mi relación no andaba bien, y no la terminé por costumbre, por "esperar a ver que pasa" y eso, es cosa mía, debí haberlo hecho quizás antes, pero también tenía miedo de enfrentarme a una vida solitaria por completo, y a veces uno se queda en su zona de comfort para no sufrir. De eso también soy culpable, y es por eso que tuve mi duelo, lloré lo que tenía que llorar, me reproché por las malas cosas que hice, por todo el daño que le pude haber hecho, pero la vida sigue, y no puedo vivir en el pasado por más cercano que sea. No voy a volver a esa relación porque no hace parte de quién soy, nuestros caminos cambiaron demasiado y nuestras prioridades también, no es culpa sino de nosotros por no habernos comunicado bien, por no ser honestos, sinceros con nuestras emociones, con nuestros anhelos, dejamos que pasara el tiempo y nos acomodamos a lo que había pero no supimos constantemente expresarnos ni mirar si estábamos en el mismo tren. Así pasa y me culpo en parte por ello, pero tengo que seguir adelante, tengo que aprender y dar el siguiente paso, no quiero disculparme por haber superado la relación rápido, no quiero disculparme por querer eso que ha sido esquivo, y aunque entiendo que está mal visto socialmente, no me siento mal por querer seguir adelante.

Ahora, te propongo un trato. Yo no sé que va a pasar mañana, nunca esperaba que esto fuera a suceder hoy, pero de una cosa estoy seguro, y es que no quiero perder la oportunidad de conocerte, y de quizás, si, sigo pensando eso, de tener algo hermoso contigo. Ahora si es un problema que siga "casado" lo entiendo, te propongo que esperemos, me refiero a que quiero seguir conociéndote, quiero seguir hablando contigo, pero si quieres esperar a que todo esté finalizado, está bien, yo espero, puedo esperar lo que sea necesario. Me pediste paciencia, puedo tener toda la paciencia que quieras, además no sabemos que va a pasar con esto de la pandemia, no sabemos que pueda suceder, aún falta tiempo, y es más ni sé si vayas a tomar la decisión de querer estar conmigo y venir. Es posible que antes que pasen los 6 meses me detestes y no quieras estar conmigo, es posible que pasen muchas cosas, lo único que te propongo es que sigamos conociéndonos, de a poco, y vamos mirando, como digo tampoco sé si yo esté en tus planes, puede que no, y mucho menos ahora. Pero yo soy paciente, quiero hacer las cosas bien y no quiero perder la oportunidad de estar con una persona maravillosa como tu, a menos que tú decidas que sea así.

Hagamos un trato, sigamos adelante, de a poco y esperemos que sucede, si hay que esperar a que firme los papeles definitivos de mi divorcio, esperamos, no tengo problema, solo quiero que no me juzgues ni pienses menos de mi por querer seguir mi vida. Yo entré a esa página en el fondo queriendo encontrar a alguien, como tú, pero sabía que era casi que imposible y era solo por pasar el tiempo, no esperaba nada de esto, de verdad que no, nunca jamás en mil años lo imaginé, pero ahora que te tengo al menos en mi vida no quiero perder la oportunidad, si las cosas no crecen, está bien, pero lo intenté, y no me voy a sentir mal por querer ser feliz. Todo puede pasar, en el fondo de mi quiero que estemos juntos, así tenga que esperar un tiempo, pero vales la pena, y quiero darlo todo por que así sea, sino, pues lo intenté y también valió la pena.

Espero que de verdad no me juzgues, puede que parezca pronto, si lo sé, pero no conoces los por menores de la relación, no sabes otras tantas cosas que fueron sucediendo que hicieron que todo de a poco se fuera acabando, por eso, aunque entiendo perfectamente tu posición y la respeto y me acomodo a ella si es necesario. Pero no quiero que esto sea un problema más allá de lo técnico que es simplemente firmar un papel para ser "libre", si eso es lo que quieres, pues es cuestión de esperar, mientras tanto te propongo construir algo de a poco, lidiar con el proceso, lidiar con todo esta incertidumbre de la pandemia, y al final igual tu decides que quieres hacer. Yo por mi parte solamente quiero seguir conociéndote y que me conozcas, si, es pronto para meterse en una relación, no por qué esté recién separado, no, sino porque todavía tenemos que conocernos, hablar de otro montón de cosas, de entendernos en muchos aspectos, y teniendo en cuenta que en otros tantos no nos vamos a entender, pero ver si podemos soportarlo.

Es pronto, porque no me conoces bien ni yo tampoco, pero no por nada más, si créeme que yo sabía que al contarte mi historia iba a pasar esto, porque dentro de nuestros parámetros nos han dicho que no está bien superar a una persona tan rápido, que no está bien sentirse bien, la sociedad nos enseña a que nos tenemos que sentir mal,  a reflejar tristeza y pasar por algo muy doloroso. Bueno, como ya sabes, yo no soy como todo el mundo, sufrí mucho tiempo atrás por relaciones, por mujeres, por el rechazo, por tantas cosas que inclusive eran menos importantes. Pero no me siento mal por no seguir los parámetros sociales, no tengo por qué sentirme triste, ni extender mi tristeza años para que sea socialmente aceptado querer seguir adelante.

Soy diferente, y sigo cambiando, sigo aprendiendo, y quiero cambiar muchas cosas de mi, pero no me quiero disculpar por haber sobrellevado algo mejor que otros, no quiero ser juzgado, ni señalado, no soy una mala persona, ni soy una persona que no tenga sentimientos. Me entregué a la relación igual que siempre lo había hecho, di lo que pude, hasta donde pude, me faltó más, si, claro, yo tengo mucha culpa en que las cosas no hayan seguido, pero no me voy a dar golpes de pecho por ello eternamente ni buscando aprobación de la sociedad.

No espero que compartas mi posición, solo que la entiendas y que podamos llegar a un punto medio en que podamos seguir adelante y vamos mirando que pasa, créeme que si me hubiera podido divorciar cuando ella se fue lo hubiera hecho, pero no puedo y en ese caso es algo que me ata de manos. Espero aceptes mi propuesta, porque de lo único que estoy seguro ahora es que no quiero perder la oportunidad de conocerte más, porque jamás esperé que esto pasara, nunca me imaginé que pudiera encontrar a alguien en esas circunstancias y mucho menos alguien que valiera la pena.

21/5/20

Volver atrás

Hacía mucho tiempo que no me encontraba en una situación como ésta. Han pasado muchos años y todo parece otra vez nuevo e incierto. La verdad si hay cosas que han cambiado, pero también me he dado cuenta que a pesar de los años, la experiencia, quizás algo de sabiduría, algunas cosas permanecen igual.

Estoy siendo cauteloso, pero al mismo tiempo creo que eso era lo que siempre hacía, paso a paso para lograr quizás un objetivo, muchas veces no dio frutos, otras si. A pesar de que tengo ya más sabiduría encima, no puedo evitar seguir los mismos patrones de antaño, de cierta manera debería ser más arriesgado, no tengo nada que peder, pero siento que en parte no sería yo realmente. Debo admitir abiertamente que me he metido en una vaca loca, quizás por miedo, los mismo miedos que me han acompañado durante muchos años, que aunque minimizados siguen latentes y en cualquier oportunidad se manifiestan y se hacen sentir. 

Esos miedos me han llevado quizás a tomar un camino más difícil para conseguir lo que anhelo sé que pude, y puedo aún, tomar otros caminos más sencillos, más cercanos, pero algo me ha llevado a no hacerlo, y heme aquí. Esos miedos son los que quizás me han llevado de nuevo a ese mundo un poco oscuro del no saber realmente qué se quiere, o de tener cierta prevención, un seguro de vida quizás, para en cualquier momento salir corriendo y huir sin necesidad de comprometerse demasiado y además de una manera muy sencilla. Es quizás la protección que busco, al sentirme vulnerable y dadas las circunstancias es más fácil simplemente desaparecer.

Es claro que puede ser un acto de cobardía, nunca he sido muy valiente en estas circunstancias, y como ya he pasado por episodios no tan buenos en el pasado, estos quizás se han tornado reales de nuevo y juegan en mi subconsciente. No sé muy bien lo que estoy haciendo, sé que he pedido al universo ciertas cosas y que de igual manera para que ello se de tengo que poner de mi parte. Tengo que de cierta manera ser vulnerable y abrirme a cualquier posibilidad que exista, ya que esa será la única manera realmente de encontrar lo que estoy buscando, si claro el universo me lo dará, pero tengo que estar presente para verlo y aceptarlo. Es un riesgo emocional, pero es la única manera de lograrlo, y en ese sentido ya he hecho la paz con ello, para conseguir algo hay que arriesgarse y estar dispuesto. 

Lo que no sé es que tan dispuesto realmente estoy si estoy, quizás inconscientemente, de alejarme del objetivo, o al menos que éste no esté tan cerca de mi como usualmente sucede. Sé que estoy dando los pasos que debo, dadas las circunstancias también, y así como puedo creer que puede suceder de esta manera, es claro que con el universo todo puede pasar, y puede que se presente de otra manera totalmente diferente. Estoy ahí, estoy expuesto y estoy sintiendo cosas que no sentía hace mucho tiempo, al menos ahora las puedo manejar, no hay desespero ni hay tampoco una razón particular por la cual tengo que aferrarme a un resultado desde ya. Eso al menos ha cambiado y me llena de tranquilidad, quizás en el fondo ese anhelo que siempre ha estado presente sigue ahí y ahora que tiene una pequeña ventana puede volver a hacerse fuerte, y el tiempo ya no es mi aliado, y esa combinación puede que se preste para algo que se pueda convertir en algo no deseado.

Sin embargo, debo estar firme, debo seguir adelante, esperar, hacer lo posible, quizás de a poco arriesgarme a algo menos lejano, y estar atento a las señales que da el universo, si es que me da alguna, o simplemente esperar a que las cosas se manifiesten, porque de alguna manera así uno esté distraído en algún momento tiene uno que caer en cuenta de las cosas que están sucediendo alrededor.

Es volver atrás un poco, con muchas sensaciones similares, otras exactamente iguales, pero con más parsimonia, sabiduría y apertura. Sin embargo no deja de ser un poco amenazante y hay que andar con cautela para no deshacer todos estos años en tan solo unas semanas.

18/5/20

Relevancia

Creo que uno de los grandes problemas, o quizás el único y más grande problema de la raza humana, es el ego. Y hablo del ego en general como un concepto positivo y negativo, porque no todo en el mundo usa el ego para cosas negativas. Sin embargo el darle demasiada importancia, a nosotros mismos, hemos creado todo este ideal de que somos demasiado importantes como para salvar el planeta y demás cosas por el estilo.

Pero aquí voy a hablar de algo un poco menos global y algo más personal, y es la manera como nuestra percepción de nuestros propios sentimientos y pensamientos acerca de temas que son muy importantes para nosotros, son recibidos por aquellos, que por la circunstancia que sea están como receptores. 

Ahora esto lo hace más complejo aún, ya que muchas de estas ideas o sentimientos simplemente pueden salir a la luz durante momentos caudales en los cuales se debaten ideas al aire. En este caso poco importa la manera como sea percibido ya que es un público general y realmente no se espera ser recibido personalmente. Pero en situaciones más íntimas es cuando, nuestro ego, peca por querer recibir esa atención, casi que centrada y enfocada solamente en el mensaje que queremos transmitir. Y no solamente eso, esperamos que la otra persona esté lo suficientemente conectada, o tenga ese mismo nivel de empatía para darle la misma importancia y sentirlo de la misma manera como nosotros la sentimos.

La realidad es que nunca, por experiencia, alguien puede estar si quiera cerca de ese mismo nivel de comprensión, o intención que queremos. Nadie podría vibrar, o eso creo hasta ahora, en esa misma frecuencia, darle el mismo valor a las palabras y a las sensaciones que se quieren transmitir. Es ahí donde el ego sufre, porque es claro que muchas veces pensamos que todos deberían comprender o darle la misma importancia a lo que nosotros transmitimos. Cuando le damos mucha importancia a nuestras emociones evidentemente sufrimos por no poder hacer sentir o vibrar a las personas de la misma manera.

No sé tienen todas las respuestas ni la verdad de lo que es el universo, pero suelo pensar que no estoy tan lejos de algunas verdades que son claras y universales y me gustaría poder vivir en ellas, y que otros pudieran, dentro de su propio universo, vibrar y sentir a la misma frecuencia. Pero no, desafortunadamente no hay nadie que pueda nunca vibrar a esa frecuencia y que realmente esté conectado al mismo nivel. Evidentemente es algo extremadamente personal, y esa conexión, que solamente se encuentra en novelas de ficción o películas, realmente no existe, y es quizás por eso que se escriben esas historias, porque al final todos seguimos buscando lo mismo, y puede ser que somos conscientes de que es imposible encontrarlo, y por eso escribimos y lo representamos de manera que sea un reflejo de nuestros deseos. 

17/5/20

Las emociones contra atacan

Y heme aquí, como si hubiera retrocedido unos quince años. De nuevo batallando mis emociones, de la manera que nunca pensé que volverían y de una manera que pensé jamás me iba a volver a enfrentar. No todo es igual, claro, he cambiado, podría decir, y espero que sea así, que soy más sabio, que he aprendido control, que entiendo más cosas de la vida, de las emociones, y que puedo más fácilmente controlarlas. 

Todo lo anterior es cierto, en todas sus dimensiones, sin embargo me encuentro de nuevo batallando sentimientos que solamente yo podría idear, que solamente yo, dentro de toda mi historia podría hacer crecer, sin motivo alguno, para que me trajeran de nuevo a este punto. Hay algo que es diferente, eso si, sé y estoy mucho más asentado en la realidad y soy consciente, quizás por primera vez en toda mi vida, que todo eso que pasa por mi cabeza son solamente ideales, sentimientos, lo que el corazón desea, lo que quiere, pero que no deja de ser una fantasía que es muy poco probable que se vuelva realidad. He aprendido a vivir con eso, lo he aceptado y lo sé, sin embargo no puedo evitar meterme en el ojo del huracán, porque tampoco quiero dejar de sentir, y a sabiendas de que todo puede ser una fantasía, seguiré dando pasos en la oscuridad, sin razón alguna.

Pero apareciste tu, realmente sin esperarlo, sin quererlo en el fondo quizás, te encontré porque simplemente el aislamiento en tiempos de pandemia y en parte mi soledad me llevaron por ese camino, de nuevo, y ahí estabas. Primero fui escéptico, a todo, a ti, a quien eras, y a todo lo que podías llegar a ser. No pensé que fuera a ser más que un encuentro casual y de ires y venires sin sentido en períodos de tiempo prolongados, y ya está, pero desafortunadamente, para mi, no fue así. Descubrí que realmente eres maravillosa, y eso que aún no te conozco, que me siento extremadamente bien hablando contigo, que me siento libre, me siento yo, me reconforta poder ser totalmente abierto, y percibí de tu lado que quizás podía ser igual. Ahora, hasta ahí creo que llegan las coincidencias, de ahí adelante todo lo demás es mío, no tuyo y no puedo asumir, al menos he aprendido que no debo hacerlo, todavía lo hago, pero ya no me molesta de la manera que solía hacerlo antes. Y si, asumo cosas contigo,  de las buenas, pero no me martirizan, porque también soy consciente de la realidad en la que vivimos y estamos, y pues estoy seguro de que todo es una fantasía, de esas que me encanta crear, pero que hace tiempo no lo hacía y que nunca pensé que volviera a crear.

Ya me he imaginado todo un año a tu lado, ya he pasado por todas las etapas de cómo esto podría ser posible, como podríamos estar juntos, como sería todo, paso a paso, y todo eso no son más que la parte técnica del asunto, lo fácil, lo burocrático que se puede solucionar, tarde o temprano y con paciencia, son cosas de la vida cotidiana, simplemente de tiempo. Esa es la parte fácil, ya lo solucioné todo, lo tengo todo en la cabeza y sé paso a paso que hacer. Pero insisto, esa es la parte fácil, eso es lo de menos, eso, simplemente con voluntad e intención se lograría.

Pero la otra parte, la que tiene que realmente suceder para que lo práctico se vuelva realidad, esa es otra historia, eso es lo que idealmente se convertiría en una utopía, en un sueño hecho realidad, en todo aquello que siempre he querido encontrar. Pero para que eso suceda se necesitan mucho más que cosas prácticas, se necesitan sentimientos y emociones, en conjunto, que sean lo suficientemente fuertes para que lo demás se sostenga a pesar de todas las viscicitudes que se presenten. Eso que tiene que suceder tiene que ser lo suficientemente fuerte para soportar el tiempo, la distancia, y la pelea Kafkiana que seguramente habría que librar en algún momento, eso tiene que ser lo suficientemente fuerte para que todo sea realidad. Y la verdad es que, aunque no imposible, porque nada lo es, me estoy adelantando a acontecimientos, es más, diría yo que me estoy inventando acontecimientos que si los universos paralelos existen, sería posible que sucediera en uno de miles de millones de ellos, y quizás no en este.

El problema con este tipo de emociones no es sentirlas, esa no es la peor parte, porque he aprendido que igual pasan, que se van con el tiempo y que así es la vida, antes de pronto era lo suficientemente torpe y débil para dejarme envolver por ellas, ahora se que puedo vivirlas y sentirlas, pero que también puedo soltarlas. El problema es que generalmente en estos casos de euforia y deseo, la parte negativa de esas emociones es la a veces gana la batalla, ya que por mecanismo de defensa quizás, es mejor pensar en el peor resultado posible. Es una cuestión de idiosincracia de mi existencia, algo que he aprendido a controlar y manejar de cierta forma, pero hace parte de mi y aunque pensé que estaba ya superado me doy cuenta que, aunque leve, sigue ahí. 

Nada de eso es realmente importante, todo pasará como tiene que pasar, y si la ilusión se termina, tarde o temprano, pues todo volverá a estar igual, y la próxima ilusión vendrá y de pronto esa si será, y si no es así pues tendré que seguir de un lado a otro hasta encontrarla, si es que eso es posible. Lo que quiero que sepas es que hacía mucho tiempo esto no me sucedía, y no esperaba que sucediera, ni mucho menos así y tan pronto. Me estoy controlando, me estoy debatiendo entre mis sentimientos y mi cabeza y estoy tratando de arriesgar poco, sabiendo los posibles resultados, y estoy lidiando con todo este torbellino.

Pero quería que supieras que ya lo tengo todo planeado, y es hermoso, y es maravilloso y es fantástico, si es posible, y mi razón me dice que existe una remota, muy remota posibilidad de que así sea, y le estoy haciendo caso, pero mis emociones dicen que todo es posible, y que de pronto ésta es esa historia de amor que tanto había buscado, por fin, me dice el corazón, y que todo saldrá de maravilla. Pero esta vez no lo sigo tanto, más bien lo estoy manteniendo alejado de mí, sigo con la cabeza, y sigo a la expectativa, solo quería que supieras que lo tengo ya todo resuelto, y es hermoso, maravilloso y fantástico...